CD Azuaga 0(2)- 0(3) FC Cartagena

Un FC Cartagena inmerso de lleno en su pesadilla liguera, tenía la oportunidad de redimirse y volver a ganar en confianza con la primera eliminatoria de Copa del Rey de la temporada, pero lejos de ésto, vivió una prolongación de la famosa noche de Halloween que casi acaba en tragedia para los de Julián Calero.

El rival que tenía enfrente era el CD Azuaga, perteneciente al Grupo XIV de Tercera RFEF. El cuadro extremeño se quedó a las puertas del ascenso la pasada campaña tras perder en la final por el mismo ante el Torrent valenciano, por lo que su mejor carta era aprovechar esa dinámica ganadora en casa ante un Cartagena que llegaba por el lado contrario en cuanto a confianza.

Con esa clara intención de aprovechar esta cita copera para ‘vaciar la mochila’ de presión con la que cargan los cartageneristas, Calero viajó prácticamente con el primer equipo a Azuaga, teniendo como única novedad en convocatoria la baja de Mikel Rico, por problemas en la rodilla, y la entrada en su lugar de Carlos Sánchez del filial.

La primera parte dejaría poco que contar en los albinegros, que salieron ante los extremeños con muchas rotaciones. Jugadores menos habituales como Lautaro de León, Jony Rodríguez,, Raúl Lizoain o los Jony Álamo, Ayllón y Carlitos Sanchez serían los futbolistas a los que Calero le dio la oportunidad de desquitarse y demostrar de qué pasta están hechos.

En esos primeros 45 minutos lo más destacado fue una oportunidad clarísima por parte de los locales, que se plantaron por medio de un buen desmarque de Chepe en un mano a mano con Raúl Lizoain. Seguramente siendo ésta la más clara de todo el conjunto del partido, el guardameta de 32 años sacó una pierna absolutamente salvadora que evitó el tanto del Azuaga en los primeros compases.

Sin reacción de un FC Cartagena que no conseguía sorprender a una bien tapada defensa pacense, los albinegros movían la pelota por medio de Jony Álamo, e intentando percutir por la banda izquierda que ocupaba Jony Rodriguez. Numerosos centros al área era la única vía o solución que proponía el cuadro blanquinegro en ataque, mientras un muy solitario Lautaro de León peleaba lo que podía con los zagueros locales. Tras una primera parte sin brillo llegaríamos al descanso.

Impotente en ataque
En la segunda mitad y con el paso de los minutos, Calero entendió que se le acababa el tiempo para oportunidades o rotaciones, y comenzó a mover banquillo. Se vio a futbolistas habitualmente titulares en LaLiga Hypermotion entrar en el Municipal de Azuaga. Ortuño, Jairo y Narváez fueron los primeros en entrar al verde casi cumplida la primera hora de partido. Poco más tarde también entrarían Luis Muñoz e Iván Calero como extremo, respetando el carril defensivo de Carlitos Sánchez.

Este segundo acto fue bien parecido al primero, aún con estas incorporaciones el FC Cartagena se le notaba incapaz de generar ni una ocasión clara de gol a un equipo de tres categorías inferior. Los albinegros movían la pelota de lado a lado, y finalizando con algún centro que no terminaba en nada. La impotencia se iba apoderando de un equipo que veía que no salían las cosas. Con cada minuto que pasaba los de Azuaga cobraban más vida e ilusión de intentar lograr la épica, y así se fue la cosa a prórroga. Sin goles y con un equipo muy titular sobre el verde.

En el tiempo extra, los pupilos de José Miguel Ramos salieron con el cuchillo entre los dientes tras una arenga que uniría a la disciplina extremeña en ese mini descanso previo al inicio, y comenzaron atacando. Pronto volvió a coger los mandos del partido el cuadro blanquinegro en esta prórroga, pero sin forma humana de poder dañar o poner en apuros al Azuaga.

Los minutos pasaban y la sensación al ver a los futbolistas de Calero era de pura impotencia, casi vergüenza propia, al ver cómo no podían acercarse de forma clara a la portería defendida por Joaquín González. Con alguna internada de Jairo por banda, o algún tirón de fepor parte de Alfredo Ortuño se pondría fin a unos 120 minutos en los que se jugó a un nivel muy pobre por parte de los cartageneristas.

Llegaba la hora de los penaltis, y como se suele decir, la lotería. El objetivo del Azuaga se había cumplido y era llevar el encuentro a la más pura igualdad. No empezaba bien la tanda para los de Calero, que seguramente se hubieran visto más fuera que dentro de la Copa tras fallar sus dos primeros lanzamientos. Tanto Ferreiro, como Luis Muñoz no lograron materializar sus penaltis, evitados en gran parte por dos atajadas de Joaquín. 

Lizoain, el salvador
La emoción se guardó durante todo el grueso del encuentro para esta tanda, ya que fue de lo más igualada, y que de hecho los blanquinegros pudieron remontar estando prácticamente eliminados gracias a un Raúl Lizoain gigantesco. Acumulando tres atajadas seguidas, logró el arquero grancanario darle la vuelta a la tanda para que finalmente Gonzalo Verdú, de la forma más tranquila, lanzando rasa y al centro la bola, clasificase al FC Cartagena para la siguiente ronda, donde se puede encontrar con un equipo de Primera en el Cartagonova. 

Tras un último susto en esta espeluznante mañana consiguiente a Halloween para el aficionado albinegro, el cuadro cartagenero volvió a casa con el billete para la siguiente ronda. Pero, lejos de coger confianza aprovechando este encuentro de Copa del Rey, y vaciar esa mochila de carga anímica de la que habla Calero, casi va a peor. La próxima cita liguera será el domingo en el Estadio Municipal Cartagonova, ante un súper líder de la categoría como es el Leganés liderado por un viejo conocido en la trimilenaria como es Borja Jiménez.

Calero: «Espero que esta circunstancia nos sirva para que el equipo levante cabeza»
Julián Calero siempre ve el vaso medio lleno. Y pese a ello, afirmó tras el partido que «no voy a poner ninguna excusa ya que no la hay en un partido que se ha complicado mucho», dijo, para después achacar al estado del césped artificial que «estaba chafado, con mucho caucho y en el que no estamos acostumbrados a jugar, en el que el bote del balón es muy diferente y ante un equipo muy voluntarioso que nos ha puesto las cosas difíciles». Ese mensaje de positividad que siempre ha dado el entrenador de Parla desde su llegada, se escenificó cuando dijo que «espero que esta circunstancia positiva que nos ha pasado pueda servir para que el equipo comience a levantar la cabeza, sobre todo teniendo en cuenta que el domingo nos visita el líder de la categoría. He visto cosas que me han gustado y otras que no, pero de lo que no cabe duda es que los futbolistas que han jugado son de superior categoría al rival al que nos hemos enfrentado y algunos tenían que haberlo demostrado».

La Opinión

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