FC Cartagena 1 (4)-1 (5) UD Logroñes

El FC Cartagena se ha quedado en segunda ronda de la Copa del Rey tras caer en casa y en los penaltis frente al Logroñés. El conjunto albinegro hizo un buen partido y pudo haber vencido gracias a las claras ocasiones que, finalmente desperdició y de las que se aprovechó el rival para llegar hasta la tanda de penaltis.
Rubén Cruz adelantó a los locales y cuando el partido mejor estaba para los albinegros Rayco empataba. La suerte de los penaltis fue esquiva para los albinegros. Vitolo la tuvo en sus botas, pero no acertó, al igual que Óscar Ramírez, y los albinegros se apean antes de lo que todos esperaban.
A falta de minutos en la Liga, Rubén Cruz trata de convencer a Munúa para que en su regreso a la competición doméstica vea el buen resultado que puede ofrecerle desde el minuto uno. Ayer tardó once en poner por delante al FC Cartagena con un gran centro desde la banda izquierda de Fito Miranda, medido a la cabeza del sevillano, que cruzó al palo contrario e Iván Buigues nada pudo hacer para detener el testarazo. No podía empezar mejor el conjunto albinegro en esta segunda ronda de la Copa del Rey.
Era la mejor manera de mandarle el mensaje al Logroñés de que en casa no iba a arredrarse. El conjunto riojano salió al campo con un talante alegre, sin complejos y buscando la portería de Joao Costa con movimientos cortos y rápidos del balón. Pero el contratiempo que le originó el tanto del bloque local supuso que se le bajaran los humos pronto.
La primera parte no fue demasiado entretenida, dicho sea de paso. El bloque local quiso dominar y lo hizo, pero se encontró a un oponente que ajustó bien el sistema defensivo y no dejaba maniobrar con demasiada clarividencia al FC Cartagena. Vitolo ofrecía su capacidad física de medio campo, pero Julio Gracia andaba muy constreñido por la situación, tanto que apenas tenía capacidad para dar dos toques consecutivos al balón sin tener a un rival enfrente suya.
Al bloque albinegro le costaba demasiado combinar. A veces tenía que optar por la cabeza de Rubén Cruz c para aprovechar una segunda pelota en la zona media. Al Cartagena se le da bien este tipo de acciones. Munúa ha insistido esta pretemporada en que ese tipo de balones son una mina de oro cuando no se puede jugar a otra cosa.
Aún así, a los de casa les costaba mucho llegar con peligro, ya fuera por las bandas o por el centro. El Logroñés no dejaba huecos y los locales se desesperaban.
Los futbolistas dirigidos por Sergio Rodríguez gozaron de sus oportunidades para hacer gol. La primera fue un disparo de Carles desde fuera del área con una gran intervención de Joao Costa, que mandaba a línea de fondo un balón muy ajustado al palo derecho. La segunda llegó en el minuto 34, con una falta botada desde la izquierda que caía, en el segundo palo, a Olaexea. Remató a placer, pero muy centrado y Costa, de nuevo atento, desbarató la ocasión para los suyos.
En los últimos minutos el Cartagena se animó más, o quizá encontró mejor el camino a la portería rival y primero Rubén Cruz, que atento esperaba el centro de Ramírez, al que no llegó por la anticipación 'in extremis' de Bijimine, y luego Carrillo, en una gran acción individual por la banda izquierda con disparo alto, animaron la contienda para dejar un buen sabor de boca para la parroquia local.
Nada más comenzar la segunda parte el equipo albinegro tuvo una doble ocasión para hacer el segundo. La primera fue de Rubén Cruz en otro centro al segundo palo de Fito Miranda. El portero no llega y el goleador cartagenerista remata pero flojo, dando tiempo a que un defensor la saque antes de traspasar la línea de fondo.
Un minuto más tarde llega la otra, aún más clara, cuando Rubén cede en corto a la carrera para Moyita que se planta solo en la portería y lejos de definir decide ceder a Fito que llegaba a su lado, pero acompañado por un defensor que despeja en el último instante. Moyita eligió mal, aunque la idea era hacerlo más fácil.
Aunque el Cartagena no estaba sufriendo apenas ante un Logroñés más encogido cada vez, encajó un duro golpe en el 72 con el tanto del recién salido Rayco. Éste se encontró un balón rebotado al borde del área y de disparo seco mandó al fondo de las mallas. Imposible alcanzarla para Joao Costa.
El entrenador puso todo la carne en el asador al dar entrada entonces a Aketxe a un cuarto de hora para el final. Se envalentonó el Logroñés que decidió entonces apretar espoleado por el empate y Marcos lo volvía a intentar desde el borde del área, pero Joao Costa sí detuvo ahora.
La prórroga fue una agonía de 30 minutos para los dos equipos, que nada supieron o pudieron hacer para anotar. Moyita lo intentó de volea y Ñoño de cabeza, por parte visitante, acción que detuvo Joao Costa.

En los penaltis, ni Vitolo ni Ramírez acertaron y el equipo se queda demasiado pronto apeado.
La Opinión

No hay comentarios:

Publicar un comentario