SD Huesca 4-0 FC Cartagena

El Fútbol Club Cartagena refleja sobre el césped lo que está viviendo a todos los niveles como club. Una grave crisis que no parece tener solución. Tras una semana muy convulsa en la ciudad trimilenaria por las últimas declaraciones del director deportivo Manuel Sánchez Breis, el 4 a 0 en El Alcoraz pone el broche de oro.

El cuadro cartagenero salió al campo del Huesca entregado. Blando en los duelos, desconcentrado e impreciso. Los cambios no aportaron nada. Ni siquiera los que llevan uno o dos días con el grupo, que entendieron a las primeras de cambio que el suyo es un equipo muerto y abandonado.

Sin hacer nada, el conjunto de Antonio Hidalgo se puso por delante. Se lo regaló Martín Aguirregabiria en forma de pena máxima. Dejó pasar el descanso para asestar el segundo golpe. Esta vez colaboraron varios defensores para permitir dos tiros dentro del área. El tercero fue el gol más fácil de la carrera de Jorge Pulido, quien sólo tuvo que poner la cabeza. Y el cuarto lo regaló Delmás, que había entrado para sustituir a Martín.

Así se sigue hundiendo el Cartagena en el fondo de la tabla mientras sus directivos buscan culpables donde no los hay y realizan operaciones para salvar los muebles y no la categoría.

El partido en El Alcoraz comenzó con un Huesca muy dominante sobre el terreno de juego. Desde que el balón echó a rodar, se hizo con el control del juego por completo y comenzó a amenazar la meta de Pablo Campos. A los cinco minutos ya se probó Óscar Sielva en una falta lateral cercana al área que salió rozando el palo largo con un centrochut muy intencionado y poco después se plantó sólo en el mano a mano el punta Soko tras un pase filtrado. Campos repelió el disparo y el colegiado del partido, Guzmán Mansilla, señaló fuera de juego. 

A los diez minutos empezó a despertar el cuadro cartagenero disputando la posesión a su rival. Disfrutó del cuero durante algunos minutos y, cuando no lo tuvo, se replegó cerca de su portería, obligando al Huesca a hilar muy fino en sus jugadas. A pesar del orden en las filas albinegras, la sensación era de fragilidad. Con muy poco generaba peligro el cuadro altoaragonés.

Aprovechó esa fragilidad Loureiro por el costado diestro, encarando con facilidad a Jairo, quien no contó con las ayudas de sus compañeros. Le ganó en velocidad varias veces el gallego y centró con peligro, pero sin remate. Se volcaba tímidamente el cuadro local sobre un Cartagena que se acogió a la contra sin éxito y en un saque de esquina azulgrana llegó la jugada que marcó la primera parte. 

El golpeo al primer palo superó a varios efectivos albinegros y, cuando llegaba a los atacantes en el segundo, Martín Aguirregabiria metió el brazo de forma instintiva para desviar su trayectoria. El equipo arbitral no fue capaz de ver la acción en directo, pero el VAR llamó a Guzmán Mansilla para la revisión de la jugada. Se demoró unos instantes, pues la zona de contacto que mostraban las imágenes no era clara, pero finalmente señaló penalti y castigó con tarjeta amarilla al defensa. Óscar Sielva convirtió para hacer el 1 a 0 a la media hora con un disparo ajustado a la escuadra. 

Después del tanto, el Cartagena tuvo un breve intento de respuesta con varios córners seguidos que no obtuvieron remate. El ritmo bajó considerablemente a peticion de un Huesca que mandó siempre en la velocidad del partido. Señaló el árbitro el descanso tras cuatro minutos de alargue y los jugadores se marcharon a vestuarios mientras Salim El Jebari, que firmó el pasado viernes con el Cartagena, se quedó realizando ejercicios de calentamiento.

A tenor de los acontecimientos, Guillermo Fernández Romo hizo debutar al hispanomarroquí en la segunda parte, retirando del extremo diestro a un Dani Escriche inédito y cambiando de banda a Cedric. No tuvo tiempo el Cartagena de mostrar una reacción, ya que recibió el segundo a los siete minutos.

