RC Celta B 0-0 FC Cartagena

Al terminar el encuentro entre el Celta B y el FC Cartagena Alberto Monteagudo y Paco Belmonte, entrenador y presidente de la entidad, se encargaron de recordar que de los últimos siete encuentros que el equipo gallego ha jugado en su casa ha ganado seis y empatado solo uno. Este dato les servía como argumento para valorar como muy positivo el empate sin goles que cosechaba el bloque albinegro en el campo de Barreiro en la ida de la segunda eliminatoria por el ascenso a Segunda División.
Uno de los aspectos más importantes era conocer si el equipo albinegro había conseguido retomar el pulso a esta fase definitiva, después del doloroso partido ante el Rayo Majadahonda que finalizó con un 1-0 en el tiempo añadido y con el gol encajado en propia puerta, como todos los seguidores albinegros seguro que aún conservan en sus retinas.
Pues parece claro que a los albinegros no les afectó, defensivamente hablando, este gran contratiempo que vivieron en el Cerro del Espino y ofrecieron en el campo del filial gallego una aceptable, imagen con un empate sin goles que deja la eliminatoria abierta, aunque en este caso todo se dilucidará en el Cartagonova el próximo domingo a partir de las seis y media de la tarde.
Los de Alberto Monteagudo apuestan, por tanto, por la victoria en casa, donde en la segunda vuelta de la competición liguera han mejorado sus números y se han mostrado como un bloque seguro y firme. Solo en tres partidos no anotaron, aunque no pierden en su cancha desde aquel 0-1 recibido en la jornada 27ª ante el Marbella.
El de Vigo era un partido complicadísimo para los cartageneros, en un campo estrecho y con un filial con un fútbol vertical y alegre. El bloque celeste tiene recursos en ataque y confía en la calidad de jugadores como Juan Hernández, Drazic, Brais Méndez o Dennis Eckert -algunos de ellos con plaza en el primer equipo-, para poner en un brete a cualquier defensa.
Precisamente la contundencia defensiva ayer del bloque albinegro anuló en muchos momentos la posibilidad de los atacantes locales. El preparador cartagenerista apostó de nuevo por un equipo bien arropado atrás, con los carriles para Álvaro y Abalo -ayer recuperó la titularidad y ofreció una grata imagen tras tres meses sin jugar ni un minuto- y tres centrales que sujetaron bien a los futbolistas de arriba. El técnico del bloque albinegro se siente cómodo con este planteamiento, sobre todo a domicilio, en esta fase en la que un gol recibido es media eliminatoria perdida y a los jugadores no les desagrada ni mucho menos. Eso sí, le faltó a los de Cartagena movilidad en la segunda línea de ataque, ya que Hugo Rodríguez y Aitor Ruibal no estuvieron ayer a la altura. Control y pase fueron quizá la nota discordante de un Cartagena que golpeó cada ataque de los locales con otra acción de peligro en la meta de Sotres.
La primera del encuentro fue una acción por banda derecha del Celta de Vigo B, con un centro de Dennis Eckert y un buen remate de Juan Hernández, que se adelantaba a los defensores con un testarazo que se marchó alto por poco.
El bloque local volvió a la carga en un fallo de Zabaco, que cedió al meta Pau Torres, pero lo hizo demasiado flojo y Dennis Eckert, atento, fue a la caza del esférico, aunque en esta oportunidad el meta albinegro anduvo rápido y evitó el estropicio.
El Cartagena lo intentó en la siguiente acción con un lanzamiento en largo de Chavero a la subida de Abalo, que se plantó en la portería local solo, pero no llegó bien al envío y solo pudo tocar el esférico mínimamente.
Ambos equipos querían tener el balón y éste se repartía en su posesión para unos y otros sin un claro dominador. Los de Monteagudo buscaban las triangulaciones por dentro y los albicelestes la espalda de los defensores visitantes.
