FC Cartagena 1-0 SD Amorebieta

La victoria del Fútbol Club Cartagena frente a la SD Amorebieta significa mucho más que una victoria. Significa más que su valor en puntos porque no son tres puntos más. Son los puntos que sacan del descenso al conjunto albinegro veinte jornadas después de que entrara en la cuarta jornada a pesar de que volverá mañana inevitablemente sea cual sea el resultado del Villarreal B - Huesca. Aún con ello, se quita definitivamente el equipo una losa que lleva pesando sobre su espalda desde el comienzo de la temporada.

El partido no fue el mejor, lo que dio la razón a un Julián Calero que avisó en la previa. «Tenemos ante nosotros el partido más difícil de los últimos tiempos», dijo. Y no se equivocó. El choque fue áspero, lento, peleado y peligroso. Sufrió y se salvó el Cartagena cuando más sufría y encontró el gol sólo después de mucho trabajo. El cuadro albinegro suma la tercera victoria consecutiva para salir de abajo provisionalmente, confirmando que el milagro de la salvación ya no está tan lejos. 

Salió muy mandón el Amorebieta al partido. Gracias a una efectiva presión en campo contrario, los de Jandro Castro se instalaron en los dominios albinegros y combinaron cerca del área. Al cuarto minuto de juego, Ángel Troncho puso el primer susto con un remate de cabeza que salió rozando el palo de la meta defendida por Raúl Lizoaín, que sustituyó a Marc Martínez en el partido de despedida del catalán.

No pisaba el campo rival el equipo de Julián Calero y el Amorebieta se creció. El equipo visitante comenzó a agobiar a través de la posesión de pelota y los centros al área, bien defendidos por la zaga. Como antídoto a ese dominio, el Cartagena lo intentó infructuosamente con juego directo. Pasado el primer cuarto de hora llegó la mejor ocasión del primer acto para el equipo que lo estaba mereciendo más: el Amorebieta.

Robó el conjunto vizcaíno arriba y encontró con un balón alto a Troncho dentro del área, que la bajó para pegarle con la izquierda.Raúl Lizoaín pudo detener con una gran intervención con el pie el remate colocado del extremo, pero el rebote cayó en los pies de Dorrio, que sí pudo superar la posición del meta. Por fortuna para el Cartagena, el balón se estrelló en la madera y el empate continuó inalterado en el marcador.

La doble oportunidad hizo reaccionar al conjunto local, que tuvo su primer acercamiento a los veinte minutos de encuentro. Jairo controló en línea de fondo y recortó hacia dentro desde la banda derecha para centrar con su zurda a las manos de Cuñat. A partir de entonces, tuvo una leve mejoría el equipo con más posesión de balón y otra llegada que finalizó Iván Calero con una volea inofensiva.

Marcó el electrónico la media hora y los zornotzarras volvieron a acaparar el protagonismo a través de la pelota. A esto se le sumaron las contras visitantes cuando el Cartagena lo intentó a balón parado. Esto agitó el partido, aún así, el tramo final del primer acto fue demasiado estático y sin ocasiones de gol para ninguno de los dos equipos más que un remate fallido de Dorrio en el corazón del área y otro de Ortuño de cabeza que no supuso problema para el meta contrario.

Se reanudó la segunda parte y de nuevo volvió mejor de los vestuarios el conjunto vasco. Jauregi probó fortuna desde lejos a los pocos minutos de volver al terreno de juego y antes de llegar al 60 Calero sorprendió con dos cambios inesperados. Tomás Alarcón y Alfredo Ortuño, dos fijos en su once, abandonaron el terreno de juego para dejar su lugar a Mikel Rico y Arnau Ortiz. No estuvieron finos los titulares y el técnico cambió el ritmo del partido con ambas permutas.

