RCD Español 3-0 FC Cartagena

El once de gala con el que Julián Calero afrontó la última jornada de liga no fue suficiente para cambiar una dinámica negativa que arrastraba el Fútbol Club Cartagena desde que consiguió la milagrosa salvación. Con el objetivo cumplido, la relajación se apoderó del equipo albinegro y se ha mantenido hasta el último encuentro. 

Saltó el Cartagena al Stage Front Stadium con la intención de pelear el partido. Un partido que no cambiaba absolutamente en nada su situación, pero que podía hacer variar las posiciones del play off. Lizoain volvió a la portería, Ortuño al ataque, y no hubo premio para los menos habituales esta vez. No obstante, el serio partido de los albinegros duró cincuenta minutos, lo que tardó el Espanyol en abrir la lata.

No bajó los brazos inmediatamente el Cartagena, pero sí lo hizo en un tramo final para olvidar. Recibió tres goles más el conjunto cartagenero, aunque el último no subió al marcador por fuera de juego. Dobló la ventaja Braithwaite tras un regalo de Diego Moreno; e hizo el tercero Melamed después de haber golpeado el palo. Braithwaite marcó en la última del partido, pero fue anulado. Mal sabor de boca de un Cartagena que termina con tres derrotas consecutivas y que comienza un incierto periodo hasta el comienzo del siguiente curso. 

El choque en el Stage Front Stadium inició con tímidos acercamientos del Espanyol sobre el área cartagenera. Los albinegros, ordenados en defensa, repelieron cualquier intento perico con actitud en su presión y la intensidad en las marcas que les había faltado en los dos últimos encuentros. En ese contexto, los locales se vieron obligados a aumentar la velocidad de circulación y así llegó el primer disparo a portería, de Braithwaite, y de chilena. Raúl Lizoain, de vuelta al once, palmeó a córner.

El ecuador de la primera parte fue un valle desértico de ocasiones. Los errores en ambos conjuntos marcaron un ritmo trabado y discontinuo, no obstante, sirvió como transición al Cartagena para sacudirse el dominio rival. Así, Fontán fue adquiriendo posiciones más adelantadas para poner varios centros al área con los que encontró a Luis Muñoz, pero que no se tradujeron en disparos a portería.

Continuó mejor durante algunos minutos el conjunto de Julián Calero, pisando mucho el campo contrario, cuando sucedió una acción clave del encuentro: Musto regateó en la frontal y filtró un pase al interior del área que recogió Ortuño. El yeclano regateó a Joan García y recibió falta, señalada como penalti. Sin embargo, el asistente de De la Fuente Ramos indicó la posición de fuera de juego que fue corroborada por el VAR. Una posición muy justa que no volvió a mostrarse en las pantallas y que dejó con la duda a la afición.

El tramo final de los primeros cuarenta y cinco minutos fue de total dominio perico. Ante el murmullo de su afición, los blanquiazules aumentaron su presión sobre el área de Lizoain y tuvieron el primer gol en una gran acción de Braithwaite, que recogió un centro peinado en el segundo palo, controló y recortó a Calero con un amago. Su disparo al palo corto se estrelló en la madera por fortuna para el Cartagena.

Terminó mejor la primera y comenzó mejor la segunda el equipo local. Sobre el 50 de juego a punto estuvo de encontrar el gol olímpico Aguado y Lizoain tuvo que despejar de puños sobre la línea. A pesar de ello, siguió sin mostrar claridad. No la necesitó. Sólo cinco minutos después Por último, Calero explicó por qué regresó a su once ‘tipo’ para el último partido de liga. «Quería premiar a la gente que nos ha sacado del fango. También quería darlo minutos a Jony Álamo y gente que no los ha tenido. He tenido el suficiente corazón para darle a todos un poco en estos tres partidos. Era una forma de premiar a la plantilla, que han estado siempre y han logrado la permanencia», concluyó el entrenador del FC Cartagena. abrió la lata el Espanyol con un contragolpe letal en el que puso a correr a Salvi Sánchez por el costado diestro. El extremo encontró a Puado en el punto de penalti con un pase raso y el delantero se separó de los centrales para definir con el interior de su pie izquierdo, lejos del alcance de Raúl Lizoain.

Entraron al partido Narváez, Poveda, Moreno, Jony Álamo y Juan Carlos Real para disputar los últimos minutos de la temporada. Unos minutos en los que hubo poco fútbol sobre el césped. Mantuvo la compostura el Cartagena con un buen partido hasta que Diego Moreno regaló un balón al máximo goleador de Segunda frente a su portero. Braithwaite aprovechó el regalo con una vaselina perfecta sobre la salida de Lizoain para hacer su vigésimo segundo tanto y el 2 a 0 que sentenciaba el encuentro.

