FC Cartagena 2-0 Algeciras CF

El Cartagena quería el mes redondo. Buscaban las jornadas invicto que le llevasen a seguir persiguiendo a un San Fernando que perdía y se dejaba dar caza. Y lo consiguió.
Con William como principal novedad en el once y Jurado, por fin, en la convocatoria, se iniciaba un partido en el que se pudo ver desde el comienzo que no iba a ser una prueba fácil para los de Gustavo Munúa. El Algeciras, recién ascendido, juega muy bien al fútbol. Lo demostró frente al Murcia, dejó buen sabor de boca contra el Yeclano y, en los primeros minutos en el Municipal Cartagonova, evidenció que todas esas buenas sensaciones no eran fruto de la casualidad.
Porque, tras el arranque del encuentro, el cuadro de Emilio Fajardo salió a jugar de tú a tú al Cartagena. Con combinaciones rápidas, alta intensidad y no sacrificando en ningún momento su seña de identidad, el equipo visitante realizó unos primeros minutos en los que dejó patente que venía al feudo albinegro a buscar los tres puntos.
La primera gran ocasión del partido fue por mediación de William. Estrenaba titularidad con la casaca cartagenerista y sus ganas de agradar se notaron desde el principio. Con un disparo al larguero a los once minutos del inicio levantó a una grada sedienta de otra nueva victoria. Dos regates más en los primeros minutos y alguna asistencia que no terminó en buen puerto pero cuya intención era endiablada, se ganó a la afición y se llevó el premio a futbolista destacado del primer acto. El jugador cedido por el Leganés venía para estar a caballo entre el primer equipo y el filial, pero con los 15 minutos que jugó frente al Cádiz B y con el encuentro de ayer, está pidiendo a gritos un hueco en el plantel principal. Su partido llevó a hacer más amena la espera de Santi Jara.
Pero no fue el único destacado porque, otra vez Carrasquilla, volvió a agradar por su capacidad de dar juego y sus incansables presiones. Una de ellas estuvo a punto de tener premio. Corría el minuto 39 cuando el panameño insistió en que un balón cerca del córner derecho era suyo. Y lo fue. Robó la cartera a la defensa algecireña y su centro, preciso, fue rematado por un Jovanovic que no tuvo puntería suficiente, rozando el palo su testarazo.
Dos minutos antes, Elady, completamente solo al borde del área pequeña, disparaba más con el corazón que con la razón y su tiro se marchaba por encima del larguero. El jienense no tuvo su mejor actuación en los primeros 45 minutos.
En el tramo final del primer acto, el Cartagena se vino arriba. Disfrutó de las mejores ocasiones e hizo rugir a los que decidieron asistir al Municipal Cartagonova.
Por su parte, el Algeciras, de más a menos, olvidó su gran fútbol cuando empezó a pensar más en parar el reloj y sacar de quicio a los albinegros que centrarse en sacar un buen botín por su juego.
La defensa local, como siempre, volvió a hacer de la portería defendida por Marc Martínez un objetivo casi inalcanzable y Verza, le dio al centro del campo el equilibrio necesario entre líneas. Por su parte, Quim Araujo no estuvo tan activo como encuentros anteriores pero es un futbolista con magia, y eso se notaba en que, cada vez que enganchaba el balón, la sensación de peligro era evidente.
En la segunda parte, el cuadro local fue absoluto dominador. Los de Fajardo se diluyeron en el encuentro y solo podían ver, impotentes, como los albinegros desplegaban un gran fútbol. A los cinco minutos, William probó a Lopito pero el guardameta despejó el esférico. El extremo brasileño era sustituido en la recta final del encuentro bajo una sonora ovación.
Pero antes, llegaron los goles. En el minuto 58, Munúa leyó bien la jugada. Percibió que por arriba podían hacer daño a un visitante que, cada instante que pasaba, se encerraba más en su propio campo. Por ello, optó por darle salida desde el banquillo a Caballero en puesto de Jovanovic. Y acertó. Solo le bastaron 10 minutos en el terreno de juego para rematar un buen saque de esquina botado desde la izquierda para, con la cabeza, adelantar a su equipo.
Tras el tanto, el control local aún fue más evidente. El Cartagena jugaba tranquilo, sin sufrir, síntoma de tres puntos casi garantizados.
Pero los de Munúa querían más. Un gol era una renta demasiado pobre e insuficiente para cantar victoria.
En el minuto 78, un Elady mucho más activo en la segunda mitad, caía al borde del área y el colegiado pitaba falta. Sin pensar, Verza enganchaba la pelota. Era la falta ideal para cualquier lanzador, centrada y a escasos tres metros del borde del área. Y el mediocentro no falló. Marcó un auténtico golazo por la mismísima escuadra que dejaba a Lopito como espectador de lujo de un bello lanzamiento.
Por lo tanto, tres puntos para los cartageneristas que sirven para igualar en lo más alto de la tabla al San Fernando, que pinchaba 1-2 frente al Sevilla Atlético. Dieciséis puntos llevan ambos conjuntos, liderando la tabla en un duelo que se aventura frenético.
La mala noticia del encuentro fue la lesión de Markel Etxeberría, que se tenía que retirar del terreno de juego lesionado. Su lugar lo ocupaba Fucile, que tuvo unos minutos muy contundentes, al mismo nivel que mostró el resto de la línea defensiva. Ya van cuatro jornadas las que lleva el Cartagena sin encajar, y sin perder.
La Opinión

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