Albacete CF 2-0 FC Cartagena

Si no era una final, al menos de primeras lo parecía. Una victoria hubiera sido diferencial para el equipo cartagenero, pero no fue así. El FC Cartagena cayó ante el Albacete por 2-0 dejando pasar la oportunidad de distanciarse de los puestos de descenso.

Los de Luis Carrión se mostraron francamente mal en buena parte del encuentro, superados por un Albacete que sin hacer demasiado ruido se acabó llevando tres puntos vitales. Derrota que toca el orgullo de un Cartagena que no despega a pesar de que la oportunidad se prestaba a ello.

El Albacete comenzaba algo mejor que el conjunto albinegro, ataviado con la camiseta de la provincia marítima en el Carlos Belmonte. Eddy Silvestre protagonizó la primera ocasión para los locales, aunque el disparo del almeriense se fue muy alto. Los de Menéndez comenzaron ejerciendo una presión alta, aportando intensidad al encuentro.

El Cartagena tuvo la réplica con un centro de De Blasis que no encontró a nadie, pero trenzó bien la jugada el Cartagena. Con esa carta de presentación empezaba el partido: mucha intensidad, presión y un auténtico correcalles.

Rubén Castro tuvo la primera ocasión para el Cartagena transcurridos los primeros diez minutos de juego. El canario se quedaba solo dentro del área y con un buen control orientado se acomodó el balón en la diestra para enviar un disparo medido a la escuadra. El esférico acabó besando el poste, no encontró premio el conjunto de Carrión. 

Tras esa ocasión, el Cartagena protagonizó sus mejores minutos, encadenando varias ocasiones, pero sin encontrar portería. De Blasis estaba inspirado lanzando centros, mientras que Elady se abría paso entre la marabunta de defensores que tapaban su costado. 

No obstante, esta fase de dominio albinegro duró poco, con un Albacete que empezaba a ser superior.

El dominio albinegro, diluido
El Albacete comenzó a ganar terreno después de estos minutos, y asustaba con varios contraataques que no encontraron gol, pero ponían en apuros al conjunto visitante. Álvaro Jiménez fue el hombre más activo del Alba en estos minutos, y el responsable del primer gol local. El cordobés puso el balón templado al área para que Ortuño rematase franco a portería. Raúl Navas se durmió y rompió el fuera de juego.

El gol era legal, y el Cartagena empezaba de la peor manera posible el encuentro. No encajó bien el tanto, pocos minutos después el Alba pudo hacer el segundo por medio de Zozulya, pero Prieto Iglesias lo anuló por fuera de juego. El VAR salvó esta vez al Cartagena, pero el tanto dejaba patente la fragilidad defensiva del conjunto albinegro, muy inseguro y desordenado en tareas defensivas. Forniés fue de lo mejor de la defensa albinegra, ayudando en labores ofensivas y también achicando balones atrás. Demasiado trabajo para la zaga albinegra.

Afrontábamos la recta final al descanso con un Albacete que tenía el dominio territorial y la posesión. El Cartagena esperaba agazapado atrás, con miedo, y sin la inspiración para salir al ataque. Con un José Ángel inoperante y Azeez falto de ideas, si la sala de máquinas fallaba, el resto también.

Los albinegros no ensanchaban el campo. Chichizola siempre buscaba a Elady en banda izquierda, donde el jienense no podía hacer nada ante la cobertura de Carlos Isaac apoyado por Manu Fuster. El Albacete crecía desde la fortaleza defensiva, manteniendo las dos líneas de atrás muy juntas con el objetivo de hacer llegar balones rápidamente a sus dos delanteros.

Mejoría efímera sin premio
Al filo del descanso parecía crecer el Cartagena, que tuvo una ocasión con un remate tibio de Elady. La más clara antes del intermedio fue de Cristian López, que no supo aprovechar un balón muerto dentro del área para rematar a bocajarro. Se le fue demasiado alto el remate. El Cartagena se iba al descanso con la desventaja en el marcador y con una losa de malas sensaciones.

Los albinegros salieron con mejor cara en la segunda mitad, dispuestos a buscar el gol de la igualada. Los primeros diez minutos fueron para los albinegros, con varias acometidas que pusieron en apuros a Tomeu Nadal, pero solventó bien la zaga manchega.

La buena imagen del Cartagena en los primeros compases se fue diluyendo con el paso de los minutos, incapaz de triangular jugadas de peligro, esperando atrás un fallo del Albacete. Los de Menéndez se hicieron fuertes en campo contrario, detonando varios fallos del conjunto albinegro en la salida de balón.