Sin embargo, no se conformó el Espanyol, que cogió confianza con el tanto y se aprovechó de un Cartagena derrotado. Melamed golpeó de volea al palo y en la siguiente ocasión, ya en el descuento, hizo el 3 a 0 definitivo. Con un pase al hueco perfecto puso a correr a Martin, quien cuerpeó con Calero para ganar el balón. Con los jugadores sobre el suelo fue Jofre quien deslió la acción con un taconazo al punto de penalti que dejó sólo a Melamed llegando desde segunda línea. Remató a placer sin oposición y con la zaga descolocada.

Aún marcaría un cuarto el Espanyol, pero no subió al marcador. Con dos paredes desarmó el equipo local la estructura albinegra, muy estática y apática. Óscar Gil centró para Braithwaite, quien marcó en el segundo palo, pero el VAR indicó el fuera de juego del lateral que recibió el balón al espacio. 

Así termina la temporada del FC Cartagena, sin un atisbo de competitividad ni siquiera con el equipo de gala. Con la salvación en el bolsillo, los albinegros han dejado de esforzarse sobre el terreno de juego y finalizan el curso con mal sabor de boca en décimo tercera posición. El Espanyol, por su parte, disputará el play off de ascenso como cuarto clasificado.

Calero: "Hemos entregado el guante y eso sí que me duele" 
Julián Calero, entrenador del FC Cartagena, compareció ante los medios en la última rueda de prensa pospartido de la temporada. El técnico madrileño analizó el encuentro poniendo el foco en sus jugadores. «Este equipo, si no llega al 120 por ciento no le da», comentó. «Ellos han entrado bien en el partido, pero no nos han generado mucho peligro en la primera parte», explicó Julián antes de mostrar su incredulidad por el penalti a favor que el VAR anuló por fuera de juego. «Hemos tenido el penalti, que me ponen las líneas y me da vergüenza. Yo no veo fuera de juego por ningún lado. Me deja un poco extrañado», expresó.

Para Calero, esa jugada es determinante. «Si nos hubiéramos adelantado ahí, les habríamos generado muchos problemas por las circunstancias», manifestó el entrenador mostrando su enfado. «Puedes perder y te pueden pasar mil cosas, pero entregar el guante, no. Me duele y me molesta mucho», reiteró el de Parla.

Volvió a defender Julián el trabajo realizado para lograr la permanencia. «Nuestro objetivo era venir a Barcelona sin jugarnos nada», dijo. Aún así, se mostró consciente de sus errores. «Lo conseguimos hace dos semanas, pero desde entonces hemos ido al 90 por ciento y no nos ha dado», aseveró.

Por último, Calero explicó por qué regresó su once "tipo" para el último partido de liga. Queria premiar a la gente que nos a sacado del fango. También queria darle minutos a Jony Álamo y gente que no los ha tenido. He tenido el suficiente corazón para darle un poco en estos tres partidos. Era una forma de premiar a la plantilla, que han estado siempre yhan logrado la permanencia, concluyó el entrenador del FC Cartagena.

La Opinión


FC Cartagena 0-2 SD Huesca

Se venía comentando en el entorno del Fútbol Club Cartagena la posibilidad de quedar desconectado de la liga tras conseguir la ansiada permanencia y así viene siendo en las dos últimas jornadas. Sin nada en juego, los albinegros no han sabido imprimir intensidad a su juego. Al igual que en Ipurúa, la tensión competitiva marcó el fútbol cartagenero, tanto en defensa como en ataque y también en la circulación del balón, demasiado lenta para generar cualquier tipo de peligro.

Introdujo Calero a muchos futbolistas de la segunda unidad. Entre ellos, un Tomás Mejías defendió sin éxito la portería y corroboró su insuficiente nivel de forma para las exigencias de LaLiga Hypermotion. También fueron titulares Diego Moreno y Arnau Solà en los laterales con un decente rendimiento, Mikel Rico en el centro del campo durante su despedida como futbolista profesional y Arnau Ortiz en la izquierda. Darío Poveda regresó al once tras un tramo final en el que no está contando con protagonismo y tampoco cuajó un buen partido.

Tras el mal inicio, un error de Mejías al cuarto de hora propició el primero de Elady Zorrilla, que no lo celebró como muestra de respeto a su exequipo. A pesar del cambio de actitud en la segunda mitad, otro fallo de la zaga al completo en un córner permitió el doblete de Elady y certificó la derrota. Fue incapaz el conjunto albinegro de generar peligro para recortar distancias.

