Extremadura UD 1-0 FC Cartagena

El FC Cartagena no tiene otra alternativa que tratar de remontar el 1-0 adverso que trae del encuentro de ida de la última eliminatoria por el ascenso después de caer por la mínima en Almendralejo ante el Extremadura.
Los albinegros necesitan ganar por dos goles de diferencia para superar a un rival que ha llegado mucho más entero a esta fase por el ascenso que el conjunto cartagenero y así se pudo observar en el choque jugado en el Francisco de la Hera.
No solo la calidad, que la tiene y en cantidad, sino la fortaleza física ofrecida por el Extremadura explican en parte que el conjunto almendralejense fuera superior casi desde el minuto cinco de partido. El 1-0 se puede antojar hasta corto por las ocasiones, algunas de ellas muy claras, que tuvo en algunos momentos del encuentro. Aunque hay que decir, para descarga de los de Alberto Monteagudo, que el colegiado Varón Aceitón se comió un gol legal de Aketxe en la segunda parte cuando el asistente señaló un fuera de juego inexistente del goleador vasco.
Pero para saber realmente cuál fue la diferencia entre uno y otro equipo basta con ver la aportación ofrecida por Zarfino en el encuentro de ayer. El uruguayo llegaba enchufado tras los dos goles que marcó ante el Mirandés y su actuación en medio campo fue sobresaliente, por encima de cualquier otro jugador sobre el terreno de juego. Parecía como si con él no fuera el calor sobre el césped o los cientos de minutos sobre las piernas de los jugadores. Estuvo rápido en las anticipaciones, listo en los despliegues de su equipo y poderoso en medio campo. A eso hay que añadir que Kike Márquez ponía peligro en cada balón que mandaba al área y que Jairo es un joven jugador muy desequilibrante por la banda que llevó de cabeza ayer a Óscar Ramírez.
El resultado fue quizá lo mejor que puede extraerse porque el Extremadura lo hizo casi todo bien, incluso para haber encarrilado en casa el ascenso, aunque una gran primera parte de Pau Torres y la suerte en otras acciones en la segunda evitaron el segundo tanto local, que hubiera sido quizá definitivo para la moral de los jugadores cartageneristas.
Si exceptuamos los primeros cinco minutos, donde pudimos ver a un Cartagena que tocaba en corto rápido, desplegaba el balón en largo con criterio o se acercaba con peligro a la meta de Manu García, lo demás fue ya tiempo para los de Sabas.
El conjunto cartagenero llegó con el lastre de la ausencia de Jesús Álvaro por la banda izquierda, un auténtico llegador que tuvo que quedarse en casa. Monteagudo decidió apostar por Michel Zabaco en esa posición, lo que mermó cualquier destello de velocidad por esta zona. Cordero, como estaba previsto, tampoco pudo jugar por estar lesionado y ahí es donde más notó su equipo la ausencia del andaluz. El equipo andaba demasiado partido, con dos jugadores arriba casi aislados y un equipo retrasado cuando saltaba la línea de medio campo.
De esta manera, el Extremadura llegaba bien al área de un Pau Torres que se desgañitaba dando instrucciones a los suyos. Enric Gallego fijaba a los centrales. Con su corpulencia tocaba casi todos los balones y convertía cada acción en una jugada con peligro.
El hecho de estar tan retrasados, y de una buena presión en la salida de balón por parte de los locales provocaba que el Cartagena no tuviera más de tres pases seguidos el balón, no pudiera dominar y su medio campo casi nunca consiguiera opciones de filtrar el balón a sus dos atacantes.
Al cuarto de hora Valverde ya tuvo la primea con un remate de cabeza tras un gran centro de Enric Gallego que se fue fuera por poco. Luego fue Jairo quien lo intentó cuando se encontró un balón que despejó mal Hugo Rodríguez, pero Pau Torres sacó la mano para despejar.
Hugo Rodríguez estaba demasiado retrasado, como Gaspar por lo que el desgaste que tuvieron que hacer en defensa lastró su capacidad ofensiva. Ambos no servían de complemento arriba porque no tenían nunca el balón y perdían por inferioridad.
Antes de cumplirse la media hora de nuevo Zarfino, desde fuera del área, y Gallego, de cabeza pusieron a prueba a Pau Torres.
Pero pese a todo, el conjunto albinegro logró salir un par de minutos de ese dominio al que estaba siendo sometido para apuntar a la portería de Manu García.
En un saque de esquina botado desde la derecha Moisés remataba en plancha de cabeza y en el camino el balón se encontraba la bota de Aketxe, quien tocó sutilmente para mandarla adentro. Mala suerte la suya, porque el balón fue al palo y el portero reaccionó rápido, antes de que volviera a tocarla el vasco.
Ahí la tuvo el Cartagena en su única aproximación con peligro. Un gol hubiera supuesto un baño de agua fría para los extremeños.
Pero en el tiempo añadido -el colegiado dio cinco minutos al haber detenido el partido para que los jugadores se hidratasen-, una falta botada por Márquez al segundo palo encontró la cabeza de Pardo, quien la picó para mandarla al fondo de la red a pesar de que Pau tocó con su manopla.
En la segunda parte el partido no cambió nada. El Extremadura achuchaba a sabiendas de que el Cartagena no tenía las ideas claras y buscaba el segundo gol que les pusiera en el camino de Segunda. Enric Gallego probó a Pau en el 47 en un errores defensivo en el saque de la pelota. Quique Márquez la tuvo más clara en el 50 con un mano a mano tras pérdida de Benito en medio campo. Se plantó solo, remató y se marchó al palo. Gallego la recogía y a bocajarro, con todo para mandarla a la red, Mejías se interpuso para tocarla y enviarla a saque de esquina.
El Cartagena hacía aguas en la salida de balón, ya no le faltaba nada más para sucumbir, pero Monteagudo dio entrada a Zalazar y Ruibal para buscar más control en medio campo y algo de velocidad por banda. El bloque albinegro mejoró, no mucho, pero sí algo. Ruibal centraba a Aketxe quien no pudo rematar y reclamó penalti y luego lo intentó con una acción personal y disparo raso que se fue fuera por poco. En el 80 el colegiado anuló un gol por fuera de juego -las imágenes en televisión decían que no lo era- y el Extremadura no achuchó más, ante el paso adelante de los albinegros.

El Extremadura se llevó el primer round por méritos propios y deja al Cartagena con una papeleta difícil, pero no imposible. Solo queda un partido para acabar la temporada y el equipo cartagenerista podría besar el cielo con el ascenso o perderlo todo en casa, en el Cartagonova y ante un campo que se presume lleno el próximo domingo.
La Opinión

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