FC Cartagena 1-2 SD Ponferradina

Todos los partidos no pueden ser iguales ni un equipo es capaz de afrontarlos siempre de la misma manera. El FC Cartagena ha pasado de una semana a otra de la euforia a la más absoluta de las lamentaciones, después de la derrota cosechada en el Cartagonova ante la Ponferradina por 1-2. Este mal resultado en casa supone que la eliminatoria de la fase por el ascenso se ponga muy cuesta arriba. Esta semana se jugará en El Toralín y el equipo berciano lo tiene todo a su favor para meterse en la última eliminatoria por el ascenso.
El bloque de Munúa no podía afrontar el choque de la misma manera que ante el Castilla, porque el rival no era el mismo, el sentimiento de venganza generado en la ida no existía y la veteranía exhibida sobre el campo tampoco si lo comparamos con los jóvenes e inexpertos madridistas.
La Ponferrada tiró de pegada, aprovechó bien sus opciones y se pone con un marcador que probablemente ni podían imaginar durante esta última semana.
El Cartagena no estuvo fino. Dio un zarpazo en un momento clave, cuando el rival estuvo mejor, pero no fue a más. Más bien al contrario, decidió conformarse con este resultado y apostarlo todo a la vuelta.
Rubén Cruz adelantó a los locales y colocó de nuevo al equipo arriba en la eliminatoria, pero el rival del Bierzo trabajó más y mejor de medio campo hacia arriba. Fue más consistente defensivamente y mucho más picajoso en ataque. Dos goles en la segunda parte, uno de libre directo -muy dudosa la falta cometida por el albinegro- y otro de su goleador Yuri ponen las cosas muy cuesta arriba para los de Munúa.
El conjunto entrenado por Bolo no tenía intención de conceder ni un metro al Cartagena, de ahí que viéramos a un equipo local más replegado y una Ponferradina tratando de dominar el partido.
Los albinegros sabían que los bercianos son de pivotar mucho con sus jugadores grandes de arriba, de ahí que tanto López como Mejías tuvieran trabajo extra para achicar los espacios, evitar que pudieran bajar el balón y no dar tampoco margen para que cualquiera pudiera armar la pierna para el disparo.
Sorprendió que de inicio el equipo albinegro no pudiera tener el dominio del esférico. Los hombres de dentro no tenían oportunidad de mantenerlo en sus pies, principalmente por el trabajo de desgaste del oponente en el uno contra uno.
Es por eso por lo que al Cartagena no se le veía fluido en las transiciones o rápido en los despliegues a partir del círculo central. A Moyita le costaba mucho avanzar, lo mismo que a Santi Jara.
Por contra, la Ponferradina tiraba balones bombeados a sus delanteros o trataba de meter a Isi Palazón -exjugador del Real Murcia- martilleando por el costado que defendía Luis Mata.
Las primeras aproximaciones fueron de los de Ponferrada y dieron sensación de peligro con balones buscando las espaldas de los centrales.
En el minuto 9 una doble acción ofensiva de la Deportiva Ponferradina supuso de nuevo poner en aprietos a la zaga local. La defensa albinegra anduvo rápida al despejar un balón que controlaba Kaxe dentro el área.
El Cartagena no sabía imprimir ritmo al partido, pero se encontró con un balón que caía a Santi Jara en medio campo. De fuera hacia adentro, el almanseño se libró de los oponentes que le salieron al paso y en el desmarque de banda de Rubén Cruz cedía al sevillano, que de un perfecto zurdazo mandaba el balón al fondo de las mallas.
El Cartagena había logrado picar con su aguijón primero, donde más duele, cuando el rival parecía sentirse cómodo y en el momento que menos esperaba.
El partido tampoco cambió demasiado tras el tanto. El Cartagena siguió expeditivo y la Ponferradina trató de llevar balones al área de Joao Costa.
Todavía hubo tiempo para que Elady arrancara los aplausos en un balón interior al que llegó algo forzado y en carrera disparó demasiado centrado. El portero despejó y Elady le volvía a dar con la espuela pero el cancerbero, atento, logró repeler el esférico.
Poco había variado el partido en la segunda parte, a excepción de que el equipo castellanoleonés se acercaba más y mejor al área de Joao Costa.
Mejías evitó el gol en el 58 al robárselo de los pies cuando Kaxe iba a rematar. Fue el propio Mejías quien hizo una falta al borde del área -muy dudosa, por cierto- y Ríos la ejecutó con maestría. Nada pudo hacer Joao Costa para evitar el gol del equipo visitante.
El partido entró, a media hora del final, en una depresión para el Cartagena, que no veía ya la fórmula de resolver la ecuación.
Las quejas de público y jugadores eran continuas para un colegiado que veía todo solo de color visitante.

El partido terminó de torcerse cuando Elady hizo una falta con patada por detrás y fue expulsado en el 71. Ahí, Molo sacó más artillería pesada, buscando la sentencia. Llegó en el 88, un balón arriba desde la derecha al carrilero, que se traga Luis Mata, lo consigue rematar a placer Yuri, haciendo el 1-2 que pone muy cuesta arriba esta segunda eliminatoria para el FC Cartagena.
La Opinión

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