La intensidad del FC Cartagena en el inicio del partido volvió a estar condicionada por su situación clasificatoria. El Huesca, con la salvación en juego, mostró más determinación desde el principio y durante gran parte de la primera mitad. Fue el primero en acercarse a la portería contraria por banda derecha gracias a las internadas de Gerard Valentín y Javi Martínez y con una de ellas casi conecta el extremo con Obeng. Kiko Olivas rechazó el centro en el área pequeña.

Se recuperó el conjunto local con la buena salida de Arnau Solá por la izquierda y un activo Mikel Rico, que conectó defensa y medio campo para ganarse los aplausos de la grada en su último encuentro como futbolista profesional. Arnau Ortiz fue el mejor argumento albinegro en el primer acto con varias jugadas por el costado zurdo. No pudo aprovechar Calero un gran centro templado del catalán al centro del área.

Antes de alcanzar el primer cuarto de hora, el Huesca materializó su mayor convicción con el 0 a 1. Empujaba el cuadro de Antonio Hidalgo a los cartageneros sobre su propia área cuando Gerard Valentín protagonizó otra jugada de peligro, no obstante, fue la poca tensión competitiva del Cartagena lo que propició el tanto. Arnau Solà ganó la posición al extremo, pero despejó hacia la frontal. Javi Martínez cortó el despeje y Hashimoto se adelantó a una estática defensa para controlar de pecho y golpear de volea dentro del área. Tomás Mejías sumó otro error en el blocaje para ofrecer un balón suelto a el exalbinegro Elady Zorrilla, que también estuvo más vivo para cazar el rechace y ponerla dentro.

En los minutos posteriores al gol siguió notándose la falta de intensidad del Cartagena, que no era capaz de sacar el balón de su campo ni conectar con un ataque prácticamente inédito en la primera mitad. En defensa, la falta de actitud generó problemas que no se tradujeron en goles debido al desacierto de los aragoneses. Todos los duelos y las segundas jugadas se decantaron del lado visitante.

En ese contexto, el primer tiro albinegro llegó pasada la media hora de partido, por parte de Kiko Olivas, quien remató alto otro centro de Arnau Ortiz. En el tramo final de la primera parte recuperó cierta cuota de balón el conjunto local, pero continuó teniendo problemas para combinar con su ataque. Darío Poveda lo intentó de espaldas pero fue estuvo aislado por el marcaje rival.

Así llegó el descanso tras un minuto de descuento decretado por Saúl Ais Reig. Tras la pausa, el Cartagena salió con otro aire. Ya en el primer minuto combinó en campo contrario el cuadro albinegro, llegó al área con una conducción de Calero y el mismo lateral -situado como extremo- sirvió un buen balón al segundo palo. La zaga rechazó la pelota y Diego Moreno llegó desde atrás para empalmar la volea, pero el disparo salió rozando el palo.

Al siguiente minuto volvió a llegar Calero a línea de fondo para servir un centro que fue bloqueado. Ahogaba el Cartagena a su rival, con la excepción de un grave error de Rico, que regaló una opción de gol al Huesca con un pase atrás fallido. Obeng se plantó sólo frente a Mejías, pero Solà replegó con velocidad para incomodar al delantero, que terminó definiendo desviado.

Parecía controlado el partido por el conjunto del Cartagonova cuando el Huesca dobló su ventaja desde el córner. La colgó Javi Martínez al segundo palo y la altura del balón hizo dudar tanto a Mejías como al resto de la zaga hasta llegar a Elady en el segundo palo. El jienense golpeó con el interior con la portería descubierta y, tras golpear el cuerpo de Moreno, el balón entró para poner el 0 a 2 en el marcador.

Justo tras el segundo tanto azulgrana llegó un triple cambio para tratar de modificar el escenario. Iván Ayllón sustituyó a Solà, Ortuño a Darío Poveda y Alarcón entró por Mikel Rico, que abandonó por última vez el terreno de juego entre aplausos del público y abrazos de compañeros y rivales. Las permutas no cambiaron nada y la lentitud se apoderó del Cartagena. Los oscenses, con muy poco, contuvieron el poco ímpetu ofensivo albinegro.

Poco a poco fue muriendo el choque sin demasiado fútbol ni intensidad. Después de tres minutos de descuento, el colegiado señaló el final del partido que consumó la derrota cartagenera por 0 a 2. Con su triunfo, el Huesca logró la permanencia matemática y lo celebró sobre el césped del Cartagonova.

