Fue fácil porque el Cartagena lo hizo fácil. A los seis minutos ya encarriló Ortuño el triunfo rematando a la media vuelta un centro de Jairo. Nunca se sintió amenazado el equipo de Calero. Al borde del descanso, Ortuño hizo el segundo en su cuenta particular y en el partido para poner punto y final a una campaña tortuosa. Un martirio que comenzó en agosto, se fue suavizando gracias a la resurrección del equipo y terminó ayer con el pitido final de Moreno Aragón. El FC Cartagena está por fin salvado.
El inicio de partido del Cartagena fue absolutamente arrollador. Desde el primer minuto se instalaron los albinegros en campo contrario y se volcaron sobre el Tenerife con la incorporación de Calero por la derecha y Fontán por la izquierda. No en vano, fue Iván el primero en amenazar recibiendo en línea de fondo antes de sufrir una fuerte entrada de Mellot. El defensa cedido por el Celta también estuvo bien en la combinación.
Ambos laterales fueron claves para realizar una presión alta que ahogaba al rival y tras un despeje forzado llegó el tanto cartagenero con su primer disparo a portería. La puso en juego Fontán desde el costado y cambió de banda Jairo para recibir en la izquierda. El tinerfeño se marchó de dos y puso un centro a media altura que Ortuño no desaprovechó. Habiendo superado la altura del balón, frenó para controlar de espaldas estirando su pierna izquierda y le pegó de volea con la diestra mientras giraba. El disparo ajustado al palo largo fue imposible para Juan Soriano, que no hizo siquiera el intento por desviar la pelota.
Tras el gol de los cartageneros, el rimo del partido aminoró. Esta circunstancia benefició a los visitantes, que tomaron aire tras unos primeros minutos de intensa presión y pudieron llegar al área albinegra con centros de Nacho Martínez desde el costado zurdo. En uno de ellos, Enric Gallego casi ve portería ganando la posición a un Pedro Alcalá demasiado blando y disparando al palo largo con mucho peligro.
En el periodo central de la primera parte, el Tenerife se hizo con la posesión y el Cartagena no encontró el camino para salir de su campo. Kiko Olivas tuvo que cortar en el último momento un remate de Gallego en buena posición. No obstante, cuando lo peor lo pasaban los locales, volvieron a manejar los tiempos para controlar el intento de reacción tinerfeña, a quien le costó horrores finalizar jugadas con peligro.
Cuando todo indicaba un tramo final del primer acto tranquilo, el decorado cambió en una jugada sin aparente peligro por la intervención del VAR. Tras una jugada de ataque frustrada de los albinegros, Jeremy Mellot trató de despejar después de un bote muy alto a la misma vez que Alcalá atacó la pelota de cabeza. El visitante golpeó el balón, pero también la cabeza del capitán cartagenero. A pesar de que Moreno Aragón no lo vio en directo, el VAR le llamó a revisar la acción y el colegiado terminó señalando la pena máxima. Alfredo Ortuño dobló la ventaja del Cartagena definiendo a la izquierda y engañando a Soriano.
Tras cinco minutos de añadido en una primera parte con varias interrupciones, el encuentro llegó al descanso con la sólida ventaja local y el segundo acto continuó en la línea del primero. El Cartagena regresó al terreno de juego con una marcha más y el Tenerife, que realizó cambios para cambiar su rendimiento, lo hizo adormecido. No obstante, la precipitación cartagenera no le permitió llegar.
Álvaro Jiménez, quien entró desde el banquillo, fue la única amenaza chicharrera con varios disparos que se marcharon por muy poco. En uno de ellos intervino Lizoain con un paradón. Más allá de eso, no tuvo el Tenerife argumentos para pelear el partido en ningún momento. Durante los primeros minutos del segundo tiempo lo intentó el conjunto de Asier Garitano con llegadas de Corredera o Enric Gallego, quien cerca estuvo de recortar distancias en un córner. Apuraba sus opciones de play off el Tenerife, pero se terminaron apagando sobre el minuto 70 de partido.
Completamente superados por un Cartagena coral, el ‘Tete’ desistió. La entrada de Mikel Rico, Poveda, Juan Carlos Real y Arnau Ortiz sentó bien al cuadro local, que se mantuvo ordenado ante cualquier atisbo de reacción. La grada disfrutó con los suyos en los últimos minutos, sabiendo que el objetivo de la salvación estaba prácticamente cumplido, con olas y olés ante las combinaciones de los jugadores.
El pitido final del colegiado confirmó la presencia del FC Cartagena en Segunda División una temporada más . La comunión del equipo y la grada fue absoluta, con vítores y cánticos para jugadores y cuerpo técnico, gran parte de ellos para Julián Calero como el gran artífice del milagro.
Julián Calero: "Esto es más que un ascenso, la felicidad es indescriptible"
El técnico del FC Cartagena, Julián Calero, atendió a los medios de comunicación en medio de la fiesta albinegra por la salvación. "Matemáticamente ya nos pueden sacar de la ecuación porque el Cartagena no va a bajar este año. Ahora sí que es un momento alegre y muy bonito", dijo rememorando sus primeras palabras como entrenador albinegro.
"Para mí esto ha sido más que algún ascenso por la dificultad que ha tenido. Cambiar la dinámica negativa del equipo es brutal. Estoy igual que si hubiera ganado una liga o conseguido un ascenso. La felicidad es indescriptible", añadió emocionado.
Calero no se quiso dejar a nadie sin agradecer su trabajo. "Sólo tengo palabras de agradecimiento para todos: staff, cuerpo técnico, fisios, utilleros, médicos, nutricionista, delegado. Ha sido muy bonito y una alegría inmensa", explicó. También a sus jugadores con un ligero protagonismo para Ortuño. "Alfredo ha trabajado muchísimo y que haya hecho estos dos goles es bonito para él, pero yo pienso en el equipo", reiteró el preparador.
Sobre el encuentro, Julián valoró la competitividad de los suyos. "Hemos competido bien con lo que pedía el partido. Son un muy buen equipo, pero había ganado el Oviedo y lo tenían más difícil. Hemos intentado cerrarlo hoy porque ir a Eibar o al campo del Espanyol era complicado", manifestó sobre la permanencia matemática.
En cuanto a la afición, Calero afirmó que "la gente ha estado espectacular desde el primer minuto donde yo quería que estuvieran: en el campo. Nos ayudan, nos empujan y nos han echado una mano tremenda", admitió.
Por último, el entrenador envió un mensaje a los "satélites" del club. "La fiesta del final hace afición y une al club con la ciudad. Hemos unido a todos los estamentos y este es el resultado. Ya sabe todo el mundo el camino", concluyó.
La Opinión
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