Golpe moral
El más grave: Chichizola se equivocaba en el saque de puerta dejando el balón tibio cerca del área, Raúl Navas no llegó y Ortuño le robó la cartera para brindarle el gol a Dani Torres. Error infantil que condenaba al Cartagena con una desventaja de 2-0, una losa muy difícil de levantar. Tras el gol, el equipo cartagenero firmó unos minutos nefastos: erráticos con el balón, sin capacidad de reacción y faltos de actitud.

Rubén Castro intentó levantar a los suyos con una ocasión aislada que sorprendió al Albacete, pero no encontró portería. El Cartagena seguía sin ser capaz de sacar el balón jugado mientras que el Alba presionaba alto y agobiaba a los albinegros. Luis Carrión comenzó a mover el banquillo para buscar la reacción de los suyos tras el segundo gol: entraron Antoñito y Nacho Gil, mientras que se marchaban Delmás y José Ángel, que firmó uno de sus peores actuaciones con la elástica del Cartagena.

Elady tuvo otra ocasión después de un buen pase al hueco de Nacho Gil, que fue uno de los mejores en los minutos que disputó después de salir del banco.

En la recta final del encuentro el Cartagena daba síntomas de recuperación muy leve, a pesar de estar en la lona, pero no era suficiente para conseguir anotar el gol del honor. Carrión dio minutos a Teddy en los últimos cinco minutos y el canterano pudo pisar el área en varias ocasiones, pero tampoco encontró portería.

Derrota muy dura del conjunto albinegro en Albacete que aviva la pelea por la permanencia y hace que la situación del Cartagena sea más complicada. Oportunidad de oro perdida para distanciarse de los puestos de descenso, dejando pésimas sensaciones: un Cartagena inoperante, sin alma y sin ideas. Además, tras esta derrota el golaveraje particular entre ambos equipos queda empatado.

Luis Carrión: «Nos toca abrir el paraguas y aguantar las críticas» 
No era una rueda de prensa fácil la que le tocaba afrontar a Luis Carrión. Después de uno de los peores partidos de la temporada en un momento clave, el técnico asumió las críticas que está recibiendo y recibirá la plantilla estos días: «Entiendo que la gente esté cabreada. Tenemos que darle motivos a la afición para que crea. Pero hoy nos toca abrir el paraguas y aguantar todas las críticas, porque seguramente tengan razón», comentaba.

Con una pobre imagen sobre el césped del Carlos Belmonte, el Cartagena dejó escapar una oportunidad de oro para dejar en la lona a un rival directo y salir del descenso: «Me preocupan el juego y la falta de intensidad. Si estamos así no nos vamos a salvar. Peor me preocupa más saber que con equipos de arriba sí que la hemos tenido. No sé por qué necesitamos eso para estar intensos», afirma el catalán. Una falta de intensidad que, según el técnico, fue la clave del encuentro: «No creo que nos hayan superado en juego, sino en segundas jugadas y disputas. Daba la sensación de que estábamos con una marcha menos. Claro que estoy cabreado, igual que los jugadores y la afición», aseguraba.

En la previa del partido Carrión dijo que no era una final lo que se jugaba a pesar de todo lo que estaba en disputa en el Carlos Belmonte: «El mensaje que dimos era pensado y preparado para algo. No se dio porque sí. Me daba la sensación de que desde Albacete estaban lanzando ese mensaje para que nosotros tuviéramos la obligación de ir arriba con todo y nos pillaran a la contra, que es lo que ha terminado sucediendo». Lo dijo aun siendo consciente de la importancia del encuentro: «Claro que nos jugábamos la vida. Era meter seis puntos al Albacete y salir de esta situación. La intención era que el jugador no sintiera esa presión», afirmaba.

A pesar de ello, el entrenador albinegro quiso dejar un mensaje de positivismo para afrontar lo que queda por delante y, principalmente, el partido del sábado frente al Málaga: «Ni perdiendo hoy estamos descendidos ni ganando hubiéramos estado ya salvados. Quedan partidos y mucho margen de mejora de este equipo, incluido yo. Dentro de lo jodidos que estamos todos, tenemos que intentar ser lo más positivos posible. Hoy lo vemos todo negro, pero nos tenemos que levantar porque el sábado hay que ganar», concluía.

La Opinión

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