FC Cartagena 2-0 S. Fernando CD

El Cartagena apeló a la paciencia para poder ganar su noveno partido de la temporada y cuarto consecutivo en el Cartagonova, ante un San Fernando que le disputaba la tercera posición y que con la derrota se baja de los cuatro primeros puestos de promoción por el ascenso.
El conjunto cartagenero necesitó de una hora de partido para que el balón entrara en la portería contraria y además gracias a un gol en propia puerta de Diego Simón. Con el resultado a favor, el bloque albinegro tuvo un partido bien distinto al que le había puesto sobre el césped el oponente y Santi Jara -que ya suma cinco tantos esta temporada-, anotó el segundo y definitivo gol con el que finalizó el encuentro.
Lo cierto es que a los albinegros el San Fernando nunca le puso las cosas fáciles hasta que se abrió el marcador. Los de José Manuel Pérez Herrera estuvieron muy sobrios en defensa y no otorgaban ni un milímetro en las marcas, por lo que cada balón era una disputa a cara de perro, independientemente del lugar del campo donde estuviera el esférico.
El San Fernando ofreció una buena primera parte, defensivamente hablando y en la segunda acabó pagando el esfuerzo efectuado en la primera, para ir bajando la intensidad y dándole opciones a un Cartagena que se fue creciendo y que incluso pudo haber logrado un resultado algo más abultado.
A los de Gustavo el ambiente frío y húmedo previo al encuentro parecía haberles afectado. Saltaron al campo demasiado aletargados y se encontraron con un San Fernando que había colocado dos líneas de cuatro a la hora de defender muy juntas, tanto que apenas el equipo albinegro conseguía traspasar un balón entre medias.
El conjunto cartagenerista no podía poner en práctica su fútbol rápido de banda y llegada porque sus carriles no tenían espacio por el que subir. El centro del campo andaba algo falto de efectivos y el conjunto andaluz lograba maniatar a Cordero mientras que Julio Gracia no tomaba el protagonismo que sus compañeros necesitaban de él.
Así las cosas, al equipo local le llegaban desde la grada los silbidos de una afición que se desesperaba por los errores en el pase, las llegadas cómodas del rival y la complacencia que a veces se podía ver sobre el terreno de juego de determinados jugadores.
La realidad era que el bloque visitante estaba interpretando muy bien su papel y sabía cómo el Cartagena no podía hacerles daño. Andaba bastante cómodo en ese guion, con mucha presencia de jugadores en las inmediaciones de área local, anticipación en el balón y búsqueda de la meta local.
El partido andaba por un camino nada cómodo para el Cartagena, que tuvo contadas opciones de ver portería. La primera fue de Julio Gracia con un balón cedido dentro del área por Aketxe. El chut del joven jugador andaluz se fue alto.
Solo se sentía cómodo el Cartagena cuando era capaz de mover rápido el esférico, fruto de un robo y de una contra. Así fue cuando puso en aprietos a la zaga del San Fernando. Todo llegaba desde el carril izquierdo. Aketxe mandaba alto un buen servició desde esa banda en el minuto 39 y en el 45 una combinación entre Cordero y Julio Gracia acabó con un remate de este último flojo, a las manos de Rubén Gálvez.
El equipo visitante lo intentó con un libre directo que ajustó Carri en el 21 y un disparo de Bruno Herrero desde la frontal del área que detuvo sin demasiados problemas Joao Costa.
El Cartagena no había logrado meter el dedo en el ojo del San Fernando, que se marchaba a los vestuarios con los deberes hechos, al menos defensivamente, y con el acierto de saber dónde podía hacer daño cuando tenía el balón en los pies. El Cartagena había observado que si no era capaz de dar velocidad al balón, sus opciones de crear peligro eran prácticamente nulas.
En la segunda parte el bloque albinegro no cejó en su empeño de sacar el balón controlado y buscar las alternativas, sobre todo desde los costados. El San Fernando, conforme pasaban los minutos, iba decreciendo en intensidad y anticipación. En la primera había hecho un gran desgaste y en esta segunda ya notaba en las piernas de los jugadores esta situación.
No obstante, el San Fernando lo intentó con un cabezazo de Colo, que se marchó alto, y un gol anulado por una falta previa de un atacante sobre la defensa albinegra.
Acto seguido llegó el primer gol del equipo de Munúa. En una acción de saque de esquina, Santi Jara recibe en corto y dentro del área da un servicio al segundo palo. Allí nadie llega del Cartagena, por lo que el lateral izquierdo Diego Simón tiene la oportunidad para despejar sin problemas. Pero se genera él solo el inconveniente. Baja el cuerpo para despejar con la cabeza, pero lo convierte en un testarazo a la portería que supone el punto de inflexión del encuentro. Hasta ese momento el San Fernando había sido capaz de mantenerse firme de medio campo hacia atrás, evitar interferencias y exasperar a los albinegros por una y otra banda.
Todo cambiaba con el 1-0 del Cartagena. El entrenador visitante metía a un atacante más, Bakari, para fijar a los centrales dada la corpulencia del nuevo jugador en entrar en el campo.
Munúa también movió ficha e introdujo a Elady primero y a Fito Miranda a continuación. El segundo intervino de forma directa en el segundo tanto, ya que en el primer balón por el que luchó, logró robárselo a un defensor y encarar a portería para cedérselo a Santi Jara, que venía por la derecha. El almanseño, que tiene un gran disparo, mandó la pelota al poste contrario, lejos del alcance del portero Rubén Gálvez, que se estiró todo lo que pudo para ver cómo finalmente el esférico era gol.
El Cartagena había logrado un segundo tanto que le daba más tranquilidad para jugar los últimos diez minutos de partido. El San Fernando, tan ordenado en defensa como endeble en ataque, se esmeró por llegar a las bravas a la portería defendida por Joao Costa, pero sus incursiones eran minimizadas por los albinegros.
Los jugadores de Munúa no bajaron entonces la intensidad y en cada acción trataban de evitar que el San Fernando tuviera la oportunidad de centrar al área o llegar al borde de la misma para enganchar un disparo.
Rubén Cruz, que saltó por Aketxe, vio cómo el colegiado le anuló un gol en fuera de juego, pero en una acción minutos después, también anulada por fuera de juego, el goleador acabó metiendo el balón. Mala suerte para Cruz, que tiene un gran instinto goleador, pero al que le toca ahora esperar desde el banquillo su oportunidad.

Con la victoria el Cartagena se consolida tercero, a cuatro puntos del UCAM Murcia, segundo, y a siete del Melilla, actual líder.
La Opinión

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