FC Cartagena 1-0 AD Alcorcón

El FC Cartagena se ve en Segunda División un año más tras vencer al Alcorcón de manera agónica en el Municipal Cartagonova. Un solitario gol de Jairo decidió un partido gris en el que los nervios se dejaron notar en forma de imprecisiones por parte de ambos conjuntos. Los albinegros fueron mejores en la primera parte y se pusieron por delante, mientras que los alfareros mejoraron en la segunda, pero de manera insuficiente. La madera terminó salvando al Cartagena en el último suspiro y el pitido final liberó la tensión de una temporada de muchas emociones. 

Con el triunfo, el Cartagena se sitúa en décimo tercera posición con 48 puntos y pone mucha tierra de por medio con el descenso. Supera a un rival directo, a quien también gana el golaveraje particular, y aprovecha las derrotas de Villarreal B (39), Huesca (42) y Mirandés (44). La jornada no significa la permanencia matemática, pero sí virtual de un Cartagena que está a un paso de obrar el milagro. 

El calor de la grada, con tifo incluido en los minutos previos al comienzo del partido, no se trasladó al césped en el tramo inicial. Tras un primer arreón que terminó siendo un espejismo, el ímpetu albinegro se desinfló para firmar un primer tiempo muy lento y espeso. Las faltas e interrupciones fueron culpables del poco ritmo del encuentro en sus primeras fases, en las que las ocasiones brillaron por su ausencia.

Frenó también ese ímpetu el cuadro visitante. Un Alcorcón que quiso instalarse en campo rival por su banda derecha con Jacobo y Marciano en punta. Lo consiguió con juego directo, pero el cuadro cartagenero se hizo dueño de la posesión para evitar jugadas rápidas que pusieran en peligro el marcador.

Llegada la media hora de partido, la única creación ofensiva del partido fue una tímida incursión del Cartagena, que combinó en las inmediaciones del área para perder la pelota en los últimos metros. Momento también en el que el choque subió de revoluciones en un tono agresivo tras varias disputas y discusiones sobre el césped. También lo intentó el cuadro local a través de una jugada ensayada de falta que finalizó Luis Muñoz con un tiro muy desviado.

Tras la ocasión fallida a balón parado llegó el tanto cartagenero. Tan inesperado como poco elaborado, aunque también desde la jugada a balón parado. Iván Calero puso la pelota en juego desde la banda con un saque largo dirigido al balcón del área desde la derecha, Alarcón se apresuró para recibir haciendo saltar con él a un central que erró en su despeje dejando tras de sí un hueco a la espalda y el balón suelto. Lo aprovechó el más listo de la clase, un Jairo que agarró la pelota, ganó la posición perfecta con dos toques y definió a la cepa del palo con un disparo cruzado perfecto que hizo el 1 a 0. 

Después del gol no hubo ni reacción alfarera ni subidón albinegro. El encuentro volvió a su cauce tranquilo hasta que llegó el final del primer acto pasados los tres minutos de descuento que decretó Alejandro Quintero González.

En la segunda mitad, el FC Cartagena fue también el primero en protagonizar los acercamientos con una contra muy bien dirigida por Luis Muñoz y finalizada de forma imprecisa por Tomás Alarcón. Recibió en la frontal el chileno, pero su mal control no le dejó otra alternativa que golpear de volea. El balón mordido terminó en las manos de Jesús Ruiz. Pasados los primeros minutos del segundo acto, Mehdi Nafti reaccionó dando entrada a Emmanuel Addai, quien revolucionó la ofensiva visitante.

Con el ghanés sobre el terreno de juego mejoró el Alcorcón en el tramo central del segundo tiempo, pero fue incapaz de finalizar con peligro. El propio Addai remató desde lejos fuera en su primera intervención y Jacobo buscó suerte con un golpeo de 30 metros que cayó sobre el travesaño albinegro. Lizoain palmeó para evitar el tanto. Un remate muy alto de Chiki fue de lo último que generó el Alcorcón en ese apretón.

Para cortar la mejora amarilla, Calero introdujo un triple cambio. Se marcharon Jairo, Musto y Ortuño por Diego Moreno, Mikel Rico y Poveda. Así se recuperó el equipo, también gracias a las incorporaciones de Iván Calero al ataque por el costado diestro. Un tramo repleto de imprecisiones por parte de ambos equipos dio paso a la etapa final, en la que Narváez cerca estuvo de sentenciar con una doble ocasión que detuvo el meta contrario y en la que el Alcorcón a punto estuvo de empatar.

El Cartagena se defendió hasta con seis hombres tras la entrada de Verdú, pero el nuevo esquema descompuso el orden defensivo. En ese contexto, el cuadro madrileño se echó encima del área de Lizoain, pero sus errores en los metros finales le impidieron generar más peligro. Ya en el descuento, Addai recortó a su par en la izquierda y sirvió un centro perfecto que cayó en el área pequeña, donde Óscar Rivas ganó la espalda de la zaga para rematar completamente solo ante Raúl. El Cartagonova contuvo la respiración. Por suerte para los albinegros, la escuadra repelió el testarazo y la última jugada del partido, también a la espalda, fue desaprovechada por Jacobo.

Con los tres puntos en el bolsillo y tras el pitido final, la parroquia albinegra celebró una victoria que es casi definitiva para lograr la salvación. La grada entonó el 'Calero quédate' y el técnico parleño rompió a llorar en un desahogo por la complicada temporada que se ha vivido en la rambla de Benipila. El Cartagena se ve en Segunda División. Está a sólo un paso que puede dar en las últimas cuatro jornadas.

La Opinión

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