El encuentro dio inicio con un Cartagena mucho más determinado y un Mirandés impreciso. Los primeros cuarenta y cinco minutos fueron casi un monólogo de presión, posesión, ataque y ocasiones de los albinegros, que merecieron el gol y que no lo lograron por mala fortuna sumada a la mala definición de cara a portería.
Ya en los primeros minutos pudo marcar el Cartagena con una de las ocasiones más claras del encuentro, desaprovechada de manera inexplicable por Juan Carlos Real. Alcalá envió un buen balón al área sobre la posición de Ortuño y el delantero, cubierto por uno de los centrales, dejó la pelota con el interior de su pie izquierdo sobre Real, sólo en la derecha. El gallego se plantó ante Ramón Juan, controló y la estrelló en el portero con un disparo raso y centrado cuando tuvo tiempo y espacio para pensar. La jugada que pudo poner por delante a los cartageneros a los cuatro minutos se esfumó por su mala decisión.
Los visitantes controlaron el ritmo del partido gracias a Luis Muñoz y Tomás Alarcón en el doble pivote. La asociación funcionó a la perfección y nutrió de balones al equipo con continuas recuperaciones en la medular. En una de ellas, de Alarcón, el cuadro cartagenero tuvo la segunda del partido a los doce minutos: Iván Calero subió el balón, combinó cerca del área y Real recibió en la frontal para pegarle algo forzado contra el cuerpo de un zaguero. En el córner a punto estuvo Alcalá de ver portería con un buen remate que se marchó demasiado cruzado.
Real envió otra pelota por encima del larguero en unos buenos minutos del equipo y Calero buscó la escuadra para encontrarse con un paradón de Ramón Juan. La primera ocasión local, en las botas del canterano del Atlético Carlos Martín, llegó a los 40 minutos y, aunque pudo suponer el 1 a 0 sin demasiado merecimiento, quedó en un susto. Con la tímida reacción local el partido llegó al descanso y en la reanudación todo cambió.
A pesar de que la primera corrió a cuenta del Cartagena tras un detalle de calidad excelso de Alfredo Ortuño, el Mirandés dio un paso adelante y puso contra las cuerdas a los albinegros. Al aguacero meteorológico le siguió el aguacero futbolístico del Mirandés sobre la meta de Marc Martínez y fue el catalán el que tuvo que salvar en dos ocasiones a los suyos con dos intervenciones de mucho mérito.
Gabri se convirtió en una pesadilla por banda izquierda y un disparo suyo puso el 'uy' en la grada. Más tarde, dejó sólo a Rubén Sánchez con un centro que superó a toda la defensa y que el lateral remató en el área pequeña para toparse con el paradón del catalán. La siguiente fue calcada a la anterior, pero al contrario: Rubén asistió a Gabri y el extremo a punto estuvo de marcar de no ser por el acierto de Marc sobre la línea.
Tuvo que cerrar líneas el cuadro portuario, aún así, la insistencia rojilla terminó con premio. En un saque de esquina rematado por Pablo Ramón, Luis Muñoz cometió penalti por mano. Carlos Martín se encargó de convertir la pena máxima definiendo con calidad a la izquierda de Martínez.
Introdujo cambios Julián Calero para cambiar el partido y lo consiguió. Jansson entró por Alarcón, Musto por Verdú y Lautaro por Ortuño. Tres minutos después empató el Cartagena por mediación de Fontán. Sirvió un centro lejano Ferreiro y el central se adelantó al portero local para peinarla hacia el fondo de la red. Aunque el VAR revisó la jugada durante 6 minutos, finalmente concedió el tanto que igualaba el marcador.
El encuentro pasaba por minutos de zozobra cuando una falta lejana supuso la condena albinegra. Puso Jonathan el balón en el área y Barcia entró sin oposición para cruzar el balón a Marc Martínez de cabeza. Nuevamente en el descuento, el Cartagena deja ir un punto que, aunque insuficiente, palia un poco el dolor de la situación. La derrota hunde aún más al equipo en la última posición antes del compromiso copero y la visita del Leganés al Cartagonova la próxima semana.
La Opinión
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