FC Cartagena 0-2 SD Huesca

Se venía comentando en el entorno del Fútbol Club Cartagena la posibilidad de quedar desconectado de la liga tras conseguir la ansiada permanencia y así viene siendo en las dos últimas jornadas. Sin nada en juego, los albinegros no han sabido imprimir intensidad a su juego. Al igual que en Ipurúa, la tensión competitiva marcó el fútbol cartagenero, tanto en defensa como en ataque y también en la circulación del balón, demasiado lenta para generar cualquier tipo de peligro.

Introdujo Calero a muchos futbolistas de la segunda unidad. Entre ellos, un Tomás Mejías defendió sin éxito la portería y corroboró su insuficiente nivel de forma para las exigencias de LaLiga Hypermotion. También fueron titulares Diego Moreno y Arnau Solà en los laterales con un decente rendimiento, Mikel Rico en el centro del campo durante su despedida como futbolista profesional y Arnau Ortiz en la izquierda. Darío Poveda regresó al once tras un tramo final en el que no está contando con protagonismo y tampoco cuajó un buen partido.

Tras el mal inicio, un error de Mejías al cuarto de hora propició el primero de Elady Zorrilla, que no lo celebró como muestra de respeto a su exequipo. A pesar del cambio de actitud en la segunda mitad, otro fallo de la zaga al completo en un córner permitió el doblete de Elady y certificó la derrota. Fue incapaz el conjunto albinegro de generar peligro para recortar distancias.

La intensidad del FC Cartagena en el inicio del partido volvió a estar condicionada por su situación clasificatoria. El Huesca, con la salvación en juego, mostró más determinación desde el principio y durante gran parte de la primera mitad. Fue el primero en acercarse a la portería contraria por banda derecha gracias a las internadas de Gerard Valentín y Javi Martínez y con una de ellas casi conecta el extremo con Obeng. Kiko Olivas rechazó el centro en el área pequeña.

Se recuperó el conjunto local con la buena salida de Arnau Solá por la izquierda y un activo Mikel Rico, que conectó defensa y medio campo para ganarse los aplausos de la grada en su último encuentro como futbolista profesional. Arnau Ortiz fue el mejor argumento albinegro en el primer acto con varias jugadas por el costado zurdo. No pudo aprovechar Calero un gran centro templado del catalán al centro del área.

Antes de alcanzar el primer cuarto de hora, el Huesca materializó su mayor convicción con el 0 a 1. Empujaba el cuadro de Antonio Hidalgo a los cartageneros sobre su propia área cuando Gerard Valentín protagonizó otra jugada de peligro, no obstante, fue la poca tensión competitiva del Cartagena lo que propició el tanto. Arnau Solà ganó la posición al extremo, pero despejó hacia la frontal. Javi Martínez cortó el despeje y Hashimoto se adelantó a una estática defensa para controlar de pecho y golpear de volea dentro del área. Tomás Mejías sumó otro error en el blocaje para ofrecer un balón suelto a el exalbinegro Elady Zorrilla, que también estuvo más vivo para cazar el rechace y ponerla dentro.

En los minutos posteriores al gol siguió notándose la falta de intensidad del Cartagena, que no era capaz de sacar el balón de su campo ni conectar con un ataque prácticamente inédito en la primera mitad. En defensa, la falta de actitud generó problemas que no se tradujeron en goles debido al desacierto de los aragoneses. Todos los duelos y las segundas jugadas se decantaron del lado visitante.

En ese contexto, el primer tiro albinegro llegó pasada la media hora de partido, por parte de Kiko Olivas, quien remató alto otro centro de Arnau Ortiz. En el tramo final de la primera parte recuperó cierta cuota de balón el conjunto local, pero continuó teniendo problemas para combinar con su ataque. Darío Poveda lo intentó de espaldas pero fue estuvo aislado por el marcaje rival.

Así llegó el descanso tras un minuto de descuento decretado por Saúl Ais Reig. Tras la pausa, el Cartagena salió con otro aire. Ya en el primer minuto combinó en campo contrario el cuadro albinegro, llegó al área con una conducción de Calero y el mismo lateral -situado como extremo- sirvió un buen balón al segundo palo. La zaga rechazó la pelota y Diego Moreno llegó desde atrás para empalmar la volea, pero el disparo salió rozando el palo.

