RB LInense 0-1 FC Cartagena

Gustavo Munúa quería un equipo con oficio que no fallara en partidos como este. En el Municipal de La Línea de la Concepción, un campo incomodísimo, con el césped irregular, de dimensiones pequeñas y con un rival que te lleva a su terreno, a librar una batalla en la que nadie mueve el balón con paciencia y en la que todo el peligro se crea a base de balonazos, juego vertical e intensidad altísima. Y a pesar de eso, y de una primera media hora que no pintaba nada bien, una descoordinación entre el guardameta y el central del equipo rival permitieron al Cartagena adelantarse en el marcador y cambiar el guión.
El equipo de Munúa enlaza ya tres victorias consecutivas, las tres ante equipos gaditanos (Atlético Sanluqueño, Cádiz B y Balompédica Linense). El cuarto, es el rival de la semana que viene, el Algeciras. Y el quinto es el San Fernando, el único equipo que, transcurridas seis jornadas de competición, supera al Cartagena en la tabla.
El autor del gol visitante era además la principal sorpresa en la alineación: el serbio Djordje Jovanovic, hasta ahora relegado a un papel secundario, entraba en el once inicial sustituyendo a un Pablo Caballero que había sido titular en los cinco partidos de liga. El argentino se estrenó con gol en la primera jornada, pero desde entonces le había costado ver puerta, y también entrar en juego.
El atacante balcánico era la referencia arriba, escoltado en los costados por Rodrigo Sanz y por un discreto Elady Zorrilla. En Cartagena se quedaron Miguel Ángel Cordero y Manu Viana, imprescindibles en lo que va de temporada. También Santi Jara, Álex Martín y José Ángel Jurado, como en semanas anteriores.
La primera media hora no presagiaba nada bueno para el cuadro cartagenerista. La Balona, a base de balones largos y centros laterales, pisaba más el área rival que el equipo de Munúa. En el centro del campo, tejían una tela de araña que no permitía a los albinegros avanzar. En el ataque, Quim Araujo, Elady y Jovanovic apenas intervenían, y enlazar tres pases seguidos era prácticamente una quimera.
Solo se contabilizó un disparo a puerta en el primer tiempo: un tiro del delantero Dopi, que detuvo con una buena estirada Marc Martínez.
Pasados los treinta minutos de juego, el Cartagena empezó a salir de la cueva. Elady, en una acción en solitario, fue esquivando rivales, con ruleta incluida, hasta plantarse en el área rival y soltar un tiro que taponó la defensa.
Araujo y Carrasquilla, más sueltos que al inicio, se van afianzando en el centro del campo por delante de un pivote solitario, que esta vez era Verza.
Pasaron los equipos por el descanso sin novedades en el marcador. Se esperaba un partido largo, táctico, y difícil de romper. Pero el camino se allanó por un fallo de la zaga local, una descoordinación de esas que cuestan puntos. Era un balón largo, con ventaja para el central Carrasco, que se confió y espero la salida del guardameta, protegiendo el esférico. Pero Jovanovic, que las pelea todas, estuvo más rápido y más listo, y metió la bota para arrebatarle la pelota y anotar un gol que a la postre sería definitivo.

Doble lateral derecho

El cuadro local, entrenado por Jordi Roger, se quedó muy tocado, y más aún Carrasco, el responsable del error. El Cartagena tuvo un tramo de control en el que avanzó las líneas y buscó la sentencia, conscientes de que si llegaban al final con la ventaja mínima se podía sufrir. En el Linense los hombres a vigilar eran el delantero Dopi, siempre incordiando en la primera parte y más apagado en la segunda, y el extremo Moussa, que le complicó muchísimo la vida a un Fucile demasiado lento. Llevaba tarjeta desde la primera parte, y claramente necesitaba ayuda para parar las internadas de Moussa.
Munúa anduvo hábil para ver que el peligro estaba por esa banda, y le echó un cable a Fucile. Al campo salió Markel Etxeberría por Rodrigo Sanz. Así pues, jugaron la última media hora con dos laterales en esa banda, taponando esa vía y obligando a La Balona a buscar otras alternativas.
Con el partido a favor, creció exponencialmente el rendimiento de Carrasquilla. El panameño lleva ya tres jornadas como titular y va camino de convertirse en la revelación de la temporada. De momento, nadie le mueve del once titular. En sus botas estuvo el gol de la sentencia. Además de llevar la manija del encuentro, se atrevió con dos disparos casi seguidos que obligaron al guardameta Javi Montoya a firmar dos auténticos paradones: primero, tras un tiro colocado del panameño al que respondió con una mano firme, y luego con una palomita para detener al vuelo el zambombazo del '18' del Cartagena desde 35 metros de distancia.
Se llegó al tramo final con el partido abierto. Munúa refrescó el equipo con Caballero, para que peleara lo que pudiera en la delantera, pero era momento para saber sufrir. La Balona, a base de empuje pero sin fútbol, obligó al Cartagena a defender en su área un par de acciones a balón parado. Contuvieron las embestidas Marc Martínez, muy seguro bajo palos, y la defensa, cuyos números son espectaculares: 2 goles en 6 partidos, el equipo que menos tantos recibe de todo el grupo IV.

Y, desde luego, también es el mejor equipo lejos de su estadio, con unos extraordinarios 9 puntos de 9 posibles. En total, son ya 13 puntos que aúpan al cuadro albinegro a la segunda posición, a solo 3 del sorprendente líder, el San Fernando.
La Opinión

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