SD Ponferradina 1-0 FC Cartagena

Se acabó lo que se daba. El FC Cartagena tendrá que sufrir otra temporada más en un infierno del que no consigue salir. Por tercera temporada consecutiva, una grandísima actuación liguera se va al traste en el play-off, esta vez ante una Ponferradina que decantó la eliminatoria de su lado por detalles. En la ida fue la expulsión de Elady y el golazo de Ríos Reina; y en la vuelta un mano a mano fallado por Moyita, un larguero de Aketxe y un gol antológico de Isi Palazón firmaron la sentencia y la condena del Cartagena de Gustavo Munúa.
Sin la pólvora de Elady, elevado a máxima estrella de la plantilla albinegra, y sin la pareja de centrales que había brillado contra el Castilla, Gustavo Munúa alineó el once que todos esperaban, y se guardó la bala de Aketxe para la segunda mitad. Pero ya los contratiempos llegaron a los 26 minutos de juego, cuando una lesión muscular apartaba del camino a Santi Jara. Sin la verticalidad del de Almansa, el Cartagena perdía a uno de sus principales argumentos para agujerear la fortaleza defensiva de la Ponferradina.
Esperando en campo propio, y tirando de los galones y de la experiencia que no tuvo el Castilla en la vuelta, la Ponferradina aguantó las embestidas del Cartagena, y fue capaz de mantener su portería a cero pese a que todo el guión pudo cambiar en el minuto 8 de juego. La Ponferradina, con la línea de zagueros ligeramente adelantada y con varios jugadores descolocados, vio como Moyita recibió un pase en profundidad y se quedaba solo ante Manu García. El guardameta, que ya dejó en la cuneta al Cartagena con el Extremadura, se hizo enorme ante un Moyita que no encontró ningún hueco por el que colar el esférico. El portero repelió el lanzamiento y El Toralín respiró aliviado.
Minutos más tarde, el propio guardameta de la Ponferradina sufrió un choque que le permitió parar el partido unos minutos y rebajar las pulsaciones mientras el cronómetro, aún lejos del final, seguía corriendo a favor del conjunto local. El equipo de Jon Pérez Bolo, muy bien colocado en defensa, amenazaba con las conducciones de Isi o con los tiros de Dani Pichín, aunque Joao Costa no intervenía demasiado.
En los minutos finales de la primera parte sucedió otra jugada que podía haber cambiado el rumbo del partido. Los albinegros se quejan de que el colegiado le perdonara la segunda cartulina amarilla a Óscar Sielva en una acción bastante controvertida. Minutos antes había visto la primera por una patada a Fito.
El discurso de Munúa en el vestuario debió animar al cuadro albinegro, que salió en la segunda parte subiéndole una marcha al partido. En la primera lo intentaban pero con cierta contención, temerosos de que una contra acabara con sus expectativas.
La primera opción del segundo tiempo fue un cabezazo picado de Cordero, en un córner, que se marchó cerca del poste. Luego lo intentó Julio Gracia con un disparo con rosca un poco desviado. Y la que sería la más clara, a la postre quedó invalidada. El banderín del asistente casi supuso un alivio para Fito Miranda, que instantes antes había fallado algo imperdonable, con un disparo por encima del larguero cuando Manu García estaba totalmente descolocado.
Y cuando más animados estaban los albinegros en busca del primer gol, Isaac 'Isi' Palazón lo rompió todo. El ciezano, murcianista durante tres campañas, se erigió en el héroe de la Ponferradina. En la ida ya cuajó una actuación sobresaliente, pero no encontró portería. Esta vez marcó, y no de cualquier manera. Después de que Bravo, de espaldas a portería, se la dejara de cara en la frontal, Isi se sacó de la chistera una volea impresionante en dirección a la escuadra. El balón besó el larguero y se introdujo en la meta, ante la mirada de un Joao Costa que no pudo hacer absolutamente nada.
Moisés deja el equipo con diez
Gustavo Munúa tenía que jugarse todas las cartas que le quedaban en la manga. Sacó a Aketxe por Vitolo, para juntarle con Rubén Cruz y colgar balones a los dos arietes. El Cartagena, a dos goles de forzar la prórroga, no se rindió. Un disparo de Moyita raso forzó a Manu García a realizar una buena estirada, antes de que un suave testarazo de Aketxe animara aún más a los visitantes.
Ya con Igor Paim sobre el campo, que había sustituido a otro lesionado, Fito Miranda, al Cartagena se le escapó la opción de meterse en el partido, en una jugada con cierto aroma a Majadahonda. Hace poco más de un año, un tiro de falta de Aketxe que pudo sentenciar el ascenso se estrellaba en la cruceta, y dejaba la puerta abierta a la eliminación. Y con otro tiro de falta a la madera, desde el balcón del área, se cerraba la puerta a una heroica remontada.
Ese fue el punto de inflexión definitivo, a partir del cual los cartageneristas bajaron definitivamente los brazos. Y si aún quedaba una mínima esperanza Moisés se encargó de abatirla cuando derribó a Yuri en la frontal del área. El central sevillano tenía cartulina amarilla y se marchó disgustado en el que pudo ser su último partido como jugador del Cartagena. Caminaba al vestuario a paso lento, y nadie le metía prisa, porque ya nadie esperaba que, con diez jugadores y tras una expulsión y dos lesiones, el Cartagena le diera la vuelta a tal encrucijada.
Con la afición de El Toralín celebrando el pase, los del Cartagena esperaron pacientemente el pitido final del colegiado y se marcharon entre sollozos al túnel de vestuarios. Por tercera temporada consecutiva, el Cartagena cae en play-off. Esta vez en la segunda eliminatoria, como en 2017 en el Miniestadi contra el Barcelona B. El año pasado el palo fue doble, contra el Rayo Majadahonda tras ser campeones de grupo, y contra el Extremadura en casa en una segunda oportunidad. Esta vez cayeron ante una Ponferradina sólida en defensa y con el grado de inspiración en ataque que se necesita para ascender.
Con la derrota de este sábado, se acaban las aspiraciones de un equipo que se vio en Segunda durante gran parte del curso, desplegando un fútbol de Primera en Segunda B, pero que a la hora de la verdad ha vuelto a tropezar.
La Opinión

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