FC Cartagena 1-3 CD MIrandés

La última jornada de LaLiga Hypermotion, que despide al cuadro albinegro del fútbol profesional, trajo para el FC Cartagena una última derrota. No una más, sino la más sonrojante del curso. Nada tiene que ver con el resultado ni la actitud ni ninguna acción del encuentro. La vergüenza y el sonrojo están en el significado.

Marca el cuadro portuario una temporada de récord que tiene la guinda en esta última derrota. La que aumenta la suma a 31. Con ella, el Cartagena iguala el récord de derrotas de la historia de Segunda División que ahora comparte con el Mollerusa de 1989. Ya se habían confirmado otros registros como ser el peor local y visitante del curso, pero el equipo dirigido por Guillermo Fernández Romo y confeccionado por la comisión deportiva que dirige Paco Belmonte quería hacer historia a costa del honor de su afición.

Además de ver cómo un rival con la misma -o menos- masa social, la misma -o menos- capacidad económica- y el mismo -o menos- límite salarial pasó por encima del Cartagena en el campo, también tuvo que ver la afición albinegra cómo festejaban los jabatos su gloriosa clasificación para la promoción de ascenso. Este no es un objetivo, ni mucho menos, que persiga un club como el albinegro, pero pone de manifiesto la gran diferencia en la gestión de una y otra entidad.

En cuanto al partido, tuvo muchos condicionantes Romo por ausencias y lesiones, formando una defensa inédita con Delmás, Aguirregabiria, Jesús Hernández y Nacho en línea de cuatro. Se vieron despedidas, como la de Luis Muñoz sobre el campo después de cinco meses de lesión, o la de Ortuño, que aunque tiene contrato todo apunta a ello, entre pitos.

Álex Millán igualó el tanto de Urko Izeta al borde del descanso, pero otro gol de Joel Roca dio la ventaja al Mirandés para la segunda mitad. Los jabatos, con un Cartagena cansado, remataron la faena en el segundo acto. Así se despide el cuadro cartagenero de la Segunda División hasta que cambie mucho la película.

Comenzó a rodar la pelota por última vez esta temporada en el Cartagonova y el Mirandés, obligado a ganar, saltó al campo con ganas de resolver el partido cuanto antes. Unos segundos después del inicio ya dejó claras sus intenciones el cuadro jabato con el primer disparo a puerta, de Alberto Reina, a las manos de Jhafets Reyes. A los tres minutos ahogaban los visitantes a los locales y el campo se inclinaba hacia la meta albinegra con veintiún jugadores sobre esa mitad.

Izeta se unió a las hostilidades un minuto después con un disparo desviado tras una pared en el área y Panichelli también lo intentó después de una contra con ventaja , pero disparó fuera con la izquierda. También favoreció la dinámica del Mirandés la imprecisión albinegra en salida, que provocó una conducción peligrosa de Joel Roca hasta su flojo disparo desde la media luna del área.

Todo el juego era del cuadro rojillo en los primeros minutos y así se mantuvo durante gran parte del primer acto, pero el intenso ritmo bajó sobre el cuarto de hora. En ese contexto se igualó la balanza y en una acción puntual pudo abrir el marcador el Cartagena. Saltó Nacho en velocidad desde atrás, recibió de Álex Millán y recortó a su par dentro del área. Cedió el balón al delantero y, desde el punto de penalti, le pegó Millán después de un regate. Raúl Fernández realizó una sublime intervención para evitar el gol.

El susto puso al Mirandés en estado de alerta y no volvió a desprotegerse en defensa el cuadro de Alessio Lisci. El partido llegó a la media hora sin llegadas mientras en el banquillo jabato escuchaban cómo el Elche desmontaba sus opciones de ascenso directo con tres goles. Poco después, y como si se tratara de una respuesta a los marcadores ajenos, el cuadro de Miranda de Ebro abrió por fin la lata.

Avisó Joel Roca con una volea desde el punto de penalti que se marchó fuera, pero Urko Izeta no perdonó en el 37. Condujo Alberto Reina en el contragolpe, combinó con Panichelli en la frontal y este abrió para Izeta escorado a la derecha. Desde dentro del área, el delantero le pegó con potencia para superar a Jhatefts, que pudo hacer bastante más, para conseguir el 1 a 0.

Parecía tener controlado el encuentro el equipo de Lisci, pero al borde del descanso marcó el Cartagena. Después de una larga posesión, Nacho centró desde lejos para encontrar a Álex Millán en el corazón del área. El punta ganó el duelo al defensor y sorprendió al portero con la puntera para nivelar de nuevo el choque. Sin embargo, poco duró la alegría ‘en la casa del pobre’. En el añadido, de cuatro minutos, el Mirandés encontró el segundo.

Permitió Delmás el centro de Parada desde el costado zurdo, Panichelli peleó el balón y Aguirregabiria salió malparado, cayendo sobre el césped. La posterior volea de Joel Roca en el rechace impactó con el cuerpo del defensa antes de colarse en la portería de Reyes.

Así llegó el choque al descanso y en la reanudación volvió mejor el Mirandés, pero su energía duró menos que en el inicio del choque. No le perdió la cara al partido el Cartagena, tuvo el balón e incluso una ocasión en botas de Álex Millán en el minuto 50, pero tras un tramo insulso de encuentro sentenció el cuadro jabato. Perdió arriba el Cartagena, recibió Izeta de espaldas con la defensa muy adelantada y se la puso con ventaja a Álex Calvo sobre la carrera. El extremo definió con una vaselina ante Jhafets para poner el denifitivo 1 a 3. 

Desde entonces, a falta de veinte minutos, no pasó nada reseñable con excepción de la vuelta de Luis Muñoz a los terrenos de juego tras más de cinco meses sin jugar. El partido fue muriendo poco a poco hasta confirmar la trigésimo primera derrota del Cartagena que le sitúa como el equipo con más partidos perdidos en la historia de Segunda.

«Me queda la mala sensación de no haber revertido nada la situación»
Compareció en la sala de prensa del Cartagonova por última vez Guillermo Fernández Romo. Tras el último encuentro de la temporada, que finalizó con derrota frente al Mirandés (1-3), el técnico analizó el choque y también su paso por el club cartagenero. El madrileño admitió que «no me queda una buena sensación» por «no haber revertido nada». Todas sus intervenciones sonaron a despedida. «No me queda una buena sensación, pero los entrenadores no podemos ganar todos los años y menos entrando en una situación complicada», justificó Romo en su balance de los veinte partidos con el equipo.

«No es suficiente hacer las cosas con rigor y con organización. Es un pesar que te queda, pero por otro lado queda algo positivo como el trato de la afición y de la ciudad», comentó. 

Por otro lado, el preparador desveló que el equipo tiene «permiso para salir de aquí» una vez que han terminado los compromisos ligueros. «Podemos salir de vacaciones aunque hay mucho que seguir analizando, seguir viendo fútbol, pero ya saldremos de la ciudad», manifestó. 

En cuanto a su último partido, Romo admitió que «en la segunda parte nos faltaba mucho físico, organización y estábamos condicionados por el esfuerzo del partido». Por último, Guillermo Fernández dio las gracias y deseó «suerte en el futuro» al FC Cartagena.

La Opinión

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