El encuentro frente al Huesca queda muy distante de dignificar al club, un concepto que ha ido introduciendo el vestuario para afrontar el final de temporada sin objetivos. La afición llegó a manifestarse contra su directiva durante un tramo del encuentro. 

Calero: «Estoy muy, muy feliz porque esto le da valor a lo que hemos hecho»
El entrenador del FC Cartagena, Julián Calero, atendió a los medios de comunicación tras el encuentro para comentar el partido, aunque no quiso quedarse con la mala imagen mostrada. «No me quedo con el partido de hoy porque le quitaría mérito a lo que hemos hecho durante la segunda vuelta», mencionó.

Julián utilizó la derrota para revalorizar la salvación. «Estoy muy muy feliz porque esto le da valor a lo que hemos conseguido en la segunda vuelta, que es brutal. Esto nos pone en contexto, así que estoy encantado. Se ha visto que la competición es muy difícil», comentó. 

En cuanto a lo visto sobre el terreno de juego, el técnico lo clasificó como «sencillísimo» en su análisis. «No hemos entrado con la tensión y la intensidad necesaria. Cuando no te juegas nada y tu rival se está jugando mucho, suelen pasar estas cosas. Lo hemos intentado, pero no hemos tenido acierto ni un buen día», expresó.

Además, explicó Julián el por qué de la escasa intensidad de los suyos. Tenemos muchos jugadores que no tienen contrato para el año que viene y otros que vuelven cedidos a sus equipos. Los finales de temporada son complicados porque hay un componente personal que no es facil de explicar, continuó.

Tras el que pudo ser su último encuentro en el Cartagonova, Julián expresó que no piensa en esas cosas. «No hay nada escrito en el futuro de las personas y de los equipos. No hay nada cerrado ni he hecho nada que pudiera enturbiar a mi club o faltar al respeto a mi club», zanjó sobre los rumores que le sitúan en el Levante. «Yo ahí soy muy respetuoso y cuando acabe el domingo que viene se tomarán decisiones y veremos por donde vamos, pero es verdad que a pesar de la derrota la gente me ha mostrado mucho cariño porque son conscientes del mérito de lo que hemos hecho. Nos habría gustado una despedida mejor», concluyó el entrenador.

La Opinión


SD Eibar 1-0 FC Cartagena

Después de lograr la salvación con tres jornadas de antelación, corría el riesgo el Fútbol Club Cartagena de perder la tensión competitiva y eso es lo que le pasó ayer en Ipurua frente al Eibar. Contra un equipo que se jugaba el ascenso directo, el conjunto albinegro se vio sorprendido en los primeros minutos por el ímpetu y la necesidad armera. Así, en el primer córner del encuentro, la zaga cartagenera perdió las marcas y permitió el gol en contra apenas a los diez minutos, obra de Stoichkov tras una prolongación de Arbilla en el primer palo. 

Sufrió mucho el conjunto visitante en el primer tramo y fue mejorando progresivamente. Aumentó el nivel defensivo para ganar duelos y cuota de balón, pero no estuvo nada fino en ataque. No generó a penas el Cartagena más que cuatro disparos desviados y uno a puerta en todo el partido, un bagaje insuficiente para pelear por la victoria. 

Sorprendidos al inicio
Las modificaciones de Calero para cambiar el rendimiento de su equipo no aportaron lo que se esperaba, aún así, se mantuvieron ordenadas las filas cartageneras buscando su oportunidad con calma. La calma que le ofrece al Cartagena saberse salvado y que se puede permitir tras su hazaña de este año.

El Cartagena saltó al césped de Ipurua dispuesto a competir de tú a tú al Eibar, pero pronto se dejó notar el mayor nivel de intensidad de los locales, que tenían mucho más en juego que los visitantes. La velocidad de combinación del cuadro de Joseba Etxeberria dio rédito en ataque, aunque el tanto que abrió el marcador llegó a balón parado. Con una falta lejana avisó el conjunto armero y en un córner se adelantó el Eibar a los diez minutos de partido.

La puso en juego Mario Soriano en corto para Aketxe, quien envió un gran balón al primer palo. Allí la atacó en carrera Arbilla para rematar a portería, sin embargo, su testarazo no cogió la dirección que deseaba. En el segundo palo esperaba Stoichkov para remachar sin oposición a puerta vacía con el interior de su pie derecho y, aunque el linier y el colegiado señalaron fuera de juego en primera instancia, el VAR intervino para corregir su decisión: Luis Muñoz habilitaba al delantero y el 1 a 0 subía al marcador. 