Al siguiente minuto volvió a llegar Calero a línea de fondo para servir un centro que fue bloqueado. Ahogaba el Cartagena a su rival, con la excepción de un grave error de Rico, que regaló una opción de gol al Huesca con un pase atrás fallido. Obeng se plantó sólo frente a Mejías, pero Solà replegó con velocidad para incomodar al delantero, que terminó definiendo desviado.

Parecía controlado el partido por el conjunto del Cartagonova cuando el Huesca dobló su ventaja desde el córner. La colgó Javi Martínez al segundo palo y la altura del balón hizo dudar tanto a Mejías como al resto de la zaga hasta llegar a Elady en el segundo palo. El jienense golpeó con el interior con la portería descubierta y, tras golpear el cuerpo de Moreno, el balón entró para poner el 0 a 2 en el marcador.

Justo tras el segundo tanto azulgrana llegó un triple cambio para tratar de modificar el escenario. Iván Ayllón sustituyó a Solà, Ortuño a Darío Poveda y Alarcón entró por Mikel Rico, que abandonó por última vez el terreno de juego entre aplausos del público y abrazos de compañeros y rivales. Las permutas no cambiaron nada y la lentitud se apoderó del Cartagena. Los oscenses, con muy poco, contuvieron el poco ímpetu ofensivo albinegro.

Poco a poco fue muriendo el choque sin demasiado fútbol ni intensidad. Después de tres minutos de descuento, el colegiado señaló el final del partido que consumó la derrota cartagenera por 0 a 2. Con su triunfo, el Huesca logró la permanencia matemática y lo celebró sobre el césped del Cartagonova.

El encuentro frente al Huesca queda muy distante de dignificar al club, un concepto que ha ido introduciendo el vestuario para afrontar el final de temporada sin objetivos. La afición llegó a manifestarse contra su directiva durante un tramo del encuentro. 

Calero: «Estoy muy, muy feliz porque esto le da valor a lo que hemos hecho»
El entrenador del FC Cartagena, Julián Calero, atendió a los medios de comunicación tras el encuentro para comentar el partido, aunque no quiso quedarse con la mala imagen mostrada. «No me quedo con el partido de hoy porque le quitaría mérito a lo que hemos hecho durante la segunda vuelta», mencionó.

Julián utilizó la derrota para revalorizar la salvación. «Estoy muy muy feliz porque esto le da valor a lo que hemos conseguido en la segunda vuelta, que es brutal. Esto nos pone en contexto, así que estoy encantado. Se ha visto que la competición es muy difícil», comentó. 

En cuanto a lo visto sobre el terreno de juego, el técnico lo clasificó como «sencillísimo» en su análisis. «No hemos entrado con la tensión y la intensidad necesaria. Cuando no te juegas nada y tu rival se está jugando mucho, suelen pasar estas cosas. Lo hemos intentado, pero no hemos tenido acierto ni un buen día», expresó.

Además, explicó Julián el por qué de la escasa intensidad de los suyos. Tenemos muchos jugadores que no tienen contrato para el año que viene y otros que vuelven cedidos a sus equipos. Los finales de temporada son complicados porque hay un componente personal que no es facil de explicar, continuó.

Tras el que pudo ser su último encuentro en el Cartagonova, Julián expresó que no piensa en esas cosas. «No hay nada escrito en el futuro de las personas y de los equipos. No hay nada cerrado ni he hecho nada que pudiera enturbiar a mi club o faltar al respeto a mi club», zanjó sobre los rumores que le sitúan en el Levante. «Yo ahí soy muy respetuoso y cuando acabe el domingo que viene se tomarán decisiones y veremos por donde vamos, pero es verdad que a pesar de la derrota la gente me ha mostrado mucho cariño porque son conscientes del mérito de lo que hemos hecho. Nos habría gustado una despedida mejor», concluyó el entrenador.

La Opinión


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