El pitído inicial de González Francés dio paso a un partido que comenzó con calma y con el control del FC Cartagena en los primeros minutos. Los albinegros agarraron el balón con confianza para intentar elaborar jugadas de ataque. Probó primero con pase corto y buscó después balones directos a Darío Poveda y Jairo Izquierdo que no surtieron el efecto deseado. Tras los primeros instantes de partido, el balón se movió alternativamente en posesión de ambos conjuntos sin disparos a puerta ni ocasiones de peligro real durante el primer cuarto de hora. Sólo Escudero hizo contener la respiración al Cartagonova con un centro raso desde la izquierda al que no llegó Mamadou Sylla por centímetros.
A pesar de la aparente calma, el Valladolid hizo valer la enorme calidad de su plantilla convirtiendo una jugada sin peligro en el 0 a 1: cogieron los pucelanos al Cartagena mal posicionado, Sylla recibió en la medular y se giró hacia la banda izquierda para sacar de posición a Pedro Alcalá, que hizo falta sobre el senegalés. El colegiado dio la ley de la ventaja y el conjunto blanquivioleta la aprovechó a la perfección. Stipe Biuk, principal arma del Valladolid, recibió cerca del vértice del área grande, recortó y golpeó con violencia. Raúl Lizoaín no blocó la pelota y permitió un rechace al centro del área, donde el murciano Víctor Meseguer no perdonó. Sólo tuvo que empujarla para hacer el primero ante el grave fallo del portero.
Remando contracorriente
Con el marcador en contra desde el minuto 20, el Cartagena intentó reaccionar, pero recibió un segundo aviso tres minutos después. Salió a la contra el equipo de Pezzolano, Iván Sánchez recibió en la derecha y sirvió un centro cerrado sobre la entrada en carrera de Sylla. El delantero la picó de cabeza al centro de la portería, para fortuna de los albinegros, sin peligro.
Se calmaron las aguas y el Cartagena consiguió instalarse en campo contrario sobre los 25 minutos de juego. Andy fue el pilar de la elaboración albinegra y Jairo puso la electricidad para romper líneas tras cambiar de banda con Muñoz y regresar a la izquierda. A la media hora de partido tenían los cartageneros sus mejores minutos de fútbol con una presión efectiva que ahogaba al Valladolid y una mayor participación de Darío Poveda. Incluso tuvieron el empate en botas de Luis Muñoz, pero Escudero rebañó el balón cuando el malagueño se plantaba sólo frente a Masip en una jugada no exenta de polémica.
El partido tenía preparado un segundo revés para los locales cuando más cerca parecían las tablas. Una falta lateral botada por Monchu puso el 0 a 2 después de un remate perfecto de César Tárrega. El central entró desde el segundo palo hacia el centro del área y conectó un testarazo libre de marca ante una defensa muy permisiva. Su cabezazo picado al palo largo sorprendió a Lizoaín, que tampoco estuvo ágil en la jugada del segundo gol.
La doble ventaja no atenazó al Cartagena, que volvió a generar peligro en el tramo final de la primera mitad: Poveda convirtió un balón largo en una de las mejores ocasiones de su equipo con un giro que le consiguió mucho espacio hasta la portería. Cuando alcanzó la frontal, el punta bombeó a Iván Calero en la izquierda, quien controló y disparó sin demasiada colocación. Masip repelió el mejor intento albinegro y la zaga despejó definitivamente.
Tendría una más hasta la marcha a vestuarios el Cartagena, pero la volvió a desaprovechar. Poveda robó con peligro en campo rival y provocó un tres contra tres, pero Jairo frustró la ocasión con un pase de rabona que terminó en las manos de Masip.
El partido, que había ido de menos a más, regresó de vestuarios con la misma intensidad con la que se marchó. Julián Calero introdujo a Arnau Ortiz por Alarcón para cambiar el decorado y obtuvo resultado con la verticalidad del catalán, pero tampoco así pudo el cuadro local recortar distancias. Precisamente el extremo la tuvo en dos jugadas consecutivas, una por cada banda, que le sirvieron dos pases francos para el golpeo. El primero lo envió por encima del larguero y el segundo lo estrelló con un defensor.
Apostó entonces Calero por Ortuño y Narváez para aumentar la ofensiva y el tramo final de partido tuvo la iniciativa albinegra. Dio un importante paso adelante el Cartagena y obligó al Valladolid a achicar agua en su área, pero no pudo derribar el muro pucelano. Ortuño fue el mejor en los últimos minutos.
La derrota deja al Cartagena en decimosexta posición con 39 puntos, cinco por encima del Alcorcón con un partido más que los alfareros
La Opinión
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