Sufrió mucho el conjunto visitante en el primer tramo y fue mejorando progresivamente. Aumentó el nivel defensivo para ganar duelos y cuota de balón, pero no estuvo nada fino en ataque. No generó a penas el Cartagena más que cuatro disparos desviados y uno a puerta en todo el partido, un bagaje insuficiente para pelear por la victoria.
Sorprendidos al inicio
Las modificaciones de Calero para cambiar el rendimiento de su equipo no aportaron lo que se esperaba, aún así, se mantuvieron ordenadas las filas cartageneras buscando su oportunidad con calma. La calma que le ofrece al Cartagena saberse salvado y que se puede permitir tras su hazaña de este año.
El Cartagena saltó al césped de Ipurua dispuesto a competir de tú a tú al Eibar, pero pronto se dejó notar el mayor nivel de intensidad de los locales, que tenían mucho más en juego que los visitantes. La velocidad de combinación del cuadro de Joseba Etxeberria dio rédito en ataque, aunque el tanto que abrió el marcador llegó a balón parado. Con una falta lejana avisó el conjunto armero y en un córner se adelantó el Eibar a los diez minutos de partido.
La puso en juego Mario Soriano en corto para Aketxe, quien envió un gran balón al primer palo. Allí la atacó en carrera Arbilla para rematar a portería, sin embargo, su testarazo no cogió la dirección que deseaba. En el segundo palo esperaba Stoichkov para remachar sin oposición a puerta vacía con el interior de su pie derecho y, aunque el linier y el colegiado señalaron fuera de juego en primera instancia, el VAR intervino para corregir su decisión: Luis Muñoz habilitaba al delantero y el 1 a 0 subía al marcador.
Minutos de confusión
Tras la validez del tanto armero, el Cartagena atravesó unos minutos de confusión. Al cuarto de hora, un error en salida de balón permitió a Soriano conectar con Stoichkov sólo en la frontal del área. El punta condujo unos metros y le pegó antes de la llegada de Alcalá, pero se resbaló en la acción y su golpeo salió desviado por suerte para el cuadro albinegro.
No había pasado un minuto cuando, de nuevo Stoichkov como hombre más activo del partido, generó otra ocasión abriéndose a la izquierda y centrando para Sergio León, que golpeó al palo sin portero. Aunque la acción fue invalidada, la balanza se inclinaba cada vez más hacia el lado local. Los primeros veinte minutos fueron un monólogo azulgrana.
La contra, el antídoto
Comenzó a controlar el Cartagena las llegadas de su rival a partir de entonces y las aprovechó para salir a la contra. En una de ellas, Luis Muñoz recibió cerca del área por el centro para pegar con fuerza a portería. El primer disparo albinegro, demasiado centrado, no supuso peligro alguno para Luca Zidane. Mejoró la combinación del equipo de Julián Calero durante unos minutos y, aunque volvió a dominar la posesión el Eibar las contras fueron un buen argumento.
Iván Calero fue el mejor del Cartagena con salidas potentes desde atrás y Raúl Lizoain tuvo que tapar la última ocasión de Sergio León desde muy cerca. Con calma sobre el terreno de juego se alcanzó el descanso. No obstante, la segunda mitad comenzó con un ritmo endiablado.
Muñoz casi encuentra el empate con un centro que se envenenó y que Zidane tuvo que sacar de la escuadra. Poco después, Konrad recibió en el vértice del área y golpeó cruzado con violencia para encontrar la parada de Raúl. En el córner, los locales cerca estuvieron de marcar el segundo tras una serie de rebotes dentro del área, pero la contra cartagenera fue aún más peligrosa: Luis Muñoz condujo en el 2 para 1, abrió a Alarcón y el centrocampista finalizó mal una buena jugada disparando desviado ante Zidane.
Cambios insuficientes
Para aprovechar la inercia del encuentro, Calero dio entrada a Mikel Rico, Arnau Ortiz y Darío Poveda, pero no tuvieron la suficiente influencia como cambiar el rumbo del encuentro. Se instaló durante tramos intermitentes en campo rival, pero no pudo el Cartagena generar las ocasiones como para empatar el encuentro desde su fútbol.
Pareció conformarse el Eibar con el resultado mientras el Cartagena se mostraba incapaz de acumular hombres en el área, también a pesar de la entrada de Narváez al partido. Por el otro lado, Konrad puso la velocidad para dar salida a los suyos.
Poco a poco fue muriendo el encuentro y los de Calero aprovecharon su condición de salvados para mantener la calma y apurar sus opciones en el descuento. Por contra, los nervios del Eibar permitieron algunas jugadas cartageneras cerca del área, pero su buen nivel defensivo tapó todos los huecos. Tras cuatro minutos de añadido, el colegiado señaló el final y el Cartagena volvió a perder después de una racha de cuatro victorias consecutivas. Se mantienen los albinegros en décimo tercera posición a falta de lo que consiga el Albacete frente al Villarreal B hoy.
Calero: "Nos ha faltado ese punto que te da estar jugándote cosas"
El entrenador del FC Cartagena, Julián Calero, atendió a los medios de comunicación tras el encuentro en Ipurúa. El entrenador defendió el buen nivel de los suyos a pesar de no tener nada en juego. «No se puede faltar el respeto al fútbol porque, más allá del resultado, el espíritu de equipo se pierde. Hemos sido dignos de la competición, hemos estado más o menos acertados, pero lo hemos intentado y eso dignifica a mis jugadores», afirmó.
Por otro lado, Julián también fue crítico con su equipo. «Ha habido cosas que nos han lastrado, como el inicio. Ellos han entrado fuertes porque se jugaban mucho y sabíamos que iban a entrar fuertes. Hemos intentado contenerlo, pero no hemos sido capaces de cerrar bien», comentó.
«A partir del minuto veinte se ha igualado el partido y las hemos tenido, pero nos ha faltado un poco de agresividad, finura o acierto», expresó el entrenador de Parla.
La segunda parte y los minutos finales dejaronn al técnico con ganas de más. «El empate no habría sido injusto. Podría haberse dado cualquier resultado porque ellos han dado un paso atrás para resguardar el tesoro que tenían y nosotros nos hemos metido en campo rival. Nos ha faltado ese punto que te da la competitividad de estar jugándote cosas», reiteró. «Me voy jodido porque no me gusta perder. No me juego nada, pero no me gusta e intento trasladar ese sentimiento a mis jugadores», añadió.
Calero también criticó el criterio arbitral para mostrar amarillas a sus jugadores. «Me parece injusto que lleváramos cuatro amarillas en veinticinco minutos con lo que eso condiciona. En la segunda parte he tenido que quitar a jugadores con amarilla como Ortuño o Tomás>>, manifesto.
Por último, Julián expresó que quiere «cerrar este capítulo lo mejor posible y siendo lo más dignos posible», concluyó el entrenador del FC Cartagena.
La Opinión
No hay comentarios:
Publicar un comentario