Un simple cambio de juego de Kortajarena a la banda derecha desordenó a la zaga cartagenerista. Gerard Valentín controló sin dejarla caer, la orientó con la cabeza y se internó en el área. Jairo mantuvo la compostura y repelió el balón, pero Hugo Vallejo la esperaba solo para rematar de volea. Falló en su golpeo el centrocampista, no obstante, se convirtió en una asistencia para Joaquín Muñoz, quien la puso ajustada al palo largo para hacer el 2 a 0. 

El Cartagena vagaba por el césped sin ideas cuando debutó Álex Millán para aportar verticalidad al ataque y el Cartagena mostró algo de competitividad. En ese contexto, Gastón Valles perdonó el 2 a 1 después de robar un balón al último hombre oscense y plantarse sólo ante Dani Jiménez. Se le hizo de noche. Cedric y El Jebari también dispararon a puerta para unirse al ataque, pero faltó maldad en los golpeos. 

Precisamente, un regalo del hispanomarroquí casi provoca el tercero del Huesca. Su pase horizontal en la línea defensiva se lo quedó Joaquín Muñoz para llegar al mano a mano con el portero. Jorge Moreno incomodó lo suficiente para evitar el gol y despejó a córner, pero fue en esa segunda jugada cuando llegó el 3 a 0 a los 76 minutos. Un balón colgado con intención al segundo palo cayó sobre la cabeza de Jorge Pulido, que ya había cabeceado al palo minutos antes, para que esta vez consiguiera el gol completamente sólo.

El tercer y el cuarto gol del Huesca estuvieron interrumpidos por la entrada de Delmás al campo. Precisamente fue quien falló en el gol que redondeó la cuenta. Después de una cesión de su portero, el lateral se resbaló para dejar la pelota a Hugo Vallejo en la frontal. Recortó y golpeó el extremo a la escuadra consiguiendo el 4 a 0 a diez minutos del final.

El pitido del colegiado confirmó la derrota de un equipo que demostró una tremenda desidia y falta de actitud para competir un partido de Segunda. Se hunde el Cartagena en la última posición, sin visos de recuperación.

"Estamos cerca de cambiar la tendencia"
Guillermo Fernández Romo, técnico del FC Cartagena, compareció en rueda de prensa tras la derrota por 4 goles a 0 de su equipo en El Alcoraz frente al Huesca para expresar que los suyos «no están tan lejos futbolísticamente de otros equipos». El entrenador madrileño fue crítico con el arbitraje, ya que consideró que el penalti del primer gol «en otras circunstancias no te lo pitan», pero también lo fue con su equipo.

«Hemos cometido errores groseros que hay que evitar, eliminar cuanto antes porque si no se deja de ser competitivo», afirmó el entrenador, que destacó la jugada de Gastón Valles frente a Dani Jiménez como una de las claves del partido. 

«Nos falta acierto, sino, no estaríamos hablando de este resultado. Cuando más nos apretaba el resultado hemos tenido veinte minutos de jugar todo el rato en su campo y sólo si aciertas puedes seguir pensando en opciones de levantar el partido», aseveró Romo.

A pesar de los números del Cartagena, el entrenador cree que su equipo está «cerca de cambiar la tendencia». 

Sobre los nuevos fichajes, a los que hizo debutar con apenas horas en el equipo, Romo manifestó que necesitan «soltarse» para meterse en el grupo. «Hemos visto a Salim con mucho dinamismo y mucha intención de agradar y tenemos que ir ordenándolo donde queremos que nos ayude y de Álex hemos visto cómo nos da más presencia en campo rival y tenemos que ponerlo de cara a la portería», expresó.

Por último, Guillermo Fernández Romo envió un mensaje a su disgustada afición. «En estos momentos, a la afición hay que escucharla para ser muy autocríticos y mejorar para la semana que viene. No se le puede decir nada, evidentemente», concluyó el entrenador del Fútbol Club Cartagena al término de su segundo encuentro al mando.

La Opinión

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