FC Cartagena 3-0 CD El Ejido

Tenía que ser Elady el que saliera en auxilio de un Cartagena que navegaba sin rumbo ni identidad, en un bucle de mal juego y resultados del que parecía condenado a no salir nunca. Como anclado en un serpentín infinito, el equipo de Munúa había sacado a relucir en las últimas jornadas todo lo malo que tiene, haciendo olvidar a propios y extraños todo lo bueno, que es mucho, que había ofrecido hasta entonces.
Pero Elady, que se había contagiado como el que más de esa apatía manifiesta del Cartagena, despertó a tiempo para anotar tres goles con los que el equipo entrenado por el preparador uruguayo resurgía en la competición para mandar el mensaje a los demás de que va a seguir dando guerra todo lo que pueda.
El jienense suma 18 goles esta temporada. La última vez que él anotó un gol fue la última ocasión que el Cartagena ganó un partido, por lo que parece básica su aportación en este aspecto esta campaña.
Salió ovacionado del campo en el minuto 76 de partido, y no es para menos. Es un jugador sin medias tintas. Puede ofrecer todo lo bueno que tiene en sus botas, como ayer, o puede pasar desapercibido y agriarse en futiles discusiones con los demás como ha ocurrido en otras jornadas. Ayer tocó ver al mejor Elady de la temporada y con él entonado, el Cartagena recupera el tono, la sonrisa y, sobre todo, la contundencia ofensiva.
Cada equipo jugaba su particular guerra en este encuentro, pero el Cartagena debía asumir la responsabilidad en el control y juego con el balón. Y así lo hizo el Cartagena, que tomó las riendas del choque, tal y como hace en cada encuentro que disputa en su campo.
El preparador decidió apostar por Luis Mata de nuevo como titular, pero en esta ocasión ocupaba su puesto en la banda izquierda. Jesús Álvaro se quedó en el banquillo, al igual que Óscar Ramírez en la derecha. Fue Josua Mejías el que se situó en este puesto algo que ya había hecho la temporada pasada con Alberto Monteagudo en el banquillo.
Aketxe regresó tras dos semanas suplente a la titularidad y fue sin duda uno de los más combativos de su equipo en un partido complicado, no tanto por el rival sino por la situación en sí que afronta el Cartagena este tramo final de la competición regular.
Además, el entrenador apostó por Fito Miranda como falso jugador de banda, con más presencia en medio campo aportando llegada y opciones por dentro para el Cartagena.
Los albinegros trataban de mandar pero andaban faltos de paciencia. Aunque siempre buscaron el juego desde atrás, les resultaba complicado salir con cierta naturalidad desde el medio campo. El césped, algo encharcado, no permitía que el balón se moviera con rapidez en los pases, por lo que los de casa generaban más peligro al salir a la contra.
Fue desde el carril izquierdo donde se originó más peligro en la primera parte. Mata se incorporó con mucha rapidez y asiduidad y el equipo ganaba enteros con el portugués lanzado al ataque. Lástima que una contractura no le dejase acabar lo que empezó.
Elady fue el más despierto casi desde el principio y lo intentó desde lejos en el minuto 4, al ver al portero adelantad0. Fito Miranda también se animó y probó suerte con un chut a la media vuelta que, de nuevo, el cancerbero del equipo almeriense paró.
Antes de cumplirse el minuto 20 Elady tuvo la oportunidad más clara, cuando se encontró un balón rebotado desde un lanzamiento atrás por la izquierda. El atacante remató raso pero fuera, cuando tenía toda la portería para él. Cuando no falló fue dos minutos más tarde, con un balón otra vez centrado desde la izquierda a la testa del goleador. Cruzó perfectamente picado al lado contrario y el meta del CD El Ejido solo pudo ver cómo entraba el esférico sin posibilidad de hacer nada.
El gol supuso una pérdida de tensión del equipo en la segunda parte del primer tiempo. Si bien el rival no inquietaba, los albinegros tampoco apretaban como al comiezo. El tanto suponía cumplir en parte con el objetivo, pero solo en parte, porque ya ha visto este Cartagena cómo los rivales se le han subido a las barbas cuando no han sido capaces de apuntillar los marcadores.
Los dos tantos casi consecutivos de Elady al cuarto de hora de la segunda parte -el primero de cabeza a centro de Santi Jara y el segundo en acción personal- terminaron de liquidar un partido que se definía, principalmente, por la contundencia de un Cartagena que si bien no pasaba apuros, sabía controlar el tiempo de partido porque el CD El Ejido mostraba demasiada endeblez de medio campo hacia arriba. Agobiado por la clasificación, los jugadores entrenados por Manolo Ruiz son un manojo de nervios en casi todas sus acciones.
La ausencia de buenos resultados les ha transformado semana tras semana en un bloque sin chispa ni alegría, carente de ideas y de gol.
El Cartagena, sin tener que hacer demasiado esfuerzo, se lleva un partido que, en esta ocasión, sí supo apuntillar con los goles que llegaron en la segunda parte.
Era fundamental encontrar el camino de la victoria para este Cartagena por varios motivos, principalmente para no dejar que Melilla y Recreativo se marchen en la tabla clasificatoria y a falta de 12 puntos empiecen a perderse las posibilidades del título liguero. El plantel, además, recupera la sensación de que es posible volver a ser aquel bloque que ha deslumbrado en una buena parte de la temporada.

Aunque no dependen de sí mismos para acabar en la primera posición, quedan cuatro jornadas que pueden cambiar, y mucho, la clasificación final.
La Opinión

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