Tras dos avisos peligrosos en el 1 y en el 4, el Castellón encontró el camino insistiendo a la espalda de una defensa de circunstancias que formaron Sergio Guerrero, Pedro Alcalá, Kiko Olivas y Ríos Reina. Aunque las jugadas llegaron por el costado que cubría Guerrero fuera de posición, los errores estuvieron en el lado contrario. Ríos Reina y Kiko Olivas fallaron en la marca del primero y el segundo gol en dos jugadas idénticas. En menos de un cuarto de hora, ya imperaba el 2 a 0 en el marcador.
En la reanudación amplió la ventaja Pere Marco en un contragolpe de libro conducido por Cipenga y, pese a que Pocho Román recortó distancias, el Castellón nunca se vio amenazado. Apretó para marcar el cuarto y pudo hacer varios más. La décimo cuarta derrota del cuadro albinegro le deja en la misma mala situación, pero además rompe las buenas sensaciones de los últimos partidos.
El encuentro en Castalia comenzó con un ritmo endiablado. El que le puso el Castellón desde el primer minuto. Cuarenta segundos habían transcurrido de partido cuando llegó el primer aviso castellonense, que había monopolizando la pelota desde el pitido inicial. Jugaba cerca del área Gonzalo Pastor cuando vio la entrada de Cipenga al segundo palo por la izquierda, cambió el juego y el extremo remató de primeras con el interior para toparse con la primera intervención de Pablo Campos.
No fue un destello, sino que mostró la intención del cuadro orellut. Continuó moviendo la pelota con sentido el equipo local y a los dos minutos volvió a generar una ocasión muy clara de gol. Tanto, que la grada de Castalia ya cantaba el gol. Envió Alberto un balón largo al punta Raúl Sánchez desde la línea medular que superó a toda la zaga con una fórmula que se repetiría varias veces más. Conectó una volea perfecta el delantero dentro del área sin dejarla caer y Campos realizó una espectacular parada para evitar el primero.
A partir de entonces, intentó equilibrar la balanza el Cartagena y tuvo en las botas de Hugo González el tanto inicial. Jugaba tranquila la defensa orellut cuando el extremo robó la cartera a Vertrowd como último hombre. Se plantó sólo ante Gonzalo Crettaz, pero perdió el duelo. Intentó regatear al portero, quien aguantó de pie y detuvo el tiro lanzándose al suelo tras seguir la carrera del atacante.
Lamentaría el Cartagena perder esa ocasión y también el remate limpio de Gastón Valles en el saque de esquina posterior. Cuatro minutos de dominio local más tarde se adelantaron los castellonenses. Jugó nuevamente por la izquierda Cipenga, quien retrasó para Dani Villahermosa. Levantó la cabeza el centrocampista y la cambió sobre la entrada de Mamah al segundo palo. El nigeriano inició la carrera en posición legal y sólo tuvo que poner el pie para hacer el 1 a 0 dentro del área pequeña.
La zaga cartagenera, que ya había sido avisada en dos ocasiones, volvió a bascular mal dejando a dos contrarios a la espalda como le sucedió con Cipenga y Raúl en los primeros minutos. No sería la última vez, ya que sólo tres minutos más tarde consiguió el Castellón doblar su renta a través del mismo método.
No reaccionó el Cartagena al primero y, en una jugada casi calcada, recibió el segundo. Volvió a jugar por el mismo costado el rival, volvió a retrasar para la medular y, cuando la defensa basculaba, sirvió van den Belt un centro muy vertical bombeado que superó nuevamente a la defensa. Esta vez, el roto lo aprovechó Isra Suero completamente libre de marca, quien se lanzó en plancha para rematar de cabeza sobre la línea del área pequeña y hacer el 2 a 0.
Tras el segundo tanto, el Cartagena fue un muñeco de trapo en las manos del Castellón. No sólo no reaccionó, sino que persiguió sombras sin ninguna opción. El cuadro de Dick Schreuder se movió libremente por todo el campo, encontró los espacios y jugó al primer toque. De esta forma manejó el ritmo del partido como quiso y controló las escasas intentonas de Escriche o Luis Muñoz, quienes se aventuraron en solitario tras robar.
En el tramo final del primer tiempo pudo ampliar su ventaja el Castellón hasta en dos ocasiones. El centrocampista van den Belt rompió líneas con una facilidad pasmosa en conducción y golpeó en la frontal para encontrar las manos de Campos. Se relamía Pere Marco con el rechace, pero Alcalá se lo arrebató. El propio Pere, que entró por el lesionado Raúl Sánchez en la delantera, estrelló con el larguero un remate de cabeza en la última del primer acto.
Tal y como terminaron los primeros cuarenta y cinco minutos empezaron los segundos. Con dominio y gol de los locales. Cinco minutos después de la reanudación se marcó Cipenga la mejor jugada del encuentro. Recogió el balón en su área, aguantó la entrada de Pocho Román -quien entró tras el descanso- y se marchó entre Musto y Guerrero con velocidad antes de abrir a un compañero. Suero, con tiempo y espacio, regaló el gol a Pere Marco con un centro preciso que el punta remató a bote pronto para hacer el 3 a 0.
Pablo Campos volvió a aparecer para salvar el cuarto en una doble ocasión a la contra. Entonces reaccionó Jandro con más cambios a la hora de juego introduciendo a Sipcic por Kiko Olivas y Ortuño por Vukcevic. Así reaccionó el cuadro portuario. La tuvo primero Gastón tras un servicio soberbio de Ríos Reina, pero la sacó Crettaz en la línea. Después fue Ortuño quien tuvo un mano a mano con el partido roto, pero un defensa evitó el gol. Tuvo que hacerse cargo de la situación un Pocho Román enrabietado tras el rechace de la jugada de Ortuño, quien recuperó arriba y golpeó con violencia desde el balón del área para ponerla ajustada a la cepa del palo consiguiendo el 3 a 1.
Maquilló el resultado, pero se quedó ahí el Cartagena. No pudo ir a más porque, cuando quiso, recibió el cuarto. Jugó a placer el cuadro orellut sobre el área cartagenera, realizó varias paredes y Douglas filtró un pase al hueco para Mamah aprovechándose de una zaga estática. Centró el extremo para Cipenga, quien la esperaba sólo en el costado opuesto a la altura del área chica. La empujó con su cabeza para finalizar una jugada coral del Castellón ante un Cartagena entregado.
Poco más sucedió hasta el final del encuentro más allá del claro dominio local y las lesiones de Sipcic y Sergio Guerrero que condicionan los siguientes compromisos. Se salvó en varias ocasiones del quinto en el descuento. La falta de actitud fue asombrosa.
La Opinión
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