CF Talavera 2-2 FC Cartagena

Cuando se entra en la etapa final de la temporada, cada punto, acción, acierto o error tiene una enorme repercusión. Un gol recibido, un tanto anulado, un mal pase final o una acción mal defendida varían el objetivo final.
Todos éramos conscientes que en esta lucha por la primera posición el Cartagena llegaba como tercero, con menos opciones que Melilla y Recreativo, pero con la obligación de ganar para no ponerles la alfombra roja ni a uno ni a otro rival. Por eso, la sensación que ofrece el empate de ayer en Talavera es la de frustración de un conjunto que ha sido líder un tercio de la temporada y que no supo, no pudo o no gestionó bien su privilegiada situación allá por el mes de marzo, y ahora se tiene que conformar con la más que probable tercera posición final.
La mejor manera de meterle presión a los antecesores es demostrar que eres un equipo capaz de hacer todo lo que esté a tu alcance para no ponérselo fácil, pero la versión que vimos de este Cartagena del encuentro disputado en el municipal de El Prado no se parece en nada a lo que debía.
Y es que el Cartagena fue un bloque falto de tensión, de regularidad y de esa presión que le suponíamos antes de saltar al campo de fútbol. Los albinegros tiraron una primera parte en la que se fueron al descanso con un gol en contra. Luego tocaba remontar, nadar a contracorriente y fue entonces cuando vimos una versión opuesta de este Cartagena. Fueron capaces de voltear el marcador, pero se encontraron de nuevo con otro topetazo en un error de contundencia y con el empate a dos todo acabó siendo en un quiero y no puedo.
Munúa volvía a apostar por una línea de tres centrales y dos carrileros. En esta oportunidad Luis Mata acabó en su posición natural, la izquierda, mientras que Ramírez, que no jugaba desde la jornada trigésima, acabó en el lateral diestro.
Ayala se quedó en el banco por Antonio López, ya recuperado de la última lesión y el técnico uruguayo volvía a dar protagonismo a Julio Gracia de inicio. El jugador cedido por el Betis había perdido presencia y autoridad -no jugaba de inicio desde la jornada trigésimo segunda-. El sacrificado por esta decisión fue un Cordero que no jugó ni un solo minuto ayer.
Moyita junto a Julio Gracia formaban pareja en medio campo y Vitolo andaba en la parcela ancha tratando de achicar espacios, aunque a veces su trabajo era mucho por el espacio que tenía que abarcar.
Elady y Aketxe se alimentaron mutuamente en una primera parte en la que si bien la sensación que dio este Cartagena es de un equipo que no se jugaba nada, ambos gozaron de su ocasión para haber puesto por delante a su equipo. Fueron dos acciones similares, con balón al costado y pase final atrás. En la primera Elady cedía a Aketxe, que no logró llegar bien al golpeo; en la segunda fue Aketxe el que mandó a Elady, pero un defensa llegó antes que el jienense y evitó -junto con la reacción del portero-, el tanto albinegro.
Es verdad que ambas fueron claras, pero el Cartagena no dio casi nunca sensación de ser mejor que el Talavera, que, este sí, no tenía nada mejor por lo que luchar ayer que el honor de ganar el último partido de la temporada en su campo. Los de Juan Francisco Alcoy apretaron muy bien la salida de un Cartagena que otra vez se volvía a encontrar con demasiados aprietos para buscar alternativas con las que combinar y llegar al área rival.
El partido no alimentaba el entretenimiento, ni tampoco ayudaba a que el espectador en casa no cambiara de cadena. Sorprendía esa versión que ofrecía el Cartagena, más aún cuando se marchó a la caseta con un 1-0 que Molinero se encargó de convertir.
Luis Mata no llegó a la carrera por la izquierda. Lo superó Melchor por velocidad. Cedía éste atrás y Molinero remató a portería. El balón dio un pequeño respingo que evitó el despeje de Moisés.
Es extraño cómo este Cartagena, del que creíamos que había superado estas pájaras que sufre en determinadas jornadas, volvía a enseñar sus miserias.
En la segunda parte cambió el panorama porque el equipo salió con el hambre que no había tenido antes. Tanto que Elady había igualado el choque en el minuto cinco de la reanudación, después de aprovechar un pase atrás de Luis Mata que remató con premura ante el portero y un defensor. Aketxe -gran acción iniciada por Elady y Ramírez- fue capaz de colocar el 1-2 antes del primer cuarto de hora.
Los cartageneristas habían hecho lo más difícil, pero cometieron un error de concentración, impropio en una defensa muy consistente últimamente. El Talavera ponía el empate a dos tantos pasada la hora de partido.
Los albinegros sometieron a un acoso y derribo en esos instantes a un oponente que se defendía como podía. Luis Mata mandó el balón al poste de un zurdazo, en una gran oportunidad en el minuto 68. Aketxe anotó un gol que el colegiado anuló -parece posición legal la del vasco tras ver la repetición- y Rubén Cruz tuvo la suya casi con el tiempo cumplido.
El partido acabó con empate y las ilusiones de pelear hasta el último instante por la primera posición se diluyen.

Jugadores y técnico reconocían al final del partido que este Cartagena no ofreció la intensidad y actitud que se esperaba de ellos ahora que se están jugando el todo por el todo. Este próximo domingo les espera el Linense. La segunda y la primera posición todavía están en juego, pero Melilla y Recre juegan en casa y hay pocas opciones de que nada cambie ya esta última jornada.
La Opinión

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