Mejoró el conjunto portuario haciéndose con el diminio del balón, pero se durmió su juego hasta que Mikel Rico despertó al Cartagonova con un balón al larguero. Una buena jugada de Jairo, que cedió el balón al centrocampista, casi termina con el primer gol del partido de no ser porque el tiro con rosca fue repelido por la madera. Esto animó a la afición y al equipo, que tuvo el gol en la siguiente acción con una contra conducida por Jairo que terminó el tinerfeño con un fuerte chut desviado por muy poco.

Se barruntaba el tanto en el templo albinegro y no se hizo esperar. En el 72, aprovechando el impulso de las ocasiones anteriores, el Cartagena volvió a llegar para encontrar la acción que le dio el partido. Un centro rechazado cayó en la posición de Andy, que golpeó a portería desde muy cerca para encontrar en su camino la mano de Ryan Edwards, quien se apresuraba a bloquear. Aunque en primera instancia el colegiado no indicó nada, recibió el aviso desde el VAR para revisar la jugada. Visto el contacto con la mano, González Francés señaló la pena máxima. 

Sin Ortuño en el campo, Andy fue el encargado de asumir la responsabilidad y no se puso especialmente nervioso. Hizo gala de su gran golpeo de pelota y la puso ajustada a la derecha de la meta de Cuñat, engañando al portero y tocando en la parte interior del poste antes de entrar para hacer el 1 a 0 que, a la postre, sería definitivo.

Desde el tanto hasta el final del partido, el Cartagena controló bien la reacción del Amorebieta y a los de Jandro les costó mucho acercarse a la meta de Lizoaín. Mikel Rico dio empaque al equipo y Musto estuvo sólido en la sala de máquinas sufriendo, además, un golpe en la cabeza que le provocó una escandalosa brecha. Arnau Ortiz volvió a dar salida en velocidad a los suyos cuando más lo necesitaban y la tensión de los minutos finales fue resuelta en defensa despejando los pocos balones que consiguió centrar el rival. 

Con la victoria, tercera consecutiva en liga desde la vuelta del parón, el Cartagena sale del descenso veinte jornadas después y confirma su buen momento a pesar de la bajada en juego de este último encuentro. 

Marc, en su despedida: "Aquí se queda un pedazo de mi corazón" 
Marc Martínez se despidió del FC Cartagena después de su último partido en las filas albinegras y antes de que se anuncie su inminente marcha al Granada, equipo de Primera División. El capitán compareció en rueda de prensa para analizar su paso y su marcha y dar las gracias «en mayúsculas» por todo lo vivido en la rambla de Benipila. «Gracias por entenderme, por respetarme y dejarme cumplir un sueño. Que quede claro que ha sido cosa mía», expresó en primera instancia. 

«Han sido cinco años brutales. Siempre he intentado tener la mejor cara, pero vosotros siempre habéis estado en las buenas y en las malas», afirmó refiriéndose a todas las personas que componen el club y que le han acompañado desde su llegada. «He intentado aportar felicidad y ayudar a mis compañeros en todo momento. He sentido muchísimo cariño por parte de vosotros», comentó entre lágrimas un emocionado Marc Martínez.

«Aquí hay un aficionado del Cartagena para toda la vida, aquí se queda un pedazo de mi corazón y volveré», aseguró el meta antes de explicar cómo se ha gestado su marcha. «El viernes pasado supe que existía esa posibilidad real, pero esta semana se acelera todo y es cuando se hace», desveló.

Paco Belmonte, presidente del FC Cartagena, también compareció para despedir al portero. «Se nos va un pedazo de este Cartagena que creamos hace ocho años. Este Cartagena no sería lo mismo sin tí y seguro que no será lo mismo sin tí», manifestó. También tuvo unas palabras para Marc el director deportivo de la entidad albinegra, Manolo Breis, quien expresó un sentimiento agridulce. «Es imposible tener mucho dolor cuando una persona como Marc ve cumplido uno de los sueños que tiene cualquier futbolista, que es estar en Primera División», declaró el directivo en el último día de Marc Martínez como jugador del FC Cartagena.

La Opinión

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