FC Cartagena 1-2 Valencia CF

Año nuevo, vida nueva, para un Fútbol Club Cartagena que se presenta en el 2024 con su mejor partido de la temporada. Tuvo que ser en Copa del Rey, frente a un rival histórico de Primera División como el Valencia y con un hombre menos durante más de la mitad del partido. No le dio el soberbio partido para eliminar a los de Rubén Baraja y acceder por primera vez en la historia a los octavos de final, pero sí le sirve el esfuerzo al cuadro portuario para asentar las bases de una nueva mentalidad que busca el milagro de la salvación en Segunda.

El esfuerzo de salir tromba para marcar el primero a los cuatro minutos por mediación de Ortuño y no esperar al rival para atacar con criterio, incluso con un hombre menos desde el minuto 45 por la rigurosa expulsión de Iván Calero. Sólo un error en la marca de un córner permitió el tanto de Canós que puso el 1 a 1 en el 73 y otro de entendimiento entre central y portero dejó subir el 1 a 2 al marcador sobre el 106 en un centro sin peligro de Gayá. Mereció más el Cartagena, que nadó y nadó para morir en la orilla, pero murió de pie y recuperó el orgullo perdido durante esta aciaga temporada.

Comenzó el encuentro en el Municipal Cartagonova con un FC Cartagena desconocido. Después de lo visto hasta el momento en la temporada, sorprendió el conjunto albinegro con una intensidad inédita y una actitud ofensiva demostrada sólamente a chispazos, que además estuvo acompañada de acierto. En el primer minuto tuvo el primer acercamiento el cuadro local con un centro de Alarcón que no encontró rematador y en el segundo llegó la primera ocasión de gol, muy clara, en las botas de Iván Calero. Mikel Rico se internó por la banda izquierda, encontró espacio y puso el centro a media altura para la llegada del lateral, que controló sin marca en el segundo palo, pero cruzó demasiado su remate frente a Jaume Doménech.

A la tercera fue la vencida para el conjunto portuario cuando sólo habían transcurrido cuatro minutos de juego. Se equivocó el Valencia en la salida de pelota tras una ofensiva local y un soberbio Tomás Alarcón recuperó con el equipo volcado en ataque. Una buena triangulación terminó en los pies de Damián Musto, que encontró a Alfredo Ortuño al borde del fuera de juego con un balón teledirigido, y el yeclano hizo el resto: control perfecto en carrera y definición con la izquierda por el palo corto ante la salida de Jaume Domenech. Celebró el delantero de rodillas imitando la postura del portero en el penalti que los puso frente a frente hace dos temporadas.

Desde el tanto cartagenero, el Valencia quiso dominar y aumentar su presencia ofensiva, pero la buena presión albinegra no se lo permitió. El trabajo de Alarcón y Mikel Rico en la medular contuvo la calidad valencianista y la defensa controló sin apuros las llegadas visitantes. 

A la media hora pudo ampliar el conjunto de la trimilenaria su renta con una jugada muy clara de gol que permitió a Luis Muñoz conducir con muchos metros por delante hasta la portería, pero el centrocampista no tuvo la velocidad suficiente para marcharse y prefirió poner el pase a un Ortuño que entraba sobre el segundo palo sin marca. Por desgracia, fue demasiado largo y la oportunidad se desvaneció.

La solidez y seriedad de los de Calero no permitió acercamientos al ataque ché hasta el tramo final del primer tiempo. Entonces tuvo que intervenir por primera vez en el partido Raúl Lizoaín deteniendo un centro atrás de Thierry Correia desde línea de fondo y un disparo sencillo de Javi Guerra desde la frontal. Tenía totalmente controlado el encuentro el Cartagena cuando todo se vino abajo justo antes del descanso por una acción fronteriza y una decisión rigurosa del colegiado Figueroa Vázquez.