Minutos de confusión 
Tras la validez del tanto armero, el Cartagena atravesó unos minutos de confusión. Al cuarto de hora, un error en salida de balón permitió a Soriano conectar con Stoichkov sólo en la frontal del área. El punta condujo unos metros y le pegó antes de la llegada de Alcalá, pero se resbaló en la acción y su golpeo salió desviado por suerte para el cuadro albinegro.

No había pasado un minuto cuando, de nuevo Stoichkov como hombre más activo del partido, generó otra ocasión abriéndose a la izquierda y centrando para Sergio León, que golpeó al palo sin portero. Aunque la acción fue invalidada, la balanza se inclinaba cada vez más hacia el lado local. Los primeros veinte minutos fueron un monólogo azulgrana.

La contra, el antídoto 
Comenzó a controlar el Cartagena las llegadas de su rival a partir de entonces y las aprovechó para salir a la contra. En una de ellas, Luis Muñoz recibió cerca del área por el centro para pegar con fuerza a portería. El primer disparo albinegro, demasiado centrado, no supuso peligro alguno para Luca Zidane. Mejoró la combinación del equipo de Julián Calero durante unos minutos y, aunque volvió a dominar la posesión el Eibar las contras fueron un buen argumento.

Iván Calero fue el mejor del Cartagena con salidas potentes desde atrás y Raúl Lizoain tuvo que tapar la última ocasión de Sergio León desde muy cerca. Con calma sobre el terreno de juego se alcanzó el descanso. No obstante, la segunda mitad comenzó con un ritmo endiablado.

Muñoz casi encuentra el empate con un centro que se envenenó y que Zidane tuvo que sacar de la escuadra. Poco después, Konrad recibió en el vértice del área y golpeó cruzado con violencia para encontrar la parada de Raúl. En el córner, los locales cerca estuvieron de marcar el segundo tras una serie de rebotes dentro del área, pero la contra cartagenera fue aún más peligrosa: Luis Muñoz condujo en el 2 para 1, abrió a Alarcón y el centrocampista finalizó mal una buena jugada disparando desviado ante Zidane.

Cambios insuficientes
Para aprovechar la inercia del encuentro, Calero dio entrada a Mikel Rico, Arnau Ortiz y Darío Poveda, pero no tuvieron la suficiente influencia como cambiar el rumbo del encuentro. Se instaló durante tramos intermitentes en campo rival, pero no pudo el Cartagena generar las ocasiones como para empatar el encuentro desde su fútbol.

Pareció conformarse el Eibar con el resultado mientras el Cartagena se mostraba incapaz de acumular hombres en el área, también a pesar de la entrada de Narváez al partido. Por el otro lado, Konrad puso la velocidad para dar salida a los suyos.

Poco a poco fue muriendo el encuentro y los de Calero aprovecharon su condición de salvados para mantener la calma y apurar sus opciones en el descuento. Por contra, los nervios del Eibar permitieron algunas jugadas cartageneras cerca del área, pero su buen nivel defensivo tapó todos los huecos. Tras cuatro minutos de añadido, el colegiado señaló el final y el Cartagena volvió a perder después de una racha de cuatro victorias consecutivas. Se mantienen los albinegros en décimo tercera posición a falta de lo que consiga el Albacete frente al Villarreal B hoy.

Calero: "Nos ha faltado ese punto que te da estar jugándote cosas"
El entrenador del FC Cartagena, Julián Calero, atendió a los medios de comunicación tras el encuentro en Ipurúa. El entrenador defendió el buen nivel de los suyos a pesar de no tener nada en juego. «No se puede faltar el respeto al fútbol porque, más allá del resultado, el espíritu de equipo se pierde. Hemos sido dignos de la competición, hemos estado más o menos acertados, pero lo hemos intentado y eso dignifica a mis jugadores», afirmó.

Por otro lado, Julián también fue crítico con su equipo. «Ha habido cosas que nos han lastrado, como el inicio. Ellos han entrado fuertes porque se jugaban mucho y sabíamos que iban a entrar fuertes. Hemos intentado contenerlo, pero no hemos sido capaces de cerrar bien», comentó.

«A partir del minuto veinte se ha igualado el partido y las hemos tenido, pero nos ha faltado un poco de agresividad, finura o acierto», expresó el entrenador de Parla.

La segunda parte y los minutos finales dejaronn al técnico con ganas de más. «El empate no habría sido injusto. Podría haberse dado cualquier resultado porque ellos han dado un paso atrás para resguardar el tesoro que tenían y nosotros nos hemos metido en campo rival. Nos ha faltado ese punto que te da la competitividad de estar jugándote cosas», reiteró. «Me voy jodido porque no me gusta perder. No me juego nada, pero no me gusta e intento trasladar ese sentimiento a mis jugadores», añadió.

