FC Cartagena 1-0 CD Badajoz

El FC Cartagena conseguía en el tiempo añadido meterse entre los cuatro primeros clasificados por vez primera esta temporada, gracias al tanto anotado de penalti por Rubén Cruz. El bloque albinegro logró una sufridísima victoria frente al CD Badajoz en un partido flojo de los albinegros, en el que la disposición defensiva del oponente supuso un auténtico quebradero de cabeza para el ataque local.
Elady, que saltó en la segunda parte, se convertía en uno de los grandes protagonistas del encuentro. Evitó el gol de los pacenses al sacar casi bajo palos un disparo de un atacante del Badajoz a la hora del partido y cuando se habían cumplido dos minutos de tiempo añadido fue objeto de penalti, cuando todo hacía prever que el choque se quedaría en empate.
Los tres puntos suponen una auténtica inyección de moral para un equipo y una afición que vivirán con mucha más intensidad si cabe esta semana del derbi y, de paso, mete dos puntos de diferencia al Real Murcia en este singular duelo regional, que se convierte cada temporada en lo más esperado para ambas aficiones.
Muchas novedades propuso el preparador de inicio. La baja obligada en el lateral izquierdo de Jesús Álvaro la cubría Luis Mata, con menos desborde y velocidad que su compañero canario. Cordero se plantó solo en medio campo, ya que Munúa decidió poner a Carrillo y Santi Jara como jugadores adelantados al sevillano, lo que supuso que el bloque albinegro no tuviera siempre el control del partido, o al menos no el dominio del mismo al que nos tiene acostumbrados.
Igor Paim en la izquierda fue otra de las novedades en el once. El brasileño, hasta ahora jugador de segundas partes, tenía la obligación de demostrar el porqué de su contratación, ya que los destellos ofrecidos hasta ahora habían convencido poco.
A los albinegros se les resistía el fútbol que han ofrecido en otras ocasiones en casa. El Badajoz no es un equipo que empujara en exceso o que quisiera tomar la iniciativa en el marcador. Apretó la salida del Cartagena en momentos muy puntuales y salió a la contra en esporádicas ocasiones, casi todas ellas sin demasiado peligro, por lo que al Cartagena le tocaba apretar los dientes en un encuentro demasiado atascado y con falta de velocidad en los costados, pases interiores y llegada.
Dominaba pero sin profundidad este Cartagena novedoso, al que el camino se le empinaba cuando tocaba crear. El equipo necesitaba más fútbol interior y fue donde Carrillo ofreció más sensación de peligro. En dos pases interiores, el primero de Moyita y el segundo de Carrillo, fue cuando los locales generaron inestabilidad en la pedregosa defensa visitante.
Ambos balones cayeron en los pies de Rubén Cruz, uno en el costado derecho y otro en el izquierdo. En el primero el delantero cartagenerista tuvo tiempo de armar la pierna y disparar a media altura, pero Kike Royo, bien colocado, mandó con su guante el balón a línea de fondo. En la segunda, tras servicio de Carrillo, el atacante se encontro con la pierna de un defensor, que también envió el esférico a línea de fondo.
Los cartageneristas fueron cogiendo más velocidad en el tramo final de la primera parte, probablemente en los apoyos lograron coger más descolocada a la zaga pacense. El Badajoz colocaba a cinco hombres atrás cuando le tocaba defender y esta barrera se hacía infranqueable para los albinegros.
Poco ofreció el Badajoz de Nafti, más preocupado en los primeros cuarenta y cinco minutos de partido de defenderse bien que de intentar anotar.
En la segunda parte el Cartagena saltó al campo más dormido que el oponente y los de Nafti dieron un paso adelante, buscando más repercusión arriba. A los cuatro minutos Eder lo intentó de volea, pero su disparo se marchó fuera por poco.
La réplica llegó de los pies de Santi Jara en el minuto 54. El atacante albinegro recibió caído a la izquierda de Rubén Cruz. Se deshizo de un rival y mandó el balón al otro lado. Ajustó tanto que el esférico se marchó al palo.
Tres minutos más tarde la oportunidad fue para Moyita. Una gran acción del Cartagena por banda izquierda, con centro de Luis Mata y mal remate de Moyita cuando tuvo tiempo de bajar el balón y colocarlo.
El entrenador había dado entrada a Julio Gracia y a Elady y el Cartagena empezaba a tener más argumentos arriba. Gracia es un jugador con buena visión, que sabe mover el balón de un lado a otro y Elady aprovechó su manejo del balón con los pies y la verticalidad para lanzar al equipo.
No obstante, en el minuto 61 Elady tuvo que achicar agua en la mejor ocasión del Badajoz. Un remate dentro del área de un atacante visitante lo repelía en el último instante el albinegro evitando el gol que parecía cantado.
El Cartagena no lograba encontrar la fórmula para generar más peligro. Tocaba y tocaba de un lado a otro y la afición se desesperaba por la poca verticalidad del equipo.

Pero en el tiempo añadido, Cruz tocaba un balón de cabeza en un salto y Elady logró avanzar hasta dentro del área, donde fue derribado por Mario Gómez. El árbitro pitó penalti; Rubén Cruz cogió la pelota y la puso dentro y la afición se marchó tan contenta y se olvidó de todos los pesares sufridos durante los 90 minutos.
La Opinión

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