En el Carlos Tartiere frente al Real Oviedo, el entrenador asturiano propuso otro planteamiento que tampoco le libró de la derrota. Defendió el Cartagena con todo durante muchos minutos y se abonó al contragolpe en un estadio difícil y contra un gran rival. Le sirvió durante 82 minutos, lo que tardó el cuadro de Javi Calleja en encontrar el gol.
Propuso el ‘Pitu’ un bloque bajo. Debido a las bajas, en defensa formaron Sipcic y Moreno en el centro y Aguirregabiria con Vukcevik -sustituyendo a Ríos Reina- en los costados. En el medio volvió Damián Musto para comandar al equipo, arropado por Sergio Guerrero y Luis Muñoz, quienes alternaban entre una posición más adelantada dejando atrás un doble pivote o presionaban juntos con el argentino como ancla. Arriba, Jairo, Cedric y Valles ocuparon su lugar habitual.
El plan funcionó a la perfección. El equipo ganó solidez y solvencia, aunque perdió llegada. La contra fue su único argumento gracias a la velocidad de los extremos. Así, no logró incomodar a Aarón Escandell más que en un par de ocasiones a balón parado.
Al final, de tanto ir el cántaro a la fuente, se rompió. Un balón suelto tras un despeje propició en un tiro defectuoso que se convirtió en el pase perfecto para abrir la defensa. La fortaleza defensiva cayó y con ella las opciones de puntuar del Cartagena. Cinco jornadas, tres puntos y una plaza de descenso que recuerdan a lo acontecido el pasado curso.
Fue superado el Cartagena en los primeros compases del choque en el Carlos Tartiere, no obstante, la iniciativa del Real Oviedo no se tradujo en peligro ni ocasiones de gol. Dominó claramente la posesión el cuadro carbayón y se instaló pronto en campo contrario, pero los de Abelardo cerraron líneas y frustraron los primeros intentos del conjunto local.
Tras un conato de contra por parte del Cartagena, en el que Cedric corrió la banda, Haissem Hassan fue el primero en romper el orden albinegro aprovechando las deficiencias defensivas del camerunés. Con una buena jugada por el costado zurdo se deshizo de un permisivo Cedric para centrar sin encontrar remate.
Se cumplieron los pronósticos del ‘Pitu’ y el Oviedo sometió a los suyos con mucho balón en campo contrario. Al Cartagena le duraba escasos segundos la posesión. Diez minutos se habían consumido de partido cuando Cazorla estuvo a punto de encontrar el gol de falta directa: lo intentó por debajo de la barrera a unos cuatro metros de la frontal y la pelota terminó en el lateral de la red, rozando el poste derecho de la meta cartagenera.
Después del primer cuarto de hora, y dando la sensación de seguir un plan preestablecido, el Cartagena adelantó la presión a campo rival y obtuvo recompensa. Un insistente Gastón robó varios balones y obstaculizó la salida de balón ovetense con la ayuda de Cedric, Jairo y Muñoz. Así se asentó en el encuentro, pero la calidad de los locales se volvió a imponer antes de la media hora de partido.
Cazorla continuó apareciendo en el ataque de los suyos. Con una pared cerca del área propició un centro de Chaira que Alemao no consiguió rematar en el área pequeña y volvió a acercarse el Real Oviedo a balón parado con un centro lejano de Colombatto que Luengo remató de cabeza en el segundo palo. Pablo Cuñat voló para sacar la pelota ajustada al poste derecho.
El tramo final de la primera mitad fue nuevamente para los azules, que tampoco consiguieron incomodar al Cartagena pese al control del juego. Chaira disparó desde la frontal a las manos de Cuñat y Hassan sobrepasó varias veces a Cedric y Vukcevic sin premio. El bloque bajo cartagenero bien plantado estrechó los espacios y puso cerco a la creatividad del fútbol ovetense. En ese contexto llegó el final de la primera parte, tras un desafortunado choque entre Gastón Valles y Aarón Escandell en un balón aéreo.
Regresaron ambos equipos de vestuarios y el partido continuó por la línea marcada en los últimos minutos del primer acto. El Oviedo siguió llegando y los portuarios no encontraron vías de escape de su propio campo. Lo encontró Cuñat con un pase largo a Valles, que inició una contra abriendo a Jairo. El canario tardó mucho en filtrar el pase al desmarque de Luis Muñoz y el malagueño no pudo aprovechar la ventaja. Quizás la más clara para los visitantes la tuvo Sipcic a balón parado con una gran peinada que Escandell atrapó sobre la línea.
No estaba incómodo el Cartagena en defensa. Todo lo contrario. A pesar de no asomarse a la meta contraria, tampoco sufrió en exceso. De hecho, los cambios no llegaron hasta el último cuarto de hora, cuando Andy entró por Muñoz, Pocho Román por Jairo y Ortuño por Valles.
Tocó al equipo Abelardo y fue entonces cuando recibió el tanto del que tan bien se había estado defendiendo. Repelió la zaga el enésimo centro, pero esta vez lo hizo Aguirregabiria hacia el centro del área. En la frontal lo recogió Paulino, golpeó a portería y el desvío de un defensor dejó la pelota franca para Sebas Moyano escorado en el área pequeña. El extremo la puso atrás, donde la desordenada defensa se olvidó de Colombatto, quien la empujó sin portero para hacer el 1 a 0.
Con el gol se rompió el encuentro porque los cartageneros buscaron el empate sin un plan y sólo el Pocho consiguió generar algo en ataque. El partido también le tenía preparada otra dosis de crueldad al Cartagena cuando, a treinta segundos del final, Escriche envió a saque de banda un cabezazo en el área pequeña libre de marca que bien podría haber significado el empate.
Alcanzado el 94 de partido, Ávalos Barrera señaló el final del encuentro que concluyó con la victoria del Real Oviedo y la cuarta derrota cartagenera, con la que los de Abelardo entran en descenso. Con tres unidades, los albinegros son vigésimos en la tabla después de cinco partidos y quince puntos disputados.
Tensión en la rueda de prensa
El técnico del FC Cartagena, Abelardo Fernández, protagonizó tras el encuentro una tensa rueda de prensa en la que llegó a mantener una discusión con uno de los perioristas presentes en la sala de prensa del Carlos Tartiere a raíz del planteamiento. «El Real Oviedo tiene una de las mejores plantillas de Segunda. Evidentemente, el equipo planteó un partido replegado para salir a la contra. Lo hicimos bastante bien, pero en una jugada de suerte con un rebote nos meten el gol», comentó en primera instancia el entrenador. Fue cuestionado el asturiano por su satisfacción en cuanto al juego del grupo. «Nosotros sabíamos cómo iba a ser el Oviedo y en varias contras pudimos hacerles daño. No podemos atacar como el Oviedo porque tenemos otras características. Si usted no lo ve así, tampoco me importa mucho», insistió. «El Cartagena ha jugado el partido que ha tenido que jugar. Si empatamos o ganamos, las preguntas serían diferentes. Yo conozco estas ruedas de prensa. Siempre pasa igual», añadió. Por último, Abelardo argumentó que el equipo merece más puntos de los que ha logrado.
La Opinión
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