At. Malagueño 0-2 FC Cartagena

Tres de tres para empezar la semana no está nada mal. Gustavo Munúa ha conseguido cambiar el gesto de los aficionados a base de victorias, las que ha cosechado de forma consecutiva el FC Cartagena tras perder en casa y contra todo pronóstico el pasado 16 de septiembre ante el UCAM Murcia. En aquel partido era complicado convencer a la afición de que debía tener paciencia después de sumar la segunda derrota seguida en casa y no haber ganado ni un partido de Liga.
Las victorias le cambian la perspectiva al más pintado y el equipo, a pesar de haber mostrado mejoría y ofrecer muy buena imagen, no olía los tres puntos con cuatro jornadas jugadas.
Pero todos sabemos que el fútbol funciona por sensaciones y hay que darle la razón al entrenador albinegro cuando pedía tiempo y paciencia. Tras ganar al Jumilla y al Almería B, el Cartagena había mostrado la evolución no solo en su fútbol sino en la contundencia. Ayer, ante el Malagueño se imponía la lógica y el equipo ganaba por 0-2, gracias al fondo de armario que el técnico posee esta temporada. Los dos goles llegaron de dos jugadores que saltaron desde el banquillo: Elady y Moyita.
Ambos futbolistas anotaron en los últimos instantes, minutos 87 y 92, cuando el rival apenas tuvo tiempo para reaccionar, y el Cartagena acumula, así, nueve puntos de nueve, un fantástico bagaje que le hace aproximarse a la zona noble del Grupo IV de Segunda División B.
Tiene más importancia el fondo que la forma, al menos en este partido, porque el bloque cartagenerista no ofreció un fútbol brillante, ni tan siquiera fue capaz de entretener a los aficionados que lo pudieran ver por la pequeña pantalla.
Los de Gustavo Munúa tuvieron casi siempre el partido controlado, pero no lograban hacerle demasiado daño al meta local, que apenas tuvo que intervenir hasta el momento del primer gol albinegro.
No hay que olvidarse, por otro lado, que una intervención de Mario, cuando el partido caminaba con empate a cero, fue determinante. El meta evitó el gol en una clara ocasión local, lo que supuso mantener vivas las esperanzas de victoria hasta el último momento.
No le vimos al Cartagena rápido en el movimiento de balón ni demasiado acertado a la hora de salir a la contra. Por dentro apenas hacía daño y por fuera solo las acometidas de Jesús Álvaro llevaban algún balón al área.
El entrenador apostó por Julio Gracia como hombre adelantado al centro del campo, pero su papel fue más que discreto. Rubén Cruz, como segundo punta, no tenía demasiadas oportunidades de mover a las bandas. El Malagueño apretaba sus líneas y no dejaba espacios, lo que supuso un dolor de cabeza cuando de atacar se trataba para las huestes cartageneristas.
Munúa decidió que Aketxe y Cruz salieran como tándem ofensivo, tal y como sucedía hace dos semanas ante el Jumilla, pero nunca encontraron la combinación por dentro, el pase por fuera ni el remate en el área para sacar su potencial.
En la primera parte el Malagueño no inquietó lo más mínimo. El Cartagena tenía el balón y además se anticipaba a la perfección cuando el rival trataba de salir rápido a la contra. Antonio López, debutante en Liga, dio una grata imagen en todos lo sentidos. Rapidez, buenas coberturas y ninguna duda dejó el exjugador del Lorca, que tras el golpe en la cabeza sufrido ante el Don Benito no había podido jugar ningún encuentro todavía.
Destacó como única oportunidad de peligro la acción llevada por la izquierda por Jesús Álvaro, sin duda el más incisivo de su equipo en la primera parte. Tras llegar casi a la línea de fondo, mandaba al área y Rubén Cruz, tras deshacerse de un rival, giraba para disparar demasiado ajustado y el balón se marchó fuera.
En la segunda parte Munúa hizo pronto los cambios: Fito Miranda salía al campo en el minuto 52 por Julio Gracia, algo desdibujado en esta ocasión.
Miranda, junto con Moyita y Elady, dio más opciones de medio campo hacia arriba. El Cartagena se había enredado en un encuentro sin ideas y necesitaba aires nuevos.
No obstante, tal y como antes relatábamos, el meta Mario evitó el 1-0 en el minuto 56. Un pase de Juan Cruz a Antoñín suponía una ocasión muy clara para los locales. El delantero malaguista encaraba solo ante el meta albinegro y de fuerte derechazo mandaba el balón entre los tres palos. El cancerbero logró adelantarse y evitar el gol local.
Luego fue Santi Jara quien lo intentó en el minuto 59 con el primer disparo a los tres palos del Cartagena, pero el portero mandaba a línea de fondo. Aketxe, de volea, estrellaba el balón al larguero en el minuto 60 de partido.
No daba demasiada sensación de que el Cartagena pudiera hacer algo más hasta que Elady enganchó un balón en el borde del área y ajustó al palo izquierdo, lo que supuso el 0-1 a tres minutos del final.
El Malagueño se fue arriba y descuidó la defensa, lo que aprovechó Moyita en el tiempo de prolongación para correr solo hasta la portería y con tiempo de cruzar al otro palo, lejos del portero.

El 0-2 es otro impulso más para la moral de los cartageneristas antes de recibir al Melilla.
La Opinión

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