FC Cartagena 1-0 Cadiz CF B

Al tercer intento, un FC Cartagena que sigue la senda ascendente consiguió la primera victoria en casa. No sin sufrir, como en cada partido de lo que va de temporada, pero los de Munúa encadenan ya dos triunfos consecutivos y se aúpan por primera vez este curso a posiciones de play off. Ante una afición en plena feria, generaron dudas en un inicio de partido apagado, pero a partir de la media hora de juego empujaron al Cádiz B contra su propia portería. Faltaba otra vez el acierto, pero el alivio, en forma de penalti, llegó a ocho minutos de la conclusión. Elady se encargó de encargó de anotarlo y sumar su primer gol de la temporada.
La primera sorpresa, en la alineación. Verza y Elady, dos pesos pesados del vestuario, empezaban en el banquillo. Carrasquilla y Rodrigo convencieron en Sanlúcar, y Munúa les premió con la titularidad. Fucile, Jovanovic, Santi Jara, Lucas de Vega, Álex Martín y José Ángel Jurado se quedaban en la grada, por motivos de todo tipo, y entraban en la convocatoria los canteranos Siafá y William.
Empezó el Cartagena dubitativo, y un tanto indolente, para ir de menos a más a lo largo de la primera parte. Cambiaba Munúa el esquema en la medular: acostumbrado a jugar con un doble pivote (Cordero-Vitolo el curso pasado y Cordero-Verza esta campaña), el lebrijano era ayer el único mediocentro posicional, dando más libertad a Carrasquilla y Quim Araujo para moverse entre líneas.
El filial cadista demostró una vez más que no es el convidado de piedra que algunos esperaban. Antes del primer cuarto de hora, ya avisaron por medio del extremo Javi Navarro, que recortó con el tacón y se perfiló para su zurda, buscando la escuadra contraria, pero no imprimó al balón el efecto suficiente. Con la pizarra, también tuvieron su peligro, con un cabezazo de Seth Vega que no dirigió a puerta.
En el Cartagena solo se veían tímidos acercamientos, sobre todo por los carriles, con Rodrigo y Manu Viana. Carrasquilla era el más participativo a la espalda de los mediocentros, mientras que Cordero estaba demasiado solo para sacar la pelota.
Achuchó el Cartagena en el tramo final del primer tiempo. La ocasión más clara llegaba en el minuto 40 de juego, con un centro de Rodrigo desde la esquina del área. El balón se paseaba por la línea, con dos jugadores locales esperando para rematar en el segundo palo, pero la defensa del Cádiz B consiguió despejar el peligro. De nuevo Rodrigo, muy incisivo en ese tramo de partido, lo probó con una 'croqueta' sensacional y un disparo lejano que tocó ligeramente en un defensor, pero aún así obligó al guardameta Christian, aún frío, a sacar la manopla para despejar a córner.
Empezó la segunda parte con un par de sustos para la afición local. El primero de ellos, porque Carlos David se jugó la segunda cartulina amarilla al propinar un fuerte golpe a Sergio Pérez. El colegiado miró para otro lado, para alivio del central albinegro. Minutos más tarde era el guardameta Marc el que ponía en vilo a la grada con un mal despeje, que acabó en un pase de la muerte de Javi Navarro que cortó Andújar casi sobre la línea de gol.

Elady y Verza, al césped

Necesitaba más vértigo el FC Cartagena y Gustavo Munúa lo buscó en las botas de Elady. Entraban el jienense y Verza, los dos a los que más se echaba en falta en la alineación. No sorprendían los sustitutos, pero sí los sustituidos: un Rodrigo Sanz que había sido de lo mejorcito de la primera parte, y un Cordero que a esas alturas de partido era dueño y señor del centro del campo.
Pero a partir de entonces, el Cartagena le metió otra marcha al partido, y su juego mejoraba a medida que intervenían Quim Araujo y Carrasquilla.
El panameño, que justificó su titularidad con otro partidazo, lo intentó por medio de un disparo seco que detuvo el guardameta Christian. Manu Viana, mucho más incisivo desde que se cambió a la banda diestra, lo probó tras darse una media vuelta y disparar tan forzado como escorado, facilitando la intervención del guardameta Christian, que si hubiera conseguido mantener la puerta a cero se hubiese ido a hombros.
Era un Cádiz B serio, trabajado, que no tiene nada que ver con la inocencia habitual de los filiales. Pocas veces se desajustaron en defensa, y en una de ellas estuvieron a punto de pagarlo carísimo. Elady encontró el pasillo por la zurda, con el bloque visitante demasiado avanzado, y asistió a Quim, que con un leve toquecito, aprovechó el excesivo ímpetu de su marcador para zafarse de él y plantarse ante el portero. Pero Christian, rapidísimo una vez más, se hizo grande para negarle los huecos al mediapunta barcelonés.
Iban en aumento los decibelios del Cartagonova y al Cádiz B se le empezaba a hacer larguísimo el partido. La última bala de Munúa no fue Carrillo, sino William de Camargo, futbolista de banda que llegó cedido desde Leganés a última hora del mercado. Hizo lo que necesitaba el partido: la pidió, encaró, se desmarcó y aguantó la pelota cuando el choque necesitaba pausa.

También la tuvo Pablo Caballero, inadvertido hasta entonces, con un testarazo a centro de Carrasquilla que se estrelló en el larguero Fue el anticipo del momento clave del partido: una mano de Cobo tras un rechace, que además suponía la segunda amarilla, daba a Elady convertir el 1-0 definitivo. El jienense, de vuelta al equipo, tardó una eternidad en disparar, engañando al guardameta y sellando su primer gol de la 2019-2020.
La Opinión

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