CD Tenerife 1-1 FC Cartagena

El FC Cartagena vive instalado en el cuento de nunca ganar. Por más que lo intenta, el resultado siempre termina siendo el mismo: la decepción. El cuadro albinegro ha entrado en una espiral negativa y no es capaz de salir de ella por más que mantiene la motivación, la esperanza, las ganas o la fuerza. A pesar de hacerlo casi todo bien durante 92 minutos en el Heliodoro Rodríguez López, aprovechar la mejor ocasión para adelantarse en el marcador y mantener el resultado sin sufrir, bastó un grosero error -convertido ya en tradición- para ceder el empate al Tenerife en el descuento. Otros dos puntos que se van al limbo en la lucha por la salvación.

En los últimos tres encuentros le ha sucedido lo mismo al conjunto de Julián Calero, que ya no sabe qué hacer para lograr su primera victoria de albinegro. Se adelanta el Cartagena sin una gran producción ofensiva en la primera mitad para terminar regalando el empate por culpa de un fallo de concentración. Así han arrebatado Paulino de la Fuente e Higinio cuatro puntos en los últimos dos partidos, al igual que Ángel lo hizo ayer en el Heliodoro.

Esta vez el plan había funcionado a la perfección y había acercado los tres puntos al Cartagonova más que nunca antes, pero volvió a fallar en el momento decisivo. Todo lo que había construido el Cartagena con defensa, posesión y buenas decisiones se cayó a cinco minutos del final para volver a decepcionar a toda la afición.

Los primeros compases del partido fueron un reconocimiento de dos equipos con cierta desconfianza por los malos resultados acumulados. Prácticamente nada se movió hasta pasados los primeros diez minutos y el agitador fue el Cartagena, para bien y para mal. El primer acercamiento fue de los albinegros, por mediación de un Juan Carlos Real que pisó área por la izquierda y que tuvo que recular para generar la opción de Alarcón desde la frontal, aunque su disparo fue bloqueado por la defensa. En los siguientes veinte minutos, todo llegó por parte de los locales debido a errores visitantes.

A los trece minutos, Alcalá y Marc a punto estuvieron de dejar muerto un balón en el área por culpa de un desentendimiento por alto. Los nervios en la zaga cartagenera comenzaron a aflorar y tres errores consecutivos pudieron condenar al equipo que, por suerte, se salvó. El primero fue un fallo de concentración en una pelota que superó dos líneas desde el central José Amo hasta el punta Ángel. La combinación entre el chicharrero y su compañero en el ataque Roberto López rompió la defensa albinegra y los plantó en un dos contra uno. Por fortuna, cuando Ángel volvió a recibir para batir a Marc, se ayudó del brazo para controlar y el tanto fue correctamente anulado.

Continuó sufriendo el Cartagena por culpa de su desacierto. Una recuperación en campo propio del Tenerife le sirvió para coger a contrapié a los de Calero y poner a correr de nuevo a Ángel, que pisó área y definió al palo corto. Marc palmeó bien a saque de esquina. Se creció el equipo local por los fallos albinegros y al minuto siguiente volvió a robar, pero esta vez cerca del área. Fontán erró el pase y se la regaló a Corredera para que este filtrase bien a Roberto. El delantero buscó la rosca al palo largo y el capitán cartagenero volvió a aparecer con una buena parada. También apareció Alcalá bloqueando el segundo disparo a puerta.

Lo pasaba mal el cuadro portuario, pero llegada la media hora bajó el ritmo el conjunto de Asier Garitano. Bodiger puso la calma, ordenó el juego de los suyos y precisamente un balón suyo a Belza en el extremo trajo la última ocasión chicharrera de la primera mitad cuando de nuevo Ángel golpeó de primeras en la frontal. Contestó el Cartagena a esa jugada de forma inmediata gracias a un balón largo ganado por Narváez en ataque y que Real casi convierte en gol después de recortar a dos contrarios en el balcón del área. Su intento se marchó alto.

Significó Juanjo Narváez un desahogo para su equipo, que se pudo estirar cuando el cafetero ganó pelotas de espaldas peleando con los zagueros. De hecho, fue clave en el gol de los cartageneros. Juanjo se hizo grande por alto y dio continuidad a la contra de su equipo y, aunque quedó tendido sobre el césped por un golpe, Juan Carlos Real tuvo el acierto de domar el balón y ponerlo en ventaja sobre la carrera de Isak Jansson. El sueco, en el extremo izquierdo, le sacó metros a su par en velocidad, se plantó en el área y definió perfecto a la base del palo largo, haciéndo imposible la estirada de Juan Soriano y poniendo el 0 a 1 en el minuto 40.

Así se marchó el partido al descanso y en la segunda mitad el Cartagena pareció decidido a continuar atacando. No obstante, pasados diez minutos el cuadro de Calero se metió atrás para defender las acometidas del contrario. Fue casi un monólogo chicharrero con el Cartagena en su campo, pero no amenazó seriamente la portería de Marc. Con el paso de los minutos, los visitantes se quedaron sin fuerzas para salir y casi encuentra el gol Ángel tras controlar en el área un balón medido de Nacho desde el lateral. Lo cruzó en exceso.

Lautaro de León saltó al campo por Narváez en un intento de Calero por refrescar la ofensiva, pero no ofreció el uruguayo tanta salida como el colombiano. También salió con el mismo propósito Embaló acompañado de Mikel Rico y Hevel para ganar en posesión y con ellos logró contener el ímpetu tinerfeño. Las llegadas bajaron en frecuencia y tuvieron menos peligro con ellos en el campo. Jony Álamo fue el quinto y último cambio a diez minutos del final.

El último tramo de partido se desarrolló como el Cartagena lleva intentando durante todo el curso: con calma, con solidez, con control y sin errores. A pesar del mayor dominio de un Tenerife volcado, los albinegros supieron defender en todos los ámbitos hasta que llegó otro descuento de pesadilla. Avisaron los chicharreros con la doble ocasión de Álvaro Romero y Corredera, desbaratadas por Marc y Alcalá, y no perdonaron otro error grosero en un saque de esquina que puso las tablas al igual que lo hizo el Albacete la pasada jornada.

Fue el omnipresente Ángel el que aprovechó un balón suelto en el segundo palo para hacer el 1 a 1 en el 92. Un balón que se había paseado antes por toda el área pequeña a media altura, superando hasta a cuatro defensores. Así murió otro partido para olvidar en el que el Cartagena dejó escapar la victoria otra vez. Con el punto los albinegros siguen colistas con 9 unidades tras diecisiete jornadas.

La Opinión

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