FC Cartagena 1-0 RC Celta B

El FC Cartagena ha conseguido una vida extra para optar al ascenso a Segunda División. La victoria por la mínima ante el Celta B le dio el empujoncito que necesitaba para volver a una eliminatoria en la que lo que está en juego es el salto al fútbol profesional.
Tras el gran cataclismo vivido en Majadahonda, el equipo albinegro consigue de nuevo que los próximos 180 minutos sean una lucha a cara de perro por lograr lo que todo el año se ha propuesto como meta. Si a la primera no pudo ser tras unos últimos treinta segundos fatídicos, todo podría cambiar en la eliminatoria que tendrá que disputar a partir del próximo fin de semana. Es el Extremadura, viejo conocido por los seguidores ya que ha quedado cuarto en el Grupo IV, el que se disputará con los albinegros ese soñado ascenso.
La ida se jugará en Almendralejo y el partido de vuelta será dentro de dos semanas en el Cartagonova. El estadio, al menos este domingo, fue determinante para que el conjunto cartagenerista siga vivo y coleando. Un tanto nada más comenzar el choque fue más que suficiente para las huestes locales, que no tenían otra que ganar el partido si querían optar a algo más y no marcharse de vacaciones tan pronto.
El tanto de Gaspar en una falta muy bien lanzada, supone que la moral vuelva a un equipo que ha tenido que sufrir durante dos semanas pensando en el autogol del Cerro del Espino.
Lo más complicado era tratar de levantar la moral en esos difíciles momentos y salvar el escollo de un Celta B que a pesar de acabar cuarto de su grupo, no tenía intención de ponerlo fácil. Es más, este bloque entrenado por Rubén Albés ha sido más complicado que el Rayo Majadahonda, por tratar de poner en práctica un fútbol más vertical y tener más recursos de medio campo hacia arriba. El bloque gallego fue valiente en la ida y trató de serlo en la vuelta, con la pelota como arma fundamental.
El Cartagena vio cómo el marcador se le puso a favor pronto y a partir de ese momento le costó sujetar el esférico ante un oponente que lo quiso para él solo.
El filial celtiña se propuso desde el primer instante fútbol ofensivo y no tardó más de un minuto en demostrarlo. A los 20 segundos un centro al segundo palo, tras robo de balón sobre Mejías, lo remataba Juan Hernández flojo y Pau Torres lo mandaba a línea de fondo.
Pero aunque los gallegos no iban a desistir en su estilo para tratar de marcar, el que se puso por delante fue el Cartagena en el minuto cuatro y gracias a un fantástico libre directo con la zurda bien ejecutado por José Gaspar. La falta se produjo cuando Aketxe pugnaba con Juan Antonio Ros -el cartagenero del bloque gallego- un balón largo y el segundo lo trabó con un codazo. Gaspar no podía hacerlo mejor para poner por delante a los suyos y dar cierta tranquilidad a la parroquia albinegra.
Pero el bloque dirigido por Rubén Albés no podía modificar ni un ápice su modelo porque un gol seguía metiéndole en la última fase.
El equipo de Monteagudo perdió el medio campo porque los jóvenes del bloque céltico andaban más rápidos y hacían circular el balón con mayor fluidez. Al Cartagena le costaba sacar su fútbol porque casi siempre se encontraba corriendo tras el esférico. Por ello los laterales no subían como nos tienen acostumbrados ni había fútbol por dentro, porque Chavero recogía demasiado atrás y no tenía profundidad.
Al poco de cumplirse el cuarto de hora el Cartagena se quedó sin uno de los jugadores más importantes de esta ronda de clasificación para la final por el ascenso: Cordero se retiraba con un problema en los isquiotibiales y Diego Benito tuvo que ocupar su posición. El bloque albinegro ganaba con dos peloteros en ese lugar, pero perdía fuerza ahí, ya que el andaluz ha sido hasta ahora el jugador para todo en medio campo y su trabajo de recuperación y desgaste ha hecho más fuerte defensivamente hablando al Cartagena.
Los locales trataban de martillear al oponente a balón parado, a sabiendas de que están mejor armados y por ahí llegaron las mejores ocasiones de la primera parte tras el gol de Gaspar.
Rubén Cruz lo intentó en el minuto 19 con un remate de cabeza algo picado tras un saque de esquina que se marchó fuera por poco. Luego fue Aketxe, en el minuto 23, quien lo intentó con otro cabezazo en una falta botada al borde del área y que también se iba alto. Los de Albés tocaban y salían buscando siempre a su hombre 'franquicia', Brais Méndez. El delantero pontevedrés ha disputado esta temporada 20 partidos en Primera División y ofrecía siempre con el balón en los pies destellos de calidad, bien en el uno contra uno o en un pase picado al área.
El primer lanzamiento del bloque celtiña llegó en el minuto 28 con un zapatazo de Brais que Pau detuvo sin dificultad. El Celta B tocaba bien, pero el Cartagena sujetó defensivamente hablando, a los jóvenes del filial con una defensa en bloque armada.
En el minuto 40 Dennis tuvo la mejor ocasión de los visitantes al encontrarse un pase filtrado dentro del área que remató ante la oposición de Mejías y Álvaro, con un chut que salió pegado al poste derecho de la meta de Pau Torres. Fue la mejor ocasión para los gallegos en la primera parte, aunque el Cartagena pudo contrarrestar en el tiempo añadido de este primer periodo con un gran testarazo de Rubén Cruz, gracias a un perfecto servicio de Óscar Ramírez. El cabezazo llevaba camino de la red pero Dani Sotres hizo una gran estirada para evitarlo y marcharse al descanso con esa ventaja mínima de los albinegros.
En la segunda parte el FC Cartagena saltó con cierto mordiente en unos pocos minutos, pero pasado el cuarto de hora se había vuelto a echar para atrás bajo el dominio de un Celta B que empezaba a verle las orejas al lobo. Los albinegros no avanzaban y el preparador dio entrada a Owusu por Ruibal, desaparecido otro partido más.
El Celta B subió la intensidad y en el último cuarto de hora intentó poner balones cerca de la meta de Pau . Moisés y Mejías estuvieron de nuevo perfectos en el eje de la defensa. El segundo evitó un remate de Dennis en el 75' que llevaba mucho peligro a la meta albinegra.
En el 80' llegó una gran ocasión para el Celta B, con despeje de Pau tras disparo de Brais y Dennis, solo, remataba fuera.
De ahí al final ya no se jugó mucho más, porque el Cartagena ha aprendido bien la lección y no lo permitió con pérdidas de tiempo y artimañas para parar el partido.

Ahora les espera una nueva final, otra vida extra que no deben desperdiciar.
La Opinión

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