Calero también criticó el criterio arbitral para mostrar amarillas a sus jugadores. «Me parece injusto que lleváramos cuatro amarillas en veinticinco minutos con lo que eso condiciona. En la segunda parte he tenido que quitar a jugadores con amarilla como Ortuño o Tomás>>, manifesto.

Por último, Julián expresó que quiere «cerrar este capítulo lo mejor posible y siendo lo más dignos posible», concluyó el entrenador del FC Cartagena.

La Opinión

FC Cartagena 2-0 CD Tenerife

Milagro. 1. Hecho no explicable por las leyes naturales y que se atribuye a intervención sobrenatural de origen divino. 2. La salvación del Fútbol Club Cartagena en la temporada 2023-24. El diccionario de la parroquia cartagenera ha adquirido una nueva acepción para rememorar durante años venideros lo que logró su equipo con la victoria de ayer sobre el Tenerife. Un milagro es lo que necesitaba el conjunto albinegro a mitad de temporada y un milagro es lo que ha acabado realizando para continuar un año más en el fútbol profesional tras una campaña ilógica. Ironías del fútbol, el FC Cartagena selló ayer la salvación matemática tras una temporada agónica con el partido más fácil de todo el curso.

Fue fácil porque el Cartagena lo hizo fácil. A los seis minutos ya encarriló Ortuño el triunfo rematando a la media vuelta un centro de Jairo. Nunca se sintió amenazado el equipo de Calero. Al borde del descanso, Ortuño hizo el segundo en su cuenta particular y en el partido para poner punto y final a una campaña tortuosa. Un martirio que comenzó en agosto, se fue suavizando gracias a la resurrección del equipo y terminó ayer con el pitido final de Moreno Aragón. El FC Cartagena está por fin salvado.

El inicio de partido del Cartagena fue absolutamente arrollador. Desde el primer minuto se instalaron los albinegros en campo contrario y se volcaron sobre el Tenerife con la incorporación de Calero por la derecha y Fontán por la izquierda. No en vano, fue Iván el primero en amenazar recibiendo en línea de fondo antes de sufrir una fuerte entrada de Mellot. El defensa cedido por el Celta también estuvo bien en la combinación.

Ambos laterales fueron claves para realizar una presión alta que ahogaba al rival y tras un despeje forzado llegó el tanto cartagenero con su primer disparo a portería. La puso en juego Fontán desde el costado y cambió de banda Jairo para recibir en la izquierda. El tinerfeño se marchó de dos y puso un centro a media altura que Ortuño no desaprovechó. Habiendo superado la altura del balón, frenó para controlar de espaldas estirando su pierna izquierda y le pegó de volea con la diestra mientras giraba. El disparo ajustado al palo largo fue imposible para Juan Soriano, que no hizo siquiera el intento por desviar la pelota. 

Tras el gol de los cartageneros, el rimo del partido aminoró. Esta circunstancia benefició a los visitantes, que tomaron aire tras unos primeros minutos de intensa presión y pudieron llegar al área albinegra con centros de Nacho Martínez desde el costado zurdo. En uno de ellos, Enric Gallego casi ve portería ganando la posición a un Pedro Alcalá demasiado blando y disparando al palo largo con mucho peligro.

En el periodo central de la primera parte, el Tenerife se hizo con la posesión y el Cartagena no encontró el camino para salir de su campo. Kiko Olivas tuvo que cortar en el último momento un remate de Gallego en buena posición. No obstante, cuando lo peor lo pasaban los locales, volvieron a manejar los tiempos para controlar el intento de reacción tinerfeña, a quien le costó horrores finalizar jugadas con peligro.

Cuando todo indicaba un tramo final del primer acto tranquilo, el decorado cambió en una jugada sin aparente peligro por la intervención del VAR. Tras una jugada de ataque frustrada de los albinegros, Jeremy Mellot trató de despejar después de un bote muy alto a la misma vez que Alcalá atacó la pelota de cabeza. El visitante golpeó el balón, pero también la cabeza del capitán cartagenero. A pesar de que Moreno Aragón no lo vio en directo, el VAR le llamó a revisar la acción y el colegiado terminó señalando la pena máxima. Alfredo Ortuño dobló la ventaja del Cartagena definiendo a la izquierda y engañando a Soriano. 