Salía el Valencia por el costado zurdo con Jesús Vázquez cuando Iván Calero se lanzó al suelo para cortar su avance. El lateral valencianista jugó en la pared con un compañero y recibió la entrada de Iván con los tacos por delante pero sin fuerza excesiva y de manera frontal. El colegiado entendió que la acción era merecedora de roja directa y dejó con un hombre menos al conjunto local. Además, también se tuvo que marchar Antonio Carmona, segundo entrenador, debido a las protestas que no fueron en ningún momento desmedidas.

Después del revuelo se fue el partido al descanso y en la reanudación llegaron los primeros cambios de Baraja en los suyos para intentar aprovechar la superioridad. El delantero Yaremchuk entró por el centrocampista internacional Hugo Guillamón y Canós sustituyó a Fran Pérez, aunque las permutas a penas tuvieron efecto hasta la hora de partido. El Cartagena mantuvo la calma y contuvo al Valencia con sacrificio y trabajo. Incluso cuando Baraja metió toda la carne en el asador con Gayá y Hugo Duro.

El golpe llegó cuando menos se esperaba en el templo albinegro. Un simple córner jugado a la frontal permitió a Sergi Canós encontrar el espacio para disparar a portería con fuerza y subir el empate al marcador. La zaga, demasiado atrasada, no defendió bien el tiro, que pegó en el poste derecho de la meta de Raúl Lizoaín -más ajustado imposible- antes de alojarse en las mallas. Aún después de nivelar el choque no pudo el Valencia mostrar superioridad como sucedió durante toda la segunda mitad con un hombre más. Los cartageneros se replegaron y no sufrieron más ocasiones desde el tanto del empate hasta el final de los noventa minutos. 

En la primera parte de la prórroga, la mejor ocasión fue también de los locales con un disparo de Lautaro que Jaume sacó de la escuadra con un paradón. En la segunda, llegó el golpe final. Poco después del saque de centro, Gayá sirvió un centro al área sin peligro que terminó poniendo el 1 a 2 por un error de entendimiento: Lizoaín esperó el despeje de Kiko Olivas y el central dejó la pelota para la intervención del portero. 

Se volcó el conjunto portuario al ataque en el tramo final sin nada que perder, pero no lo consiguió y terminó eliminado a minutos de hacer historia con su primera clasificación a octavos. 

Alfredo Ortuño: "La sensación es que hemos sido un equipo" 
El goleador en el partido de ayer, Alfredo Ortuño, compareció ante los medios de comunicación al término de los 120 minutos de eliminatoria para trasmitir sus sensaciones del choque y analizar lo ocurrido sobre el césped. «La primera parte ha sido totalmente nuestra y las ocasiones han sido nuestras. No recuerdo ocasiones del Valencia y nosotros hemos tenido la sensación de que si estábamos un poco más finos en el último pase, podíamos haber metido el segundo», explicó Alfredo.

También tuvo un momento el punta para dar su opinión sobre la expulsión, pero se centró en el esfuerzo del grupo en inferioridad numérica y no alimentó polémicas. «La expulsión de Calero condiciona mucho la segunda parte. El equipo ha aguantado muchísimo contra un equipo de Primera», manifestó. «A mí me pilla lejos y no me he acercado a esa situación. El árbitro lo ha decidido y en las imágenes después hemos visto que no es roja, pero que se juegue sin VAR les condiciona bastante», disculpó.

Ortuño cree que el equipo sale reforzado a pesar de la derrota por la imagen mostrada en el campo. «Personalmente, después de hablar con mis compañeros en el vestuario nos llevamos la sensación de haber competido contra jugadores muy buenos y yo espero poder repetirlo en las 21 jornadas que nos quedan», deseó. Argumenta el de Yecla que «el fútbol son sensaciones y la de hoy es que somos un equipo que compite, que va de tú a tú sin importar que sea un equipo de Primera. Ese es el camino», concretó.

Por último, Ortuño repasó su estado físico después de recuperarse de una lesión muscular que le había mantenido apartado del grupo. «Hoy no iba a empezar de inicio, pero lo he hecho por las molestias de Juanjo y yo estaba preparado como siempre. Esta semana había entrenado tres o cuatro días y estoy muy contento. Las sensaciones son muy buenas», concluyó.

La Opinión

No hay comentarios:

Publicar un comentario