Merida AD 0-1 FC Cartagena

El Fútbol Club Cartagena dio el pistoletazo de salida al nuevo año de la mejor forma posible. En el que supuso un estreno por partida doble para los albinegros, el desenlace no pudo ser mejor para el conjunto de la ciudad portuaria. Y era un estreno doble porque además de ser el primer encuentro que disputaban en 2020, era también el primero con Borja Jiménez al frente del banquillo. El abulense vio cómo el equipo se llevaba los tres puntos del estadio Romano de Mérida gracias al gol que lograba anotar Pablo Caballero en el último suspiro. Fue el broche a un partido que dejó muchas cosas positivas para el Cartagena.

Mejor empezar con buen pie

La victoria en Mérida hace que el nuevo entrenador coseche los tres puntos en su primer partido como técnico albinegro. Borja Jiménez debutó en el banquillo del Cartagena en una salida siempre difícil en tierras extremeñas. Y lo hizo solo cinco días después de ser presentado en la zona reservada para el FCC Business en el fondo sur bajo del estadio Municipal Cartagonova y con la dificultad que conlleva coger las riendas de un equipo a mitad de temporada. Sin embargo, el de Ávila se ha ganado en menos de una semana la confianza de una plantilla que el pasado sábado demostró que está comprometida con él al cien por cien.
Y es que no es fácil llegar a un vestuario lleno de grandes futbolistas en el que los roles están definidos con anterioridad. Algo que se vio reflejado en la celebración del tanto en el minuto 95 en el que se apreció que la unión de toda la plantilla y el nuevo cuerpo técnico es total. Un gol que hace que Borja entre con buen pie en el club y en el vestuario.

Campeón de invierno y récord

La victoria de forma in extremis hizo también que se batiera otro registro. El Cartagena logró firmar con ese gol la mejor primera vuelta de su historia. 42 puntos que superan los 40 cosechados en las temporadas 2016/2017 –con Alberto Monteagudo en el banquillo- y en la 2005/2006 –cuando entrenaba Juan Ignacio Martínez- y que hacen que el Cartagena acabe la primera vuelta como líder destacado a cinco puntos de un Yeclano Deportivo que continúa imparable y que ya está segundo en la clasificación.
Un puesto que le sirve para proclamarse campeón de invierno del grupo IV de Segunda División B por cuarto año consecutivo y por quinta campaña en su historia. Unos números difícilmente mejorables y a los que solo les falta ser acompañados por un ascenso.

Buena versión con bajas

Cuando un equipo experimenta cambios en un periodo tan corto de tiempo suele ser complicado mostrar una versión de confianza y pueden verse síntomas de inseguridad de precaución excesiva al no querer tener errores. Sin embargo, la cara que pudimos ver el sábado del Cartagena no fue esa ni mucho menos. Un equipo que salió a dominar al rival y que tuvo las oportunidades más claras del encuentro. Especialmente buena fue la primera mitad, donde el conjunto albinegro dominó y pudo abrir el marcador en varias ocasiones y en la que solo faltó afinar un poco la puntería.
Todo ello, además, en un partido en el que las bajas pusieron en jaque a la zaga del Cartagena. Las sanciones de David Forniés y de Carlos David –ambos por cumplir ciclo al acumular cinco cartulinas amarillas- unidas a la marcha de Fucile y a la lesión de Markel Etxeberria, dejaron sin ningún lateral natural a Borja Jiménez, que se vio obligado a recomponer la defensa. Álex Martín, que está siendo esta temporada el recambio habitual, fue el encargado de ocupar el lateral derecho, mientras que a Manu Viana le tocó desempeñarse en el costado izquierdo. Dos 'parches' que en ningún momento hicieron que la línea defensiva se viera descompensada ni descompuesta.

Carrasquilla y Viana, listos

Otra de las buenas noticias fue la reaparición de dos hombres que habían estado lesionados desde el mes de noviembre. Tanto Carrasquilla como Viana volvieron a tener minutos en el estadio Romano, y fueron dos de los jugadores más destacados del partido. El valenciano, de hecho, fue titular en el lateral izquierdo y no solo consiguió cumplir su función en esta posición a nivel defensivo, sino que además logró crear algunas de las oportunidades más claras en ataque. Suyo fue el centro que nada más arrancar la segunda parte terminó con el remate de Elady estrellándose en la madera.

Caso distinto fue el de Carrasquilla. El panameño salió en la segunda mitad para tratar de desatascar el partido cuando estaba empatado. Unos minutos de los que no disfrutaba desde que se lesionara en la ciudad deportiva del Granada hace cerca de dos meses y en los que demostró que tiene muchas alegrías que dar a la afición albinegra.
La Opinión

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