Rctv.Granada 0-1 FC Cartagena

Treinta años después de la caída en Berlín del muro que dividió Europa en dos, otra muralla se ha levantado al sureste de España y nadie parece capaz de derribarla. Y es la muralla del FC Cartagena, el equipo que ya lleva nueve jornadas sin perder y sin recibir ni un solo gol. En Granada, ante un filial necesitado por su situación en la tabla, los de Munúa se pusieron el mono de trabajo para alargar la racha y sacar adelante otro partido en el que pocos lucieron. Pero al final, pita el árbitro y otros tres puntos se añaden al zurrón del Cartagena. Y ya van 27.
El marcador refleja un solitario tanto de Djordje Jovanovic al cuarto de hora de juego. El serbio, novedad obligada en el once, solo pudo disputar 45 minutos. Al descanso se marchó lesionado, al igual que los otros dos cambios realizados por el Cartagena. Esa es, pues, la nota negativa del encuentro, y la asignatura pendiente para esta semana, pues no está claro cuántos de los 'tocados' van a llegar para el partido del próximo domingo contra el Talavera.
Se vio esta mañana de domingo un encuentro dividido en dos mitades. En la primera, por momentos, al Cartagena le tocó contener para luego proponer. En la segunda, contando los minutos a favor de los albinegros, fue cuestión de replegar, cerrar espacios, y salir como balas en busca de una renta más amplia, que al final no hizo falta.
Salvo la ausencia de Pablo Caballero por lesión, Munúa salía con su once de gala, el que más le convence, el formado por Marc Martínez en portería; Fucile, Andújar, Carlos David y Forniés en defensa; Cordero y Carrasquilla en el doble pivote; Quim Araujo de enganche; William y Elady en las bandas; y Jovanovic como único punta.
El Recreativo Granada, situado en puestos de decenso pero con la moral alta por su victoria la jornada anterior, empezó el partido voluntarioso. En los primeros instantes dejaron claro que iban a por el partido, que necesitaban los puntos, y Pepe, nada más pitar el árbitro, y Fran Serrano, con un cabezazo levemente desviado, tuvieron opciones para adelantar a los suyos.
De lo más destacado de los nazaríes era el mediocentro Viedma, el que mueve al equipo, el que lanza todo el balón parado y el que llega permanentemente al área.
El Cartagena iba variando el ritmo del partido, a su estilo, con combinaciones rápidas y con arrancadas por las bandas. Y para arrancada la de William. El brasileño, jugador revelación de lo que va de temporada, tiene un cambio de ritmo espectacular, y un 'dribling' que es pura samba. Metió la directa por la derecha y tuvieron que frenarle con falta a centímetros del área. Si le dejan dar un paso más, o se cuela hasta la cocina, o la jugada acaba en penalti. Pero el árbitro señaló la falta fuera, en una posición que la convertía en una especie de 'penalti-córner' de hockey sobre hierba que desencadenó el primer y único gol del encuentro.
Jovanovic, poderoso por arriba, se elevó para cabecear el centro desde el área pequeña e introducir la pelota en la portería. El remate era demasiado cercano como para que el georgiano Rachvelli, guardameta del Recreativo Granada, pudiese reaccionar.
Más allá de que Andújar pudo ampliar la renta de cabeza justo después del 0-1, los locales encajaron bien el golpe. Llegaron minutos de sufrimiento albinegro, y de alguna jugada controvertida. Pedían penalti los nazaríes de Andújar por mano en el interior del área, pero el balón le golpeaba antes en el cuerpo y le rebotaba, y la normativa atestigua que eso no es penalti en ningún caso.
Las malas noticias llegaron en forma de lesión. De la serie de bajas, Carrasquilla fue el primero en caer. Ausencia sensible la del panameño, totalmente afianzado en la titularidad tras un inicio de competición sobresaliente. Por suerte, el Cartagena dispone de fondo de armario magnífico para estas situaciones y le sustituyó José Ángel Jurado.
El partido entró en una fase algo turbio, con acciones fuera de tono. Elady recibió un pisotón, y el filial del Granada soltó más de una patada a destiempo.
En el minuto 40, el conjunto local tuvo la más clara, en una jugada embarullada que, tras un rechace y un mal entendimiento entre Forniés y Marc, le cayó a Rubén, que estaba un poco escorado pero en posición franca. Su tiro rebotó en la madera.
En el descanso se marchó el goleador, Jovanovic, que había tenido molestias en el primer tiempo. Así pues, el FC Cartagena jugó la segunda mitad sin delantero centro, pero tampoco le hizo falta. Elady se colocó como hombre más adelantado, aunque Rodrigo también irrumpía desde la banda. El jienense, en su versión más desequilibrante, era el que más se atrevía de los albinegros. Regateaba, trazaba diagonales, buscaba el disparo... Lo hacía todo, aunque en alguna ocasión pecó de individualista. Por el otro costado, William era otra amenaza, así que el Recreativo Granada sabía que si se volcaba en ataque era muy probable que recibiera el segundo gol a la contra. Los de Munúa estaban en su salsa. Con el resultado a favor, se antojaba complicado que los tres puntos se escaparan.
Como al principio, el Recreativo Granada regresó de los vestuarios con la intención de meterle otro ritmo al partido, pero no le hicieron ni cosquillas a la defensa del Cartagena. Ordenadísimos, y siempre con un hombre pegado al receptor del balón, los albinegros neutralizaron cada acercamiento del equipo local.
Salvo un par de jugadas individuales de Elady, al que le faltó encontrar portería, poco pasó en la segunda mitad. El de La Puerta de Seguro tuvo un disparo que se le escapó alto tras regatear a dos defensores. Le faltaba afinar la puntería para hacer su gol.
Por momentos, los albinegros se defendían con la pelota, con un centro del campo que ya era totalmente diferente al del inicio con la entrada de Verza por Cordero (el tercer lesionado). El problema es que Munúa no pudo introducir ninguna variante en la segunda parte porque todos los cambios eran obligados, pero aún así el centro del campo no se desordenó. Quim Araujo venía a recibir y a desahogar al equipo, en una labor esencial dado el guión de partido.
David Tenorio, técnico del filial del Granada, se lanzó a por todas. Quitó a los dos centrales para meter dos delanteros, pero ni por esas. De poco sirve acumular atacantes si el balón no les llega en situaciones de remate. Además, uno de los jugadores que había entrado en el segundo acto, el delantero Caio, se lesionó en los minutos finales, con las tres sustituciones ya completadas, así que los locales tuvieron que acabar el partido con uno menos sobre el césped.
Moral no les faltaba. En los cinco de añadido, soñaron con que el empate les llegara a balón parado. Hasta el guardameta Rachvelli subió a rematar un córner y una falta frontal, pero no culminaron ni una ni otra acción porque los lanzamientos se quedaron cortos.

Así pues, los tres puntos viajan a Cartagena. El equipo se mantiene como líder intratable del grupo IV, y empieza a dar una sensación de solidez que deja pocas esperanzas a los rivales. Con la de ayer, son nueve jornadas sin perder (siete victorias y dos empates) y nueve sin recibir un solo gol. El muro albinegro sigue en pie.

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