FC Cartagena 0-0 CD Badajoz

Pocas dudas despejó el FC Cartagena en su primer partido de liga. Se barruntaba por las sensaciones que había dejado el equipo en pretemporada, y por el imparable reguero de lesiones: a este equipo le ha llegado el inicio de temporada demasiado pronto. Con parte del trabajo por hacer en las oficinas y con un once de circunstancias, el conjunto albinegro no pasó del empate ante un Badajoz que apunta alto, a pesar del dominio territorial durante la mayor parte del partido. Eso sí, las ocasiones, tanto en un bando como en otro, se cuentan con los dedos de una mano. Se vio un partido típico de pretemporada, de ritmo bajísimo, pocas llegadas al área rival, jugadores a la mitad de su potencial, y con bastante protagonismo de la pizarra de los entrenadores.
Le costó al Cartagena soltarse los nervios del estreno. Salió con un once marcado por las ausencias de Elady, por sanción, y Carrasquilla, por trámites burocráticos; mientras que Santi Jara y Verza se quedaban en el banquillo, aún lejos de su mejor estado de forma. En la alineación, la principal novedad era la titularidad de Javi Vera, un mediocentro físico, de contención, que durante el tiempo que estuvo sobre el césped dejó una impresión magnífica; la del clásico '5', siempre bien posicionado tácticamente y moviendo el balón con bastante criterio, en ocasiones incrustándose entre la pareja de centrales.
Escorado a la derecha jugaba Jesús Carrillo. El fino estilista, habitual mediapunta, se sentía un poco incómodo tan alejado del origen de la jugada.
Otro de los focos de atención, el césped del Cartagonova, mostraba una apariencia mejor de la esperada, lejos de aquel patatal que era hace dos semanas, cuando se temía por la disputa de este partido y el club albinegro pidió que se celebrara en El Vivero.
Enfrente, el Badajoz ofrecía destellos del equipo que pretende llegar a ser. Han conformado un bloque más que interesante, con el ex albinegro Julio Gracia en la sala de máquinas, y un auténtico cazagoles como Dani Segovia.
Pero fue el delantero del área contraria el mejor de la primera parte. Pablo Caballero, incorporado este verano al Cartagena, dejó sus primeros destellos para convencer a la grada del Cartagonova. Antes de llegar a los diez minutos de juego, y desde casi la frontal del área, el argentino se sacó un testarazo descomunal, dirigido directamente hacia el larguero. Su físico imponente le convierte en un cabeceador sensacional, y su inteligencia a la hora de moverse le permite ganar fácilmente la posición. Eso sí, a medida que se aleja del área, sufre bastante.
El Cartagena echaba de menos algo más de mordiente por las bandas; es decir, algo más de Santi Jara y Elady, los puñales de la temporada pasada. Las posesiones eran algo insulsas, sin profundidad y el Badajoz aprovechó esas dudas del Cartagena para ir ganando protagonismo en el partido. Su mejor oportunidad, a cargo del ex valencianista Álex Corredera, sirvió para probar las cualidades de Marc Martínez. El guardameta, llegado desde el Recreativo de Huelva, sacó una mano magnífica para desviar el zurdazo del mediapunta del Badajoz que iba ajustadísimo hacia el poste.
Parecía que en la segunda parte iba a cambiar el guión, pero fue más de lo mismo. A la vuelta de los vestuarios, el Cartagena quiso meterle una marcha más y no pudo. Avanzó en la presión, y el Badajoz apenas pasó de la línea medular, pero faltaban las ocasiones claras. En ese escenario, Munúa movió ficha. El planteamiento del uruguayo era mantener el partido igualado hasta el minuto 60, y justo en ese instante dar entrada a dos pesos pesados como Verza, en el centro del campo, y Santi Jara, en la banda diestra.
Se marchaban los jóvenes Javi Vera y Carrillo, para dar entrada a dos hombres que deben ser titulares en este equipo. Pero por algo se habían quedado en el banquillo de inicio. No estaban al cien por cien, y se les notó demasiado. De hecho, Santi Jara lo acabó pagando.

Sin gasolina al final

El partido seguía enredado, en medio de una fase totalmente insulsa. El Badajoz tampoco se atrevía a dar un paso al frente y a probar a la defensa cartagenerista, que, eso sí, se mostró bastante segura a lo largo de los noventa minutos. Carlos David y Andújar, jugadores con experiencia, expeditivos y con buen juego aéreo, controlaron todas las embestidas de un Badajoz que tiene argumentos más que suficientes para pelear por el play off. Es el caso de Dani Segovia, delantero centro procedente del Rácing de Santander, que anduvo en mil batallas contra la zaga del Cartagena, pero que no encontró su oportunidad.
Por las bandas, Carlitos y Adilson tampoco tuvieron oportunidades para desequilibrar. Mientras tanto, los de Munúa pusieron en peligro una vez la meta rival en toda la segunda mitad. Fue en un lanzamiento de falta, algo escorado, que ejecutó Verza. La posición no era mala para un centro, pero el ex de Almería y Levante probó el disparo directo, y el balón se escapó cerca del larguero.
A medida que pasaban los minutos, al Cartagena se le agotaba el aliento. El esfuerzo de la pretemporada ha hecho estragos en un equipo corto de efectivos, que ha tenido que completar la convocatoria con jugadores del filial, a la espera de que firmen a nuevas incorporaciones que den un salto de calidad a esta plantilla. De lo mejor en esta segunda parte, las incursiones por la banda diestra del lateral Markel Etxeberría, que, sin embargo, no fue capaz de encontrar con sus centros la cabeza de un Pablo Caballero cada vez más cansado.
El argentino se quedó sin fuelle y Munúa tuvo que relevarle a diez minutos para el final. En su lugar entró Lucas de Vega, mediapunta cedido por el FC Barcelona. Así pues, el conjunto cartagenerista se quedó sin un delantero centro sobre el césped. A día de hoy solo tienen uno en la plantilla, y está claro que con eso no les llega.
Si aún le quedaba al Cartagena alguna opción de empatar el partido, esa se fue con la lesión de Santi Jara. El '10' se lesionó a falta de un cuarto de hora para la conclusión, por lo que prácticamente el FC Cartagena se quedó con un jugador menos. Llegaba muy justo al partido por unos problemas musculares que le han mantenido al margen durante gran parte de la pretemporada. En sus primeros quince minutos sobre el campo, su actuación era intrascendente, pero luego se resintió de su lesión, y el club sabe que le tendrá varias semanas más de baja, aunque aún no se conoce el alcance exacto de su dolencia.
En esos momentos, el Badajoz olió sangre. Sobre todo en los últimos minutos, recuperaron en parte la posesión del esférico, la que no habían tenido en toda la segunda mitad. Sin embargo, eso apenas fue suficiente para acercarse a la meta de Marc Martínez, que ya había dejado su impronta en el partido con la estirada de la primera parte.

A la larga, el punto puede ser bueno, dadas las circunstancias, ante un Badajoz que tiene equipo para pelear por lo máximo. Pero en la primera jornada, al igual que el curso pasado, ha quedado patente que el Cartagena aún está muy lejos del nivel que debe dar.
La Opinión

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