Tras cinco minutos de añadido en una primera parte con varias interrupciones, el encuentro llegó al descanso con la sólida ventaja local y el segundo acto continuó en la línea del primero. El Cartagena regresó al terreno de juego con una marcha más y el Tenerife, que realizó cambios para cambiar su rendimiento, lo hizo adormecido. No obstante, la precipitación cartagenera no le permitió llegar. 

Álvaro Jiménez, quien entró desde el banquillo, fue la única amenaza chicharrera con varios disparos que se marcharon por muy poco. En uno de ellos intervino Lizoain con un paradón. Más allá de eso, no tuvo el Tenerife argumentos para pelear el partido en ningún momento. Durante los primeros minutos del segundo tiempo lo intentó el conjunto de Asier Garitano con llegadas de Corredera o Enric Gallego, quien cerca estuvo de recortar distancias en un córner. Apuraba sus opciones de play off el Tenerife, pero se terminaron apagando sobre el minuto 70 de partido. 

Completamente superados por un Cartagena coral, el ‘Tete’ desistió. La entrada de Mikel Rico, Poveda, Juan Carlos Real y Arnau Ortiz sentó bien al cuadro local, que se mantuvo ordenado ante cualquier atisbo de reacción. La grada disfrutó con los suyos en los últimos minutos, sabiendo que el objetivo de la salvación estaba prácticamente cumplido, con olas y olés ante las combinaciones de los jugadores.

El pitido final del colegiado confirmó la presencia del FC Cartagena en Segunda División una temporada más . La comunión del equipo y la grada fue absoluta, con vítores y cánticos para jugadores y cuerpo técnico, gran parte de ellos para Julián Calero como el gran artífice del milagro. 

Julián Calero: "Esto es más que un ascenso, la felicidad es indescriptible"
El técnico del FC Cartagena, Julián Calero, atendió a los medios de comunicación en medio de la fiesta albinegra por la salvación. "Matemáticamente ya nos pueden sacar de la ecuación porque el Cartagena no va a bajar este año. Ahora sí que es un momento alegre y muy bonito", dijo rememorando sus primeras palabras como entrenador albinegro.

"Para mí esto ha sido más que algún ascenso por la dificultad que ha tenido. Cambiar la dinámica negativa del equipo es brutal. Estoy igual que si hubiera ganado una liga o conseguido un ascenso. La felicidad es indescriptible", añadió emocionado.

Calero no se quiso dejar a nadie sin agradecer su trabajo. "Sólo tengo palabras de agradecimiento para todos: staff, cuerpo técnico, fisios, utilleros, médicos, nutricionista, delegado. Ha sido muy bonito y una alegría inmensa", explicó. También a sus jugadores con un ligero protagonismo para Ortuño. "Alfredo ha trabajado muchísimo y que haya hecho estos dos goles es bonito para él, pero yo pienso en el equipo", reiteró el preparador. 

Sobre el encuentro, Julián valoró la competitividad de los suyos. "Hemos competido bien con lo que pedía el partido. Son un muy buen equipo, pero había ganado el Oviedo y lo tenían más difícil. Hemos intentado cerrarlo hoy porque ir a Eibar o al campo del Espanyol era complicado", manifestó sobre la permanencia matemática.

En cuanto a la afición, Calero afirmó que "la gente ha estado espectacular desde el primer minuto donde yo quería que estuvieran: en el campo. Nos ayudan, nos empujan y nos han echado una mano tremenda", admitió.

Por último, el entrenador envió un mensaje a los "satélites" del club. "La fiesta del final hace afición y une al club con la ciudad. Hemos unido a todos los estamentos y este es el resultado. Ya sabe todo el mundo el camino", concluyó.

La Opinión

FC Cartagena 1-0 AD Alcorcón

El FC Cartagena se ve en Segunda División un año más tras vencer al Alcorcón de manera agónica en el Municipal Cartagonova. Un solitario gol de Jairo decidió un partido gris en el que los nervios se dejaron notar en forma de imprecisiones por parte de ambos conjuntos. Los albinegros fueron mejores en la primera parte y se pusieron por delante, mientras que los alfareros mejoraron en la segunda, pero de manera insuficiente. La madera terminó salvando al Cartagena en el último suspiro y el pitido final liberó la tensión de una temporada de muchas emociones. 

Con el triunfo, el Cartagena se sitúa en décimo tercera posición con 48 puntos y pone mucha tierra de por medio con el descenso. Supera a un rival directo, a quien también gana el golaveraje particular, y aprovecha las derrotas de Villarreal B (39), Huesca (42) y Mirandés (44). La jornada no significa la permanencia matemática, pero sí virtual de un Cartagena que está a un paso de obrar el milagro. 

