Para poner en contexto la situación del Cartagena basta decir que el de ayer fue el mejor resultado en casa de la temporada. Un tibio empate sin ningún interés futbolístico es lo más positivo del cuadro cartagenero en tres meses. Sólo en los cinco minutos previos al descanso se pudo ver algo de ambición y en ellos llegó el tanto de Alfredo Ortuño con una efectividad máxima en el primer tiro a portería. Después, la nada.
El arreón albaceteño para poner el empate evidenció todos los problemas del Cartagena en quince minutos: indecisión, errores evitables, nervios y precipitación. El saque de esquina mal defendido fue el regalo que cada partido deja sin victoria al equipo. Con las tablas se volvió a conformar Calero a pesar de los cambios teóricamente ofensivos. Con Jansson, Ferreiro y Embaló en ataque se quedó sin argumentos. Tampoco tiene otros.
Aunque el cuadro de Rubén Albés lo intentó mucho más en el tramo final, no supo rematar la faena. El empate deja a los dos equipos insatisfechos con un reparto de puntos insuficiente para sus necesidades en la parte baja de la tabla. El Cartagena continúa colista de Segunda División con ocho puntos en dieciséis jornadas y el Albacete mira de reojo la zona peligrosa, dos puntos por encima.
El choque entre cartageneros y manchegos dio inicio con intensidad y ya en el primer minuto tuvo el primer acercamiento el cuadro local. Con muy poco se plantó el Cartagena en el área contraria cuando Jairo la puso en juego desde la línea lateral, combinó con un compañero y puso un centro a media altura. Mikel Rico remató de volea a bote pronto para enviar la pelota fuera, cerca del palo corto. Contestó a esa primera llegada el Albacete con un centro lejano de Agus Medina que superó a la zaga y llegó a Manu Fuster en el segundo palo, pero su remate se marchó fuera y, además, el colegiado señaló la posición adelantada.
A partir de ahí se vio una primera mitad muy trabada, en la que las imprecisiones y las interrupciones fueron la tónica habitual. Ningún equipo combinó bien en campo contrario y, por lo tanto, tampoco ninguno dominó al rival. En ese contexto lo intentaron los manchegos con balones largos al espacio que dejaba detrás una zaga albinegra adelantada. La estrategia funcionó.
Así consiguieron los de Rubén Albés instalarse en campo contrario cuando el juego no fluía y así sufrió a la espalda el Cartagena, con un Kiko Olivas que tuvo que ir al corte en varias ocasiones. Ese paso adelante lo complementaron los albaceteños con los precisos centros de Agus Medina, que no necesitó llegar a línea de fondo para hacer daño, aunque sus servicios no encontraron rematador y sí una ferrea defensa.
A partir de la media hora, Julián Calero encontró el antídoto a la eficaz técnica rival con el riesgo de aumentar la presión. El equipo juntó líneas en la mitad contraria y recuperó el control de la pelota a la vez que controló las escapadas en velocidad de los delanteros. De esta forma, el tramo final fue del Cartagena. Mikel Rico llegó a las inmediaciones del área con ventaja para disparar por encima del larguero y, seguidamente, una falta lejana puso en apuros a los albacetistas. Fue tras esa acción, en el saque de esquina, cuando llegó el tanto cartagenero.
Sirvió Iván Calero desde la izquierda un balón muy abierto que desveló la jugada ensayada de los albinegros. Mikel Rico entró en carrera desde atrás para ponerla de cabeza sobre la entrada de Ortuño en el segundo palo y el delantero yeclano, con fortuna en el rebote, la puso dentro ante la salida de Bernabé en el área pequeña para hacer el 1 a 0 en la última acción de la primera mitad.
El encuentro se marchó al descanso con la ventaja momentánea de los locales, pero en la reanudación reaccionó bien el equipo visitante. Desde la vuelta de vestuarios, todo el fútbol lo puso el Albacete buscando el empate con determinación. Alberto Quiles fue el primero en intentarlo adelantándose a su par en un centro lateral y estrellando su remate de volea en el lateral de la red. Poco después, Alcalá tuvo que cortar el pase de la muerte de Dani Escriche que esperaba Quiles en el área pequeña para salvar a los suyos.
Justo antes de cumplirse la hora de partido, el acoso manchego era abrumador y el gol que puso las tablas no se hizo esperar. Higinio, que llevaba treinta segundos sobre el terreno de juego, remató a la perfección un saque de esquina que la zaga cartagenera defendió realmente mal para hacer el 1 a 1. Sólo un minuto después, Marc Martínez salvó el 1 a 2 con una gran parada de reflejos a disparo cercano de Olaetxea.
La ovación a Datkovic
La última media hora de partido no tuvo dueño. El Albacete mostró una mayor predisposición ofensiva, pero no tuvo la claridad suficiente para finalizar sus jugadas con peligro. El Cartagena se quedó sin argumentos ofensivos cuando Jansson, Ferreiro y Embaló saltaron al terreno de juego. En los últimos compases, Toni Datkovic entró desde el banquillo y recibió la ovación del Cartagonova tras su dramática salida en verano. También volvió Arnau Solà después de una larga lesión muscular.
La parroquia albinegra mostró su descontento entonando cánticos contra la directiva mientras el partido agonizaba en los seis minutos de descuento. Finalmente, ni Albacete ni Cartagena supieron ganar y se reparten dos puntos que no dejan satisfecho a ninguno de los dos equipos. Los cartageneros se mantienen colistas de Segunda División con 8 puntos, a 9 de la salvación que marca ahora mismo el Andorra con 17. Mientras tanto, los albaceteños siguen en decimosexta posición con 18, dos por encima de la zona roja.
Calero: "En la segunda parte no hemos estado bien desde el minuto uno"
El entrenador del FC Cartagena, Julián Calero, compareció en la sala de prensa del Cartagonova al término del partido frente al Albacete para analizar lo sucedido en el terreno de juego y explicar desde su punto de vista la situación que vive su equipo. «Hemos hecho una priera parte más o menos aceptable. Hemos concedido poco y hemos defendido lejos de nuestra área. Nosotro tampoco hemos generado mucho, pero hemos tenido llegadas y hemos acabado marcando», afirmó en primera instancia. «Eso nos debería de dar alas, pero en la segunda parte no hemos estado bien desde el minuto uno», añadió.
El técnico manifestó su descontento con el equipo en la segunda mitad. «Hemos metido mucho el culo atrás y así es muy complicado. Tienes que empujar más hacia delante y tienes que ser más agresivo con más posesión de balón. Si no, los rivales sienten que están cerca de ganarte y no puede ser. Hemos cedido el terreno y no hemos sido reconocibles, lo que me duele más», expresó.
Respecto de las circunstancias que vive el equipo, Calero explicó lo que no puede aceptar. «Te atenazas y no eres capaz de desarrollar todo lo que tienes y eso es lo que más me duele porque siempre les digo que si hay que morir se muere de pie y no arrodillados. Hay cosas que no puedes dejar de hacer y hay que tener mucha personalidad para defender muy bien cuando te dominan o quedarte el balón si te toca a ti», aseguró.
Por último, Julián verbalizó nuevamente la esperanza que tiene sobre el grupo para lograr la permanencia. «Me aferro al fútbol y a lo que sea. Al trabajo, a seguir masticando y tragando todo el barro del mundo. Me lo trago yo y no culpo a mis jugadores. Prefiero que todo venga a mis espaldas porque tiene que ser así. Acepto la responsabilidad. El fútbol es un deporte muy grande y las dinámicas se cambian», concluyó el entrenador del FC Cartagena.
La Opinión
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