Granada CF B 0-2 FC Cartagena

Se podría decir que el FC Cartagena atraviesa el momento más dulce de la temporada, porque la victoria que cosechó ayer ante el Granada B lo mantiene en lo más alto de la clasificación y porque acumula cinco victorias de forma consecutiva.
Pero es que el conjunto liderado por Gustavo Munúa ha logrado ir evolucionando poco a poco, para convertirse en un equipo con una voracidad insaciable, que le hace ser el conjunto más en forma de todos contra los que se enfrenta. Además, este FC Cartagena se ha convertido en un especialista a la hora de interpretar las diferentes circunstancias que debe afrontar a lo largo de un partido. Es paciente cuando debe y es ambicioso cuanto toca. De ahí que se haya adaptado de forma camaleónica a cada oponente con el que se enfrenta a domicilio y en su haber sume 24 puntos de los 42 que tiene en su casillero en los enfrentamientos lejos de casa.
Si la semana pasada derribó el muro del RB Linense que no había perdido aún en su campo, en esta ocasión ha sacado petróleo de un terreno de juego en el que el oponente se atrincheró casi de forma literal en su campo en la primera parte para impedir a los de Munúa penetrar por dentro o por fuera.
En esta situación, el Cartagena supo esperar su momento, aguantó con maestría y martilleó cuando tocó.
Destaca cada vez que puede el técnico uruguayo esa faceta de su equipo y la de ayer volvía a ser una buena prueba de que, en estas condiciones, pocos puntos deberían escapársele al Cartagena esta temporada.
Hay que añadir que hay dos jugadores actualmente que se encuentran en estado de forma fantástico y han dado un paso al frente para que su equipo sobresalga del resto: se trata de Julio Gracia y de Elady.
El primero ha encontrado por fin un hueco en este equipo. A pesar de la irregularidad que puede haber ofrecido, el jovencísimo centrocampista ha ganado en personalidad en este grupo y ayer volvía a ver portería. Si la semana pasada fue el encargado de asistir a Elady, para que el jienense anotara el tanto ante la Balona, en esta oportunidad es su compañero el que le brindaba la oportunidad, con un buen pase, para hacer gol en la Ciudad Deportiva granadina.
Elady, por su parte, estuvo excelso. Es, sin lugar a dudas, el mejor partido que ha hecho vestido de albinegro. Actuó ayer con una solvencia y madurez fuera de toda duda y a pesar de necesitar más tiempo que otros para alcanzar su nivel, ahora es un futbolista de goles y puntos para el Cartagena, crucial en el liderato de este equipo. Suma siete tantos, es el máximo goleador del plantel y ha anotado en las cuatro últimas jornadas -Marbella, Talavera, Linense y Granada B-.
Munúa no podría prever un Granada B tan defensivo como el que observó nada más comenzar el partido. Los andaluces acumulaban tres derrotas consecutivas, por lo que su entrenador decidió meter más gente por detrás -cinco jugadores en defensa-, e impedir el juego filtrado de jugadores como Jara, Gracia o Moyita.
Poca presión en la salida del balón y jugadores apostados de medio campo hacia atrás, lo que no facilitó en nada las cosas para los de Cartagena. El juego se volvía en un frontón pero el equipo visitante no podía penetrar ante este sistema defensivo bien propuesto, al menos en la primera parte.
El Granada B se acercaba a las inmediaciones de Joao Costa -ayer inédito hasta el minuto 92- solo en lanzamientos a balón parado. La defensa del Cartagena mostró de nuevo una contundencia a prueba de bombas. Ha encajado cuatro goles en los últimos doce partidos; o lo que es lo mismo, un gol cada cuatro enfrentamientos.
Luis Mata, que volvía a ser el relevo del lesionado Jesús Álvaro, ofreció un gran nivel y Ramírez regresó a su costado derecho en sustitución de Orfila. Ambos, al igual que Moisés y Ayala, rozaron la perfección.
Elady enseñó las garras en la primera parte en una bonita acción por el costado izquierdo. Se marchó de todos los defensores con calidad y cedió el balón a Santi Jara. El almanseño llegaba como una exhalación al área granadina, pero metió el pie demasiado abajo y el balón se marchó alto.
El bloque visitante dominaba sin tener que hacer mucho esfuerzo, pero le faltaba dar el susto, como hizo Jara.
Tras el descanso, el Granada B apretó al comienzo y empezó a deshilacharse conforme pasaban los minutos. El Cartagena olió la sangre y se fue a por el encuentro. Embotelló al oponente en su área, que ya ni siquiera intentaba salir a la presión, y buscaba con asiduidad la portería de Lejárraga.
Elady era el hombre del partido y para él estaban destinados todos los honores. Volvía a hacer otra magnífica jugada dentro del área del Granada B. Se marchó de tres oponentes, pero cruzó demasiado el balón. En la siguiente acción, con una buena combinación con Moyita, fue el portero el que desbarató la ocasión.
Pero en el 77 Elady remató al fondo de las mallas un balón sacado desde el córner y puso la primera piedra de la victoria. Luego, en el minuto 88, asistió a Julio Gracia con un pase a la carrera que éste culminó con un gran disparo cruzado.

El Cartagena ganó por convicción y calidad y cada jornada ofrece más crédito para que el ascenso pueda ser este año un hecho.
LaOpinión

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