El calor de la grada, con tifo incluido en los minutos previos al comienzo del partido, no se trasladó al césped en el tramo inicial. Tras un primer arreón que terminó siendo un espejismo, el ímpetu albinegro se desinfló para firmar un primer tiempo muy lento y espeso. Las faltas e interrupciones fueron culpables del poco ritmo del encuentro en sus primeras fases, en las que las ocasiones brillaron por su ausencia.

Frenó también ese ímpetu el cuadro visitante. Un Alcorcón que quiso instalarse en campo rival por su banda derecha con Jacobo y Marciano en punta. Lo consiguió con juego directo, pero el cuadro cartagenero se hizo dueño de la posesión para evitar jugadas rápidas que pusieran en peligro el marcador.

Llegada la media hora de partido, la única creación ofensiva del partido fue una tímida incursión del Cartagena, que combinó en las inmediaciones del área para perder la pelota en los últimos metros. Momento también en el que el choque subió de revoluciones en un tono agresivo tras varias disputas y discusiones sobre el césped. También lo intentó el cuadro local a través de una jugada ensayada de falta que finalizó Luis Muñoz con un tiro muy desviado.

Tras la ocasión fallida a balón parado llegó el tanto cartagenero. Tan inesperado como poco elaborado, aunque también desde la jugada a balón parado. Iván Calero puso la pelota en juego desde la banda con un saque largo dirigido al balcón del área desde la derecha, Alarcón se apresuró para recibir haciendo saltar con él a un central que erró en su despeje dejando tras de sí un hueco a la espalda y el balón suelto. Lo aprovechó el más listo de la clase, un Jairo que agarró la pelota, ganó la posición perfecta con dos toques y definió a la cepa del palo con un disparo cruzado perfecto que hizo el 1 a 0. 

Después del gol no hubo ni reacción alfarera ni subidón albinegro. El encuentro volvió a su cauce tranquilo hasta que llegó el final del primer acto pasados los tres minutos de descuento que decretó Alejandro Quintero González.

En la segunda mitad, el FC Cartagena fue también el primero en protagonizar los acercamientos con una contra muy bien dirigida por Luis Muñoz y finalizada de forma imprecisa por Tomás Alarcón. Recibió en la frontal el chileno, pero su mal control no le dejó otra alternativa que golpear de volea. El balón mordido terminó en las manos de Jesús Ruiz. Pasados los primeros minutos del segundo acto, Mehdi Nafti reaccionó dando entrada a Emmanuel Addai, quien revolucionó la ofensiva visitante.

Con el ghanés sobre el terreno de juego mejoró el Alcorcón en el tramo central del segundo tiempo, pero fue incapaz de finalizar con peligro. El propio Addai remató desde lejos fuera en su primera intervención y Jacobo buscó suerte con un golpeo de 30 metros que cayó sobre el travesaño albinegro. Lizoain palmeó para evitar el tanto. Un remate muy alto de Chiki fue de lo último que generó el Alcorcón en ese apretón.

Para cortar la mejora amarilla, Calero introdujo un triple cambio. Se marcharon Jairo, Musto y Ortuño por Diego Moreno, Mikel Rico y Poveda. Así se recuperó el equipo, también gracias a las incorporaciones de Iván Calero al ataque por el costado diestro. Un tramo repleto de imprecisiones por parte de ambos equipos dio paso a la etapa final, en la que Narváez cerca estuvo de sentenciar con una doble ocasión que detuvo el meta contrario y en la que el Alcorcón a punto estuvo de empatar.

El Cartagena se defendió hasta con seis hombres tras la entrada de Verdú, pero el nuevo esquema descompuso el orden defensivo. En ese contexto, el cuadro madrileño se echó encima del área de Lizoain, pero sus errores en los metros finales le impidieron generar más peligro. Ya en el descuento, Addai recortó a su par en la izquierda y sirvió un centro perfecto que cayó en el área pequeña, donde Óscar Rivas ganó la espalda de la zaga para rematar completamente solo ante Raúl. El Cartagonova contuvo la respiración. Por suerte para los albinegros, la escuadra repelió el testarazo y la última jugada del partido, también a la espalda, fue desaprovechada por Jacobo.

Con los tres puntos en el bolsillo y tras el pitido final, la parroquia albinegra celebró una victoria que es casi definitiva para lograr la salvación. La grada entonó el 'Calero quédate' y el técnico parleño rompió a llorar en un desahogo por la complicada temporada que se ha vivido en la rambla de Benipila. El Cartagena se ve en Segunda División. Está a sólo un paso que puede dar en las últimas cuatro jornadas.

La Opinión