Echó a rodar el balón en un frío Ipurúa que mostró una escasa asistencia de público. Para contrarrestar la temperatura, los equipos comenzaron el partido con un ritmo muy alto de lucha que alteró la posesión de un bando a otro. Las ocasiones, no obstante, sólo se sucedieron en una portería, la defendida por Pablo Campos.
La tuvo Jorge Pascual, principal amenaza azulgrana en la primera parte, a los cuatro minutos cuando remató de manera académica un balón centrado por Puertas desde la izquierda que salió rozando el larguero. Dos minutos más tarde, volcó el Eibar el juego por la otra banda con una subida de Corpas, pero su centro no llegó a Antonio Puertas en el primer palo.
La amenaza sobrevolaba la portería albinegra, pero supo contener el Cartagena la calidad del cuadro local intentando salir desde atrás con el balón controlado. También plantó la batalla en la medular el conjunto de Jandro Castro para no hundirse en su propio campo. Controlada la situación, lo intentó el cuadro portuario a la contra, pero el Eibar se replegó con velocidad para desactivar el peligro.
Así aguantó el conjunto visitante el primer cuarto de hora con pocos apuros. Unos apuros que fueron en aumento de ahí en adelante. Aumentó la presión el equipo armero y robó arriba para rondar el área del Cartagena cada vez con mayor frecuencia, pero la poca puntería salvó a los cartageneros de un sufrimiento mayor. Madariaga disparó bloqueado y Guruzeta muy desviado antes de llegar a los veinte minutos.
Cambió de táctica el cuadro cartagenero y se abonó al juego directo con balones largos para la peinada de Gastón Valles. Aunque la ejecución fue buena, la poca profundidad de Cedric y Hugo González en los extremos no consiguió estirar al equipo. Así fue perdiendo cada vez más cuota de balón el cuadro de Jandro y metiéndose más atrás.
Una contra del Eibar conducida por Ander Madariaga que finalizó Guruzeta con disparo a las manos de Pablo fue el primer aviso. El segundo lo puso el propio 'Mada' con un gran disparo de primeras a centro raso de Corpas que salió lamiendo la cepa del poste. No hubo tercero. Porque el tercer aviso fue el gol armero.
Amenazaba seriamente el área albinegra el Eibar. Centró en primera instancia y exigió el despeje de una zaga que se agolpaba en el interior del área. Volvió a mover la pelota el cuadro local de un lado a otro hasta que el central murciano Álvaro Carrillo vio la internada de Cristian por el costado zurdo. Con un pase alto de 30 metros saltó la defensa y le puso el balón en la línea de fondo. El lateral la puso atrás de primeras para la llegada en carrera de Jorge Pascual, quien definió al palo largo para hacer el 1 a 0 antes de la media hora.
Aún pudo ser más penalizado el Cartagena, pero lo evitó, como de costumbre, Pablo Campos. Tras otra llegada de Cristian, Pascual volvió a recibir sólo en el segundo palo. Controló y golpeó, pero el meta achicó espacio para repeler el tiro con el pie.
El primer disparo a portería del Cartagena llegó a los 40 minutos, síntoma de la poca presencia cartagenera en ataque. Asedió el Eibar la meta rival en los últimos minutos de la primera parte, pero no aumentó su renta.
Inesperadamente, la vuelta de vestuarios dibujó un panorama diferente. El conjunto portuario saltó con otra mentalidad y otra disposición sobre el campo, mucho más estirado. Aumentó la presión sobre el contrario y robó algunos balones peligrosos. Así volvió a rematar a portería con algo más de intención Gastón Valles, pero su testarazo murió en las manos de Magunagoitia.
Se reactivó el Eibar y reaccionó Jandro dando entrada a Jairo Izquierdo por Ríos Reina a falta de media hora para aumentar la intensidad y lo consiguió. Mejoró el Cartagena por la izquierda, aunque Pedro Alcalá a punto estuvo de regalar el segundo a los armeros en una incomprensible jugada dentro del área pequeña. Volvió a salvar Campos.
Diez minutos más tarde Jandro puso toda la carne en el asador con la entrada de Alfredo Ortuño, Luis Muñoz y Pocho Román. Con ellos, el Cartagena consiguió instalarse en campo rival, pero la poca mordiente limitó la amenaza sobre la portería de Magunagoitia. Lo inofensivo del Cartagena permitió el segundo tanto local, anulado por fuera de juego.
Esta situación mantuvo con vida al equipo de Jandro hasta el final del partido. Y hasta el final lo intentó con más arrebato que calidad. Campos hizo lo suyo para mantener la mínima desventaja, pero no fue suficiente. No pudo el Cartagena encontrar el camino al gol y, tras cinco minutos de añadido, el silbato de Fuentes Molina certificó la derrota albinegra. Se mantiene colista el Cartagena con 10 puntos en una espiral de derrotas cuando las sensaciones parecían mejorar.
La Opinión
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