En una acción que llegaba tras un centro de Ruibal por la izquierda, Chavero recibía el balón solo pero con muchas piernas por delante para disparar a portería. El barcelonés, que podía armar la pierna y pegar con dureza, prefirió buscar el agujero por donde colocarla, pero se entretuvo tanto que esa clara ocasión se diluyó con un balón que llegó mansamente a las manos del meta tras tocar un defensor.
Aketxe lo quiso intentar de lejos con un chut raso pero peligroso en el 33' y el portero Sotres detuvo con el cuerpo en tierra. Luego fue Chavero con otros dos lanzamientos desde fuera del área (34 y 44), pero ambos se marcharon alto.
Drazic tuvo la última antes del descanso con otro chut alto desde fuera del área.
El Cartagena había sabido aguantar bien el empuje del Celta B y se marchaba al vestuario con un buen sabor de imagen porque no solo estuvo firme atrás, tal y como era de esperar, sino que también se hizo un hueco de medio campo hacia arriba, mostró sus garras y gozó de ocasiones para haber metido el miedo en el cuerpo a los jóvenes jugadores gallegos.
En la segunda parte, el bloque local salió más enchufado y apretó las clavijas de los cartageneristas sobre todo en el arranque del mismo. Dos errores en la salida de balón de Josua Mejías pusieron en un brete a la bien posicionada defensa albinegra.
En el minuto 48 Alex Serrano se marchaba camino de la portería de Pau Torres después de un error en el pase y la transición del venezolano, que dejó desguarnecida su posición. El jugador celtiña tenía varias opciones a ambos lados, pero decidió disparar raso y el esférico salió rozando el palo.
Los locales quisieron volver a dominar al Cartagena anticipándose en medio campo y buscando sobre todo a Brais Méndez, que cogió los galones del equipo y buscó el uno contra uno para desbordar y aclarar la nutrida defensa cartagenerista.
En el minuto 67 un pase filtrado para Dennis Eckert acabó con un disparo fuera del atacante, que no supo darle cierto efecto al balón, en una buena pelota servida desde la derecha.
Brais Méndez fue quien lo intentó a continuación con un libre directo algo escorado que Pau Torres despejó con los puños tras un fuerte chut del jugador local.
Para entonces el preparador cartagenerista había dado entrada a Rubén Cruz y Owusu. Hugo Rodríguez se marchó del campo algo contrariado, pero el propio entrenador no se mostró demasiado contento con el trabajo de su futbolista ni con la participación de Aitor Ruibal por la otra banda.
Ambos estuvieron demasiado aislados, poco participativos y haciendo la guerra por su cuenta.
Owusu salió en el carril izquierdo con la intención de buscar los balones en largo para sacar partido a su punta de velocidad y, sobre todo, a su desborde, mientras que Rubén Cruz trataba de fijar a los defensores locales y cazar algún centro que le llegara desde los costados. No obstante, no se prodigaron mucho los albinegros por las bandas, por lo que ni Aketxe ni Rubén Cruz, en el tiempo que estuvo en el campo, tuvieron oportunidad alguna para enganchar algún balón aéreo.
En el minuto 82 el portero local despejaba mal un balón en un costado y Owusu lo recogió y disparó con rapidez para sorprender a la defensa. Lo hizo con el pie muy bien orientado de cara a portería, pero algo flojo y aunque superó al cancerbero, no pudo evitar que el cartagenero Juan Antonio Ros lo despejara cuando iba camino de la red.
Cuando el partido estaba languideciendo, el Celta B gozó de la última ocasión clara para ponerse por delante. Drazic mandó un duro disparo desde fuera del área y el esférico se marchó fuera por poco. El balón iba bien colocado y con rapidez, lo que hubiera sorprendido a Pau Torres si se encamina hacia los tres palos.

Los albinegros aguantaron bien los cinco minutos de añadido y ahora tendrán otros noventa, como mínimo, para solventar la papeleta en su campo, donde querían tener la eliminatoria. No cabe otra que ganar para seguir pensando que el ascenso es posible aún.
La Opinión

No hay comentarios:

Publicar un comentario