Comenzó el encuentro el Cartagena cargado de confianza y motivación. Se vio muy cómodo al cuadro local en los primeros minutos, con tranquilidad en posesión, presencia en campo contrario y actitud ofensiva. De hecho, tuvo el primer ataque con un disparo lejano de Musto que se marchó fuera tras robar una pelota en salida del contrario. El segundo también se lo apuntó el Cartagena y este fue más peligroso cuando Alfredo Ortuño le robó la cartera a Córdoba en un intento por ceder atrás a su portero como último hombre. Perdió la ventaja el yeclano intentando recortar y la clara ocasión se esfumó.
A pesar del evidente mejor inicio cartagenero, el partido le echaría un jarro de agua fría con el tempranero tanto del Burgos: Álex Bermejo dibujó un desmarque a la espalda de la zaga albinegra con 50 metros por delante y Sancris lo hizo bueno con un balón larguísimo que voló con precisión hasta el pico del área grande. Allí controló el extremo, recortó hacia dentro sobre Iván Calero y chutó con la fortuna de encontrar un rebote en Alcalá que superó por encima a Marc Martínez para golpear en la parte interior del palo largo y colarse en la meta local haciendo el 0 a 1 en el minuto 6.
Pasado el ecuador de la primera mitad mejoró el equipo de Julián Calero buscando sus opciones por la izquierda, donde el siempre eléctrico Jansson incomodó a la zaga burgalesa. Varios centros sin remate precedieron al mejor intento albinegro, cuando Alfredo Ortuño a punto estuvo de poner el empate. El punta bajó con el pecho un buen servicio del sueco y golpeó con el empeine de la zurda al mismo tiempo que ajustaba su posición corriendo hacia atrás, pero su balón se fue a la cepa del palo y salió repelido para desgracia albinegra.
El tramo final de la primera parte tuvo más lucha y pelea que ocasiones y, aunque el Cartagena se instaló en campo contrario, el equipo de Bolo defendió muy bien su área acumulando mucha gente por el centro y solventando los balones aéreos que lanzó el cuadro local.
Con ventaja visitante se llegó al descanso y en la reanudación se llevó otro golpe el Cartagena que esta vez quedó en susto. Fer Niño consiguió batir de nuevo a Marc Martínez en la segunda jugada de un saque de esquina rematando de cabeza completamente sólo en el primer palo, pero Orellana Cid, el colegiado del partido, invalidó el tanto por posición adelantada del delantero.
Entonces no lo sabían los cartageneros, pero auguraba esa acción la mala segunda parte que le esperaba al equipo, al que no le salió nada. Un disparo lejano de Muñoz fue de lo poco interesante que generó el cuadro local en el primer tramo y Calero intentó cambiar el partido introduciendo cambios a la hora de juego. Jairo, Embaló y Real entraron por Verdú, Lautaro y Musto, pero no tuvieron impacto en el juego de su equipo. Lejos de eso, el Cartagena recibió el segundo tanto sólo tres minutos después de las variaciones.
A balón parado llegó el 0 a 2, de nuevo por mediación de Álex Bermejo que firmó el doblete. Despejó Alcalá el centro desde la medular y en la frontal la interceptó Bermejo, que golpeó con el interior para batir a Marc a su derecha. El segundo fue un duro golpe que dejó al Cartagena a merced de su rival con la sensación de que el tercero estaba más cerca que el primero de los albinegros. Y así fue.
Marc salvó el tanto de Curro, a la media vuelta dentro del área, con un paradón abajo, pero nada pudo hacer poco después cuando José Matos encontró de nuevo el camino -y la fortuna- para volver a perforar la red de la meta albinegra. Si el primero llegó de rebote y el segundo tras un despeje, el tercero aunó ambas circunstancias para poner la sentencia, nuevamente tras los cambios de Mikel Rico y Hevel por Muñoz y Jansson. Esta vez fue Fontán quien repelió un centro sin demasiada contundencia y Matos quien llegó en carrera para golpear. De nuevo Alcalá la desvió para llevarla lejos del alcance de Marc y permitir el 0 a 3 definitivo en el 72.
En todo el tramo final y en el descuento, sólo hiló el Cartagena una jugada de ataque que terminó con una volea de Real y la parada de José Antonio Caro. Todo lo demás fue impotencia, negación y frustración. El conjunto de Julián Calero se pasó más de veinte minutos corriendo tras la pelota o combinando sin crear peligro hasta que el árbitro señaló el camino a vestuarios, que dejó la dura derrota cuando el equipo parecía remontar el vuelo. Se mantiene en descenso el Cartagena a cinco de la salvación con un partido más que el Villarreal B -quien marca la permanencia- y puede volver a la última posición dependiendo de los resultados de Alcorcón y Amorebieta.
La Opinión
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