CD Tenerife 0-0 FC Cartagena

Se enfrentaba el Fútbol Club Cartagena a un difícil compromiso entre semana, tres días después del esfuerzo contra el Leganés y con la necesidad de reafirmarse en su idea de juego tras caer derrotado en el último encuentro. Enfrente, un Tenerife que no iba a ceder ni un palmo de terreno en la búsqueda de una victoria que no consiguía desde cuatro jornadas atrás. Con ganas de cambiar dinámicas, ambos conjuntos saltaron al césped del Heliodoro Rodriguez López con fuerza e intensidad a pesar de las dudas de sus últimos resultados. No obstante, se notó cierta fatiga tanto en el cuadro tinerfeño como en el cartagenero al principio del encuentro y las ocasiones no fueron la tónica dominante en la primera mitad.

Si lo fueron en la segunda, donde la lluvia y los cambios refrescaron el partido y le dieron otro aspecto en el que el ataque local se hizo con el protagonismo, pero la defensa visitante se impuso para mantener el empate. Finalmente, las intervenciones de Aarón Escandell y de Juan Soriano dejaron inmovil el marcador para firmar el cuarto empate consecutivo del Tenerife y el segundo de la temporada del Cartagena repartiendo un punto para cada uno que el cuadro albinegro acoge con los brazos abiertos.

El encuentro en tierras canarias comenzó con alta intensidad pero un ritmo muy bajo que no permitió a chicharreros ni albinegros disfrutar de ocasiones de gol. El cuadro local fue el primero en intentarlo con dos jugadas rápidas sin éxito e Iván Romero finalizó con un disparo demasiado cruzado el primer acercamiento del partido. En los primeros minutos se impuso el orden en ambas escuadras y el Cartagena trató de dominar a través del balón, pero su posesión fue esteril y solo Calero en solitario logró generar algo de peligro con varias internadas que finalizó con tiros desviados.

No consiguió el Cartagena hacer recular a un Tenerife que utilizó la presión alta como su mejor arma y comenzó a mostrarse más cómodo. Robó el Tenerife en campo contrario ante un Sangalli algo perdido y probó suerte por la izquierda con centros al área que contuvieron los centrales. No obstante, un balón largo de Juan Soriano casi se convierte en gol de no ser por la parada de Escandell: peinó Borja Garcés e Iván Romero ganó la espalda a Kiko Olivas, se plantó solo ante el meta, pero el valenciano sacó el potente tiro cubriendo su palo con una gran parada.

Empezó a asediar el cuadro local y Teto la volvió a tener pasada la primera media hora de juego disparando desviado un pase atrás dentro del área. En medio de un bombardeo de centros y saques de esquina de los que el Cartagena se defendió bien, Borja Garcés tuvo la más clara en segunda jugada, pero no consiguió impactar con la pelota dentro del área pequeña tras un centro de el exalbinegro José Ángel Jurado. Justo antes del descanso, una falta cerca del área permitió el tiro lejano de José León que se marchó desviado sin peligro.

La lluvia hizo acto de presencia en el Heliodoro Rodríguez López y, para la segunda mitad, el césped se volvió más rápido, provocando una mayor cantidad de ocasiones para ambos equipos, aunque el Tenerife estuvo más incisivo hasta el final del encuentro. El comienzo de los segundos 45 minutos fue una continuación de lo visto en el final de la primera mitad y la presión tinerfeña ahogó al Cartagena en su propio campo, aún así, fue el cuadro cartagenero el que tuvo la mejor ocasión de los primeros diez minutos.

Jansson recibió un balón largo escorado a la izquierda y disparó a portería con la fortuna de que el rebote en un defensor quedó franca para Sadiku en el área pequeña. El delantero recortó al central y se dispuso a disparar solo ante Soriano, pero Nacho llegó para arrebatarle la ocasión en última instancia. Creció el Cartagena por medio de Isak Jansson y una nueva apertura a su banda se convirtió en un peligroso centro que Borja Valle dejó para Sadiku con el pecho. El albanés disparó mordido y convirtió su tiro en un pase filtrado para su asistente, que remató de volea para toparse con el palmeo de Soriano por encima del larguero.

Sin embargo, cuando mejor parecía estar el cuadro de Luis Carrión, respondió el Tenerife dominando la posesión y las ocasiones casi hasta el final del partido. Pasada la hora de partido se salvó el conjunto albinegro del gol en contra: perdió la pelota en medio campo el Cartagena e Iván Soriano montó la contra en conducción, abrió para Teto, que disparó contra Datkovic y obligó a Escandell a realizar una intervención de mérito. Tras esto, el balón cayó a Dauda sin oposición dentro del área, que lo envió al poste con el guardameta en el suelo para suerte del Cartagena.

El propio Iván Romero peinó un balón muy peligroso de cabeza tras centro de Dauda que se marchó cerca de la meta de Aarón en unos minutos en los que el conjunto de Carrión tuvo que achicar agua para deshacerse del dominio contrario. Fue por esa razón por la que el técnico albinegro introdujo cambios con la intención de cambiar el rumbo del partido introduciendo a Ortuño, Musto y Jairo por Sadiku, Sangalli y Borja Valle, con los que controló las llegadas chicharreras hasta el final del partido.

Incluso consiguió el Cartagena batir la meta de Juan Soriano a ocho minutos del final por medio de Musto, sin embargo, su remate de cabeza a la falta de Pablo De Blasis fue invalidado por claro fuera de juego. Escandell volvió a aparecer en el minuto 93 para detener un tiro de Nacho y salvar los muebles y así llegó el final de partido en el Heliodoro con el que el Cartagena suma un buen punto en su segundo empate de la temporada.

El entrenador cartagenerista, Luis Carrión, compareció ante los medios de comunicación al término del partido para explicar las sensaciones que le transmitió su equipo durante los noventa minutos. "Nos ha faltado algo de verticalidad en la primera parte. Hemos encontrado espacio detrás de sus mediocentros pocas veces, pero no hemos acabado de ser verticales", analizó Carrión. "La segunda mitad ha tenido momentos diferentes. Ellos han apretado más hacia el final y antes de los cambios y luego nosotros hemos tenido alguna situación de gol, pero ha sido un partido igualado en el que hemos estado competitivos", añadió el técnico.

El aspecto más positivo del partido fue la férrea defensa albinegra junto con la capacidad de generar peligro en momentos de dominio rival, algo que Carrión define con la palabra competir. "Han tenido momentos de apretar mucho con centros y llegadas, además de la ocasión de Dauda. Nosotros también hemos tenido dos bastante claras. El equipo compite y hay que hacer bueno este punto contra el Ibiza intentando ganar", manifestó.

Sobre sus cambios, Carrión destacó el de Ortuño, Musto y Jairo. "Nos han dado bastante pausa, lo que necesitábamos en ese momento porque ellos estaban apretando", apuntó. Por último, el de Barcelona valoró el hecho de no encadenar dos derrotas consecutivas. "Si pierdes dos o tres partidos seguidos no se acaba el mundo, pero pierdes confianza. El domingo hay que hacer un buen partido, ganar y hacer que este punto sea muy bueno", concluyó Luis Carrión, entrenador del Fútbol Club Cartagena